Hoy es la adoración de Kālī, la madre Durgā
en su feroz aspecto. Su ira, destruye las tendencias negativas, también ella es
ilimitada por su amor al sincero devoto de Kṛṣṇa.
“Los hombres, cuando se degradan, no son
mejores que los animales. La única diferencia es que los animales tienen cuatro
patas y esos hombres sólo tienen dos. Esos hombres, animales de dos piernas,
solían insultar a Jaḍa Bharata llamándole loco, tonto, mudo y sordo, y le
maltrataban. Ante ellos, Jaḍa Bharata se comportaba como si fuera un loco
sordo, ciego o tarado. No protestaba, ni trataba de convencerles de que no lo
era. Si alguien quería que hiciera algo, él satisfacía sus deseos. Si conseguía
algún alimento, ya fuera que le llegara sin mayor esfuerzo, que lo mendigase o
que lo recibiese como salario, lo aceptaba y lo comía, sin considerar si era
poco, o si era sabroso, rancio o insípido. Nunca comió nada por complacer los
sentidos, pues ya estaba liberado del concepto corporal, que nos induce a
considerar que unos alimentos son sabrosos y otros desagradables. Gozaba de
plenitud en la conciencia trascendental del servicio devocional, y, por lo
tanto, estaba libre de la influencia de las dualidades que surgen del concepto
corporal”. Śrīmad-Bhāgavatam
5.9.9-10
Por
aquel entonces, el jefe de unos ḍakaits,
descendiente de una familia śūdra, se
disponía a adorar a la diosa Bhadra Kālī con el deseo de tener un hijo. Para
ello iba a ofrecer a la diosa una víctima humana, un demente retrasado, a quien
no se considera mejor que los animales. Śrīmad-Bhāgavatam 5.9.12
“Los
secuaces y sirvientes del jefe ḍakait
consideraron que las cualidades de Jaḍa Bharata eran exactamente las de un
hombre-animal, y decidieron que era la elección perfecta para el sacrificio.
Con los rostros brillando de felicidad, le ataron con cuerdas y le llevaron al
templo de la diosa Kālī”. Śrīmad-Bhāgavatam
5.9.14
“Después,
los ladrones, siguiendo su imaginario ritual para matar hombres semejantes a
animales, bañaron a Jaḍa Bharata, le vistieron con ropas nuevas, le engalanaron
con los ornamentos adecuados para un animal, le ungieron el cuerpo con óleos
aromáticos y le adornaron con tilaka,
pasta de madera de sándalo y collares de flores. Después de alimentarle
suntuosamente, le llevaron ante la diosa Kālī, a la que adoraron con incienso,
lámparas, collares de flores, cereales tostados, ramitas verdes, brotes, frutas
y flores. Antes de matar al hombre-animal, cantaron canciones y oraciones y
tocaron tambores y trompetas; entonces hicieron sentarse a Jaḍa Bharata ante la
deidad”.
Śrīmad-Bhāgavatam 5.9.15
Uno de los ladrones, que actuaba como sumo
sacerdote, estaba ya preparado para ofrecer la sangre de Jaḍa Bharata, de quien
imaginaban que era un hombre- animal, para que la diosa Kālī la bebiese. Tomando
una espada de terrible filo, y después de consagrarla con el mantra de Bhadra
Kālī, la levantó para matar a Jaḍa Bharata. Śrīmad-Bhāgavatam 5.9.16
Todos
aquellos ladrones y bandoleros que habían organizado la adoración de la diosa
Kālī eran personas de mentalidad baja, y estaban controlados por las
modalidades de la pasión y la ignorancia. Dominados por el deseo de volverse
ricos, habían tenido la osadía de desobedecer los mandamientos de los Vedas,
hasta el extremo de que se disponían a matar a Jaḍa Bharata, un alma
autorrealizada que había nacido en una familia de brāhmaṇas. Llevados por la envidia, los ḍakaits le llevaron ante la diosa Kālī para sacrificarlo. En sus
actividades, aquellas personas siempre se dejaban llevar por la envidia; por
eso se atrevían a matar a Jaḍa Bharata, el mejor amigo de todas las entidades
vivientes, que no era enemigo de nadie y siempre estaba absorto en meditar en
la Suprema Personalidad de Dios. Incluso si se mostrara enemistoso o agresivo,
era hijo de un brāhmaṇa virtuoso, y
por lo tanto estaba prohibido matarle. En todo caso, no había ningún motivo
para matar a Jaḍa Bharata, y la diosa Kālī no pudo tolerarlo. Inmediatamente se
dio cuenta de que aquellos pecaminosos ḍakaits
estaban a punto de matar a un gran devoto del Señor. De repente, el cuerpo de
la deidad se partió en pedazos, y de su interior salió la diosa Kālī en
persona. Su cuerpo ardía con una refulgencia de insoportable intensidad”. Śrīmad-Bhāgavatam 5.9.17
Sin poder tolerar
las ofensas cometidas, la enfurecida diosa Kālī, con los ojos como relámpagos,
mostró sus feroces colmillos. Sus enrojecidos ojos resplandecían mientras
mostraba su temible aspecto. Manifestando un cuerpo aterrador, parecía
dispuesta a destruir toda la creación. La diosa saltó con violencia del altar,
y decapitó rápidamente a todos los ḍakaits
con la misma espada con la que llevaban intención de matar a Jaḍa Bharata.
Después comenzó a beber, como si fuese alcohol, la sangre caliente que brotaba
de los cuellos decapitados de los ḍakaits,
embriagándose en compañía de las brujas y demonias que habían venido con ella. Ebrias
de la sangre bebida, comenzaron a cantar a grandes voces, y danzaban como si se
dispusieran a aniquilar el universo entero, al mismo tiempo que jugaban con las
cabezas de los bandidos, lanzándoselas como si fueran balones.
Significado:
En este verso
resulta evidente que los devotos de la diosa Kālī no gozan en absoluto de su
favor. La tarea de la diosa Kālī es matar y castigar a los demonios. La diosa
Kālī (Durgā) se dedica a decapitar a muchos demonios, ḍakaits y
otros elementos indeseables de la sociedad. Pasando por alto el cultivo de
conciencia de Kṛṣṇa, la gente necia trata de satisfacer a la diosa ofreciéndole
cosas abominables, pero, en última instancia, a la menor desviación en la
adoración, la diosa castiga a su adorador quitándole la vida. Las personas
demoníacas adoran a la diosa Kālī para obtener beneficios materiales, pero los
pecados que cometen so pretexto de esa adoración no se les perdonan. En
particular, están prohibidos los sacrificios humanos o de animales ante la
deidad. Śrīmad-Bhāgavatam
5.9.18
Tomado de las recopilaciones hechas por S.G. Sādhyā-sresta Prabhu (ACBSP)
Sitio Web de SG. Sādhyā-sresta Prabhu: www.sadhyavastu.tk