El Señor Viṣṇu dijo, "Ahora te describiré las
glorias infinitas del Quinto Capítulo del
Bhagavad-gītā. Escucha con mucha
atención. En el estado de Madra, hay una ciudad de nombre Puru Kutsapur. Allí
vivía un brāhmaṇa de nombre Piṅgalā. Durante su niñez, fue entrenado en diversas actividades brahmínicas y
aprendió los Vedas. Pero no tenía
interés en sus estudios. Cuando llegó a la juventud, abandonó sus objetivos
brahmínicos y comenzó a aprender a tocar instrumentos, así como a bailar y
cantar. Lentamente, se volvió tan famoso en ese arte que el propio rey lo invitó
a vivir en el palacio. Mientras vivía allí, se degradó lentamente, cada vez
más, en la vida pecaminosa. Comenzó a disfrutar con las esposas de otros
hombres y a ocuparse en toda clase de actividades pecaminosas e intoxicación. Se
volvió muy orgulloso de su posición, a medida que ganaba cada vez más
intimidad con el rey. Disfrutaba especialmente de criticar a los demás, cuando
se hallaba a solas con el rey. Piṅgalā tenía una esposa
de nombre Aruṇa, quien había nacido en una familia de clase baja. Ella era muy
lujuriosa y disfrutaba de relaciones con muchos otros hombres. Cuando su esposo
descubrió sus actividades, ella decidió matarlo. Una noche, tarde, ella le
cortó la cabeza y quemó su cuerpo en el jardín. Luego de su muerte, Piṅgalā cayó en las regiones más profundas del infierno, y después de haber
sufrido allí por mucho tiempo, tomó nacimiento como un buitre. Aruna, después
de disfrutar libremente con muchos hombres, contrajo una enfermedad venérea y
su cuerpo juvenil pronto se volvió feo y falto de atractivo. Cuando ella murió,
se fue al infierno y después de haber sufrido por un largo tiempo, obtuvo la
forma de un loro hembra. Un día, el loro estaba buscando comida aquí y allá. Mientras
tanto el buitre, quien en su vida anterior había sido Piṅgalā, vio al loro hembra y recordando su vida anterior, y comprendiendo que
este loro había sido su esposa, la atacó con su pico afilado. El loro cayó al
agua contenida en una calavera y se ahogó. Justo entonces llegó un cazador y
disparó al buitre con una flecha. El buitre cayó con su cabeza en el agua de
esa calavera, y se ahogó.
Luego
vinieron los mensajeros de Yamarāja y los llevaron a la morada de la muerte. En
ese momento, tenían mucho miedo, recordando sus pasadas vidas pecaminosas.
Cuando
estuvieron en presencia de Yamarāja, él les dijo, "Ahora están libres de
todos los pecados, y pueden ir a Vaikuṇṭha. Cuando Piṅgalā y Aruṇa oyeron esto, le preguntaron a Yamarāja cómo era que dos
personas pecadoras como ellos, habían conseguido el derecho de ir a Vaikuṇṭha.
Yamarāja
replicó, "En las orillas del río Ganges, vivía un gran devoto del Señor Viṣṇu,
de nombre Vat. El estaba libre de la lujuria y la codicia Diariamente recitaba
el Quinto Capítulo del Bhagavad-gītā y cuando Vat dejó su
cuerpo, se fue derecho a Vaikuṇṭha. Debido a su recitado del Quinto Capítulo del Bhagavad-gītā, su cuerpo se volvió completamente puro y debido
a que ustedes entraron en contacto con la calavera del cuerpo de ese devoto,
ambos han alcanzado Vaikuṇṭha.
El Señor Viṣṇu
dijo, "Mi querida Lakṣmī, cuando ambos oyeron las glorias del Bhagavad-gītā
de Yamarāja, se pusieron muy felices y se sentaron en el aeroplano de flores
que había venido a llevarlos a Vaikuṇṭha.
Cualquiera
que oiga el Quinto Capítulo del Bhagavad-gītā, incluso el más
pecaminoso, llegará a Vaikuṇṭha.