4. Sargal Singh




Personajes: 1) Padre (viejo); 2) Sahib; 3) Mahes; 4) mercader, 5) dos aldeanos, 6) ministro, 7) rey, 8) guardia

Primera escena

Padre: Ay ay ay ay ay. Estoy muy viejo, me duelen los huesos. Oh, quisiera saber cómo le ha ido a mi hijo Sahib en las ventas en el mercado. Seguro que muy bien, porque tenemos la valiosa ayuda de Sargal Singh. El es muy bueno, muy trabajador. No sé que haríamos sin él. Todo se lo debemos a Sargal Singh. ¡Sahib, Sahib! Hijo mío, ven.

Sahib: ¿Cómo estás, padre?

Padre: ¿Cómo te ha ido hoy día, querido hijo?

Sahib: Oh padre, hoy ha sido un día maravilloso en los negocios. Tú sabes que todo se lo debemos a Sargal Singh. Él es tan cooperador, tan noble, tan trabajador.

(Se escucha una voz que llama: “¡Sahib, Sahib, ven pronto, algo terrible le pasa a Sargal Singh, apúrate!”)

Padre: ¿Que algo terrible le pasa a Sargal Singh? ¡Corre hijo, apúrate, ve pronto!

(Sahib sale corriendo)
Padre: Oh, ¿que será, Dios mío? Que no sea nada grave. ¿Qué haríamos sin Sargal Singh? ¡No puede ser! ¡Oh, Señor!

(Aparece Sahib vestido de luto y con la cabeza, rapada)
Padre: ¡Hijo! ¿Qué ha pasado, hijo? ¿Por qué te rapaste la cabeza y estás vestido de luto?

Sahib: Es que la muerte, con sus crueles garras, se lleva de nuestro lado a nuestros seres queridos.

Padre: ¡No, no me digas!

Sahib: Sí padre, Sargal Singh ...ha muerto.
(Los dos se echan a llorar)

Padre: ¡No puede ser! Ahora mismo yo iré a rapar mi cabeza (aunque casi ya no me queda pelo), y a vestir con ropas oscuras, para acompañarte en el dolor.

Segunda escena

(Se encuentran Sahib y Mahesh)
Mahesh: Sahib, Sahib, ¿qué ha pasado? ¿por qué estás de luto y con la cabeza rapada?

Sahib: Oh Mahesh, querido amigo, un gran sufrimiento parte mi corazón. Apenas tengo para seguir caminando. Oh Mahesh, la muerte siempre actúa con sus crueles garras pescándonos desprevenidos, llevándose de nuestro lado a los seres más queridos, dejándonos perplejos, sin saber qué hacer.

Mahesh: ¿Que ha pasado? Sahib, dime por favor.

Sahib: Sargal Singh... ha muerto.

Mahesh: ¡Oh! ¡No puede ser, no puede ser! Ahora mismo iré a raparme la cabeza y a vestirme de luto, con ropas oscuras, porque tú eres mi gran amigo, y si tú sufres, yo también tengo que sufrir.

Sahib: Muchas gracias, Mahesh, por acompañarme en este dolor.

Mahesh: Iré a avisarle a todos, porque es una gran pérdida. ¡Sargal Singh ha muerto! No puede ser. Adiós Sahib.

Tercera escena

(Aparece el mercader en escena)
Mercader: Telas, telas, telas, vendo telas, telas de todos los colores, tenemos por metro, por centímetro, por decímetro, por kilómetro, a cuadros, a rayas, aproveche las ofertas de telas, telas telas, telas.

(Entra Mahesh muy triste y cabizbajo)
Mercader: Oiga señor, tenemos telas de todos los colores y tamaños, mire, pruébese ésta, tal vez quiera llevarla, ¿o esta otra?

Mahesh: ¿Es que acaso no me reconoces? ¿No te das cuenta de quién soy?

Mercader: A usted jamás lo vi antes, Señor (¿Quién será?).

Mahesh: ¡Soy Mahesh, tu mejor cliente!

Mercader: Es cierto, Mahesh, pero ¿por qué estás con ropas oscuras y con la cabeza rapada?

Mahesh: ¿Es que no te has enterado aún?

Mercader: No. Mahesh: ¡En casa de Sahib... Sargal Singh... ha muerto!

Mercader: ¡No puede ser! ¿Sargal Singh ha muerto? ¡Qué tragedia! Ahora mismo me raparé y me pondré una de estas telas oscuras que estoy vendiendo en oferta.

(Saca una gran cuchilla y se empieza & rapar, cae la peluca, queda rapado y se pone de negro, abraza a Mahesh y ambos se ponen a llorar. Aparece Aldeano 1)
Aldeano 1: Oiga señor, quiero que me dé dos metros de esta tela roja.

(Los dos se miran y estallan a llorar)
Mercader: Oiga señor, ¿cómo puede ser tan insensible ante una situación tan trágica?

Aldeano 1: (Con cara de que no entiende nada) Pero ¿qué pasa? ¿Por qué están llorando?

Mercader: (Dirigiéndose a Mahesh) Dícelo tu.

Mahesh: No, mejor dícelo tú, es muy fuerte para mí.

Mercader: Está bien. ¿No sabe usted lo que ha pasado? ¡En casa de Sahib... Sargal Singh ha muerto! (ambos lloran)

Aldeano 1: ¡Oh, no puede ser, qué desgracia! Ahora mismo por favor, rápeme y véndame una tela negra para ponerme de luto y acompañarlos en el dolor.

(Lo rapan ahí mismo, y —haciendo gestos de dolor— queda totalmente rapado y los tres se ponen a llorar. Luego llega Aldeano 2)

Aldeano 2: ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué están rapando a este hombre?

Mercader: Un manto negro cubre nuestro pueblo. Una desgracia jamás suscitada se ha presentado, dejándonos totalmente acongojados. En casa de Sahib... Sargal Singh... ha muerto.

(Todos lloran)
Aldeano 2: ¿Sargal Singh ha muerto? Por favor, rápenme a mí también.

(Mientras lo están rapando aparece el Primer Ministro)
Mercader: ¡Ahí viene el Primer Ministro, miren, ahí viene el Primer Ministro!

Ministro: Ciudadanos, ¿qué está pasando aquí? ¿porqué todo el mundo está rapado y con ropas oscuras?

(Entre ellos discuten: “¡Dícelo tú!”. “¡No, dícelo tú!”)
Mercader: Está bien, yo se lo diré. Mi querido Primer Ministro, todo el mundo ya se ha enterado y me parece raro que usted —siendo el Primer Ministro— no sepa lo que pasa aquí. Pero no importa, yo se lo diré. En casa de Sahib... Sargal Singh... ha muerto.

Ministro: ¡No puede ser! Veo que mi pueblo está sufriendo, así que —como primer ministro— mi deber y mi compromiso es sufrir también con ustedes. Ahora mismo iré a raparme la cabeza, pero no aquí, sino en una barbería. Y me pondré ropas oscuras.

La multitud lo ovaciona: ¡Que viva el Primer Ministro! ¡Viva! ¡Viva el Primer Mi¬nistro! ¡Viva! (y el Primer Ministro se va).

Cuarta escena

(Aparecen el rey y el guardia en el palacio)
Rey: ¡Esto es el colmo! Todo el mundo en el pueblo se está rapando la cabeza y vistiendo ropas oscuras. No sé qué está pasando aquí, yo soy el último en enterarme, siendo el rey de este lugar. Y lo peor de todo es que mi Primer Ministro también está dando ese ejemplo y ni siquiera me ha dicho porqué. Guardia, llame al Primer Ministro.

Guardia: Perdón Su Majestad, ¿puedo hacer lo mismo que los demás? ¡Quiero estar a la moda!

Rey: ¡Estúpido, ve y llama al Primer Ministro!

Guardia: Perdón, Su Majestad.

Rey: Esto es el colmo, ¿qué está sucediendo aquí? ¡todos se están volviendo locos!

(Entra el Primer Ministro)
Guardia: Su Majestad, aquí está el Primer Ministro.

(El Primer Ministro entra muy triste y cabizbajo)
Rey: Dime Ministro, ¿me puedes explicar qué está sucediendo en el pueblo? ¿Por qué todo el mundo viste de ropas oscuras y han rapado sus cabezas? ¡Y tú también lo estás haciendo, y yo —que soy el rey— soy el último en enterarme de lo que pasa en mi reino!

Ministro: Mi querido rey, ¿es que acaso no se ha enterado? Una desgracia ha caído sobre nuestro pueblo. En casa de Sahib... (solloza) Sargal Singh... Sargal Singh... ha muerto! (llora).

Rey: ¿Que Sargal Singh ha muerto? Y dime, ¿quién es Sargal Singh?

Ministro: Sargal Singh es........ Bueno, en realidad no sé quién es Sargal Singh.

Rey: ¡¡¿-Qué?!! ¿No sabes quién es Sargal Singh, y te rapas la cabeza y te vistes de luto, y ni siquiera sabes quién es Sargal Singh?

Ministro: Bueno, lo único que sé es que yo estaba pasando por el mercado y vi que todo el pueblo se rapaba la cabeza y vestían de negro, y decían que Sargal Singh había muerto, y mi deber político como Ministro es acompañar al pueblo.

Rey: Ve ahora mismo y tráeme a todo esa gente, a los causantes de este alboroto, porque sino cortaré tu cabeza.

Ministro: Si Su Majestad.

Rey: ¡Esto es el colmo! ¿qué es lo que está pasando aquí? ¡No entiendo nada!

El rey camina y da unas vueltas y luego aparece todo el pueblo, encabezado por el mercader y Mahesh, todos llorando.
Rey: ¿”Me pueden explicar por qué todos están tomando esta actitud?

Aldeano 1: Su Majestad, es que Sargal Singh ha muerto.

Rey: ¿Sargal Singh ha muerto? ¿Y quién es Sargal Singh?

Aldeano 1: Bueno, Sargal Singh es....Sargal Singh es....¿Quién es Sargal Singh?

(le pregunta al Aldeano 2)
Aldeano 2: Bueno, yo no sé, a mí me dijo él (dirigiéndose al mercader).

Mercader: Yo estaba vendiendo mis telas y llegó de pronto Mahesh y me dijo que Sargal Singh había muerto. Mahesh, dime: ¿Quién es Sargal Singh?

Mahesh: Bueno, Sargal Singh es..... Sargal Singh es..... yo no sé quién es Sargal Singh. Lo único que sé es que Sargal Singh vivía en la casa de Sahib. Rey: Guardia, traiga a ese tal Sahib inmediatamente.

Guardia: Si Su Majestad.

(El rey se queda muy molesto y la multitud empieza a discutir: “¡Tú me dijiste!” “¡No, fuiste tú!” “¡No, a mí me dijeron!” etc. De pronto entra el guardia)
Guardia: Su Majestad, aquí está Sahib.
(Sahib entra llorando y se pone delante de todo el grupo)

Rey: Así que tú eres Sahib, el causante de todo este problema. ¿Por qué todo el mundo ha tomado esta actitud?

Sahib: Su Majestad, nuestros corazones están sangrando. Su Majestad, la tristeza es tan grande que parte nuestras almas. Su Majestad...

Rey: Ya basta, dime de una vez ¿quién es Sargal Singh?

Sahib: Sargal Singh... era tan bueno, tan trabajador...

Ministro: Pero dinos, ¿quién era Sargal Singh?

Sahib: Sargal Singh... me ayudaba en el trabajo. Sargal Singh... iba conmigo al mercado.

Aldeanos juntos: Pero dinos ¡¿quién era Sargal Singh?!

Sahib: Sargal Singh era tan noble, tan fiel, siempre trabajaba y nunca decía nada.

Todos juntos: Pero dinos, ¡¿quién era Sargal Singh?! (Sahib los mira muy triste)

Sahib: Sargal Singh... era mi burro.

Todos juntos: ¡¡Nooooo!!

(Lo agarran y se lo llevan a empellones y a patadas)
Rey: Ya ves, Primer Ministro, espero que hayas aprendido la lección.

Primer Ministro: Sí, Su Majestad, veo que he sido un tonto. Uno nunca debe imitar ciegamente lo que hacen los demás. Debemos investigar el trasfondo de las cosas porque de lo contrario el resultado que obtendremos de nuestras acciones será la confusión total. No debemos ser como ovejas de un rebaño.
Fin

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