La instrucción de Kṛṣṇa no es disruptiva (que produce una interrupción súbita de algo), sino restauradora.


Bhagavad-gītā 1.35

Al comienzo del Bhagavad-gītā, Arjuna se angustia ante la idea de luchar en una guerra fratricida que matará a la mayoría de sus seres queridos y, de hecho, a la mayoría de los guardianes marciales de la sociedad. Mientras da argumentos en contra de la lucha, Arjuna se refiere a Kṛṣṇa con el nombre de Janaradana (1.35), quien es el sustentador de los mundos. La implicación es: ¿Por qué el mantenedor del mundo quiere que Arjuna actúe de una manera que perturbe el orden mundial?

 

Kṛṣṇa responde a Arjuna delineando la majestuosa cosmovisión del Gītā. Esa visión del mundo explica cómo los peores temores de Arjuna se materializarán no si se adhiere a las instrucciones de Kṛṣṇa, sino si las descuida. En el Tercer Capítulo, el Gītā_ describe cómo si los jefes de estado dhármicos no cumplieran con su deber de proteger el dharma luchando cuando fuera necesario, entonces ese mal precedente haría que otros fueran igualmente apáticos e irresponsables, dejando así al dharma sin protectores. Esto haría que los sinvergüenzas adhármicos fueran aún más descarados y brutales, hundiendo así a toda la sociedad en el caos.

 

En el momento de la guerra, los Kauravas adhármicos habían tomado el poder sin escrúpulos al engañar y exiliar a los Pāṇḍavas dhármicos. Si se permitiera que tales sinvergüenzas continuaran en el poder sin ser cuestionados ni controlados, inducirían al vicio a toda la sociedad, alterando así todo el orden social. En contraste, si Arjuna luchó y restableció la regla del dharma, como deseaba Kṛṣṇa, entonces se restauraría el orden social y espiritual.

 

De manera similar, también en nuestras vidas, seguir las instrucciones de Kṛṣṇa puede parecer inicialmente perturbador. Pero si perseveramos, practicando el dharma con determinación y sensibilidad, descubriremos que en realidad es restaurador: traerá paz y felicidad duraderas a nuestras vidas. Y nos permitirá convertirnos en canales de lo divino para traer una restauración similar de paz y felicidad en la vida de los demás.


¡Oh, sustentador de todas las entidades vivientes!, no estoy dispuesto a pelear con ellos ni siquiera a cambio de los tres mundos, mucho menos por esta Tierra. ¿Qué placer vamos a obtener de matar a los hijos de Dhṛtarāṣṭra? Bhagavad-gītā 1.35


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