28. Hoy ella te ha prestado un servicio; mañana tú debes servirla



Cuando visitaba Vṛndāvana antes de que el Krishna-Balaram Mandir fuera construido, Śrīla Prabhupāda se quedaba en sus antiguas habitaciones del templo Rādhā-Dāmodara. Durante una visita, Yamunā-devī dāsī preguntó si podía cocinar para él, y Śrīla Prabhupāda estuvo de acuerdo. Mientras Yamunā cocinaba capātīs en una mitad de la cocina, Śrīla Prabhupāda tomaba su prasāda en la otra mitad. El sirviente de Prabhupāda, Śrutakīrti, entró en la habitación para ver.

—¿Ya has tomado prasāda? —preguntó Śrīla Prabhupāda.

—No —respondió Śrutakīrti— me acabo de bañar.

—Yamunā, prepárale un plato de prasāda —dijo Śrīla Prabhupāda.

—No, Śrīla Prabhupāda, está bien así —protestó Śrutakīrti—; esperaré a que usted haya terminado.

—No —dijo Prabhupāda—, siéntate y toma prasāda—. Śrutakīrti se sentó obedientemente y aceptó el plato que le ofreció Yamunā. Bajo la dirección de Prabhupāda, ella siguió haciendo capātīs y sirviendo a Prabhupāda y a su sirviente.

—Hoy ella te ha preparado el almuerzo —dijo Prabhupāda—. Mañana tú cocinarás para ella. Esta es la costumbre védica. Hoy ella te ha prestado un servicio; mañana tú debes servirla.

—Sí, Prabhupāda —dijo Śrutakīrti.

Mirando a través de la celosía al patio donde está el samādhi de Rūpa Gosvāmī, Prabhupāda comenzó a evocar reminiscencias. Dijo que a menudo se sentaba aquí a mirar el samādhi y el bhajana-kutī de Rūpa Gosvāmī. Dijo que esperaba que Rūpa Gosvāmī le diese facilidades para expandir el movimiento de la conciencia de Kṛṣṇa.

Unos días más tarde ocurrió un incidente sorprendente con un mono. Śrīla Prabhupāda estaba hablando a un pequeño grupo de personas en su habitación. Alguien había traído un racimo de bananas y las había dejado a los pies de Prabhupāda. Repentinamente un mono entró corriendo en la habitación y trató de robar las bananas. Prabhupāda también alcanzó a agarrarlas y recuperó la mayor parte, mientras el mono apenas logró retener una o dos y salió corriendo por la otra puerta. Todo pasó muy rápidamente, y Prabhupāda fue también rápido en utilizar el incidente para enseñar conciencia de Kṛṣṇa. —Fíjense qué experto es el mono —explicó Prabhupāda. Dijo que cada especie de vida poseía una pericia especial para conseguir el sustento.

Entrevista con Śrutakīrti dāsa

A pesar de la instrucción de Prabhupāda de que Śrutakīrti cocinase para Yamunā, nunca lo hizo. El espíritu de la petición de Prabhupāda era algo que repitió de formas diversas. Los devotos tienen que rendir servicio a los demás devotos. Prabhupāda solía explicar esto al definir la palabra prabhu. Decía que prabhu significa ‘maestro’. Si tú llamas a un devoto prabhu pero siempre intentas recibir servicio de él, entonces estás aceptando servicio de tu «maestro». Si llamamos a un devoto prabhu también tenemos que rendirle servicio.
Al compilar varias versiones de un mismo incidente con Prabhupāda, normalmente trato de mezclarlas y reunirlas en una sola descripción. Sin embargo, me gustaría citar la versión de Pañcadraviḍa Swami del mono ladrón, porque él la cuenta con un sabor especial:

La habitación estaba abarrotada. Un invitado había entrado y le había ofrecido a Prabhupāda un gran racimo de bananas. Lo que nosotros no podíamos ver era que detrás de las puertas de vaivén próximas a la entrada del templo, había un mono observando. Lo estaba observando todo, y de repente entró en la habitación y corrió. La habitación era muy estrecha, él corrió a lo largo de toda la habitación, agarró las bananas y corrió hacia fuera con todo el racimo, cuando alguien gritó: —¡Párenlo!—. El mono exhibió una excelente carrera con obstáculos, esquivando a la gente, pero nadie sabe cómo Prabhupāda recuperó la mayor parte de las bananas. Prabhupāda se reía diciendo: —Miren qué inteligentes son para comer y defenderse.

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