70. Tengo una duda




Rāmānanda Rāya entonces suplicó al Señor:

eka saṁśaya mora āchaye hṛdaye
kṛpa kari' kaha more tāhāra niścaye
pahile dekhilu tomāra sannyāsi-svarūpa
ebe tomā dekhi muñi śyāma-gopa-rūpa
tomāra sammukhe dekhi kāñcana-pañcālikā
ra gaura-kāntye tomāra sarva aga hākā
tāhāte prakaa dekho sa-vasī vadana
nānā bhāve cañcala tāhe kamala-nayana
ei-mata tomā dekhi' haya camatkāra
akapae kaha, prabhu, kāraṇa ihāra

«Mi Señor, tengo una duda en el corazón, y espero que Tú, por Tu gracia, tengas la bondad de disiparla. AL principio Te vi aparecer en forma de sannyāsī, pero ahora Te estoy viendo como Śyāmasundara, el pastorcillo de vacas. Ahora Te veo como un muñeco dorado, y todo Tu cuerpo está cubierto por un brillo dorado. Puedo ver que sostienes una flauta en Tus labios, y Tus ojos de loto se mueven de forma muy inquieta debido a los diversos éxtasis. Es cierto, Te estoy viendo de esta forma, y es fascinante. Mi Señor, por favor, explícame sin duplicidad la causa de todo eso».

El Señor respondió que aquellos que están profundamente absortos en una relación amorosa con Kṛṣṇa son todos devotos de primera clase. Como resultado de su amor natural por Dios, pueden experimentar la presencia de su adorable Señor Śrī Kṛṣṇa en todas partes, cuando miran cualquier variedad de objeto móvil o inmóvil. Los objetos que ven no aparecen ante ellos tal y como son, sino que los ven en relación con Śrī Kṛṣṇa. He aquí algunas de las citas del Śrīmad-Bhāgavatam en relición con esto:

sarva-bhūteṣu ya paśyed
bhagavad-bhāvam ātmana
bhūtāni bhagavaty ātmany
eṣa bhāgavatottama

«El devoto de primera clase percibe en todas partes la presencia de Śrī Kṛṣṇa, que es la vida de todas las vidas, y en Śrī Kṛṣṇa percibe la presencia de todos los objetos animados e inanimados» (Bhāg. 11.2.45).

vana-latās tarava ātmani viṣṇu
vyañjayantya iva puṣpa-phalādhyā
praṇata-bhāra-viapā madhu-dhārā
premā-hṛṣa-tanavo vavṛṣu sma

«Los árboles y enredaderas del bosque, repletos de frutas y flores, se inclinaban ante el Señor con sentimientos de que Śrī Kṛṣṇa era la esencia de su vida. Con alegria trascendental y éxtasis jovial, los árboles y las enredaderas derramaron grandes cantidades de miel en Su presencia. Esto era posible debido a su amor puro por Dios» (Bhāg. 10.35.9).

El Señor Caitanya continuó diciendo:

rādhā-kṛṣṇe tomāra mahā-prema haya
yāhā tāhā rādhā-kṛṣṇa tomāre sphuraya

«Tú tienes en gran estima a Rādhā y Kṛṣṇa, y por eso puedes percibir Su presencia en todas partes».

Rāmānanda Rāya, no obstante, no se satisfizo con esa respuesta del Señor Caitanya, aunque las palabras del Señor eran, sin duda alguna, correctas conforme al śāstra. Por eso dijo:

raya kahe—prabhu tami chāa bhāri-bhūri
mora āge nija-rūpa nā kariha curi
rādhikāra bhāva-kānti kari' angīkāra
nija-rasa āsvādite kariyācha avatāra
nija-gūha-kārya tomāra—premā āsvādana
ānuṣange prema-maya kaile tribhurana
āpane āile more karite uddhāra
ebe kapaa kara—tomāra kona vyavahāra


«Mi Señor, por favor, deja a un lado esta forma indirecta de revelar Tu verdadera identidad. Ten la bondad de no tratar de ocultar quién eres en realidad. Yo sé quién eres: Tú eres Śrī Kṛṣṇa cubierto por el brillo de Śrīmatī Rādhārāṇī. Has descendido para saborear el éxtasis de Tus pasatiempos trascendentales con Ella. El propósito principal de Tu advenimiento es saborear los sentimientos del amor que Tus devotos sienten por Ti y simultáneamente distribuir ese amor por los tres mundos. Tú has venido a mí por Tu propia voluntad, así que ¿cómo es que ahora quieres ocultarte?».