Bhagavad-gītā 11.26
Las escenas sangrientas de carne destrozada, sangre salpicada y cadáveres deformados pueden ser habituales en las películas de terror, pero aun así provocan que a la mayoría de las personas se les revuelva el estómago de asombro y repulsión. Y no esperaríamos encontrar tales narraciones en la literatura de sabiduría. Sin embargo, las encontramos en el undécimo capítulo del Bhagavad-gītā como parte de la visión mística de la Forma Universal. En el Gītā ( 11.26 ), Arjuna relata cómo los guerreros reunidos son succionados hacia la boca de esa forma aterradora.
¿Cuál es el significado de esta espantosa revelación?
Es un llamado a enfrentar la realidad antes de que la realidad nos confronte.
El Bhagavad-gītā no se muestra aprensivo ante las horribles realidades de la vida. La muerte y la destrucción son el fin inevitable de todo en este mundo. Negarse a enfrentarlas no ayuda, porque tarde o temprano vendrán a nosotros, nos guste o no.
¿Cómo ayuda el confrontar voluntariamente estas verdades?
Nos obliga a reconocer la futilidad última de la vida en el nivel material y, por lo tanto, nos empuja a explorar si la vida tiene alguna dimensión superior. Esta exploración, cuando está guiada por las Escrituras, nos ayuda a descubrir la dulzura de la realidad espiritual. Todos somos almas destinadas a saborear el amor espiritual eterno con Kṛṣṇa. Al redirigir nuestro amor del mundo a Kṛṣṇa, no solo podemos alcanzar esa dulce realidad al final de nuestra vida, sino que también podemos saborear vislumbres de esa realidad incluso en esta vida. Nuestra vida se redefine y pasa de ser una lucha infructuosa por resistir la futilidad a un esfuerzo fructífero por recuperar la gloria.
Si nos negamos a enfrentarnos a la dura realidad de la vida, esa realidad nos confronta y nos consume, como la Forma Universal devoró a los guerreros. Al negar la dura realidad, nos privamos de la dulce realidad, vida tras vida. Las horribles descripciones del Bhagavad-gītā ayudan a poner fin a nuestra negación y privación.
Todos los hijos de Dhṛtarāṣṭra, junto con sus reyes aliados, así como también Bhīma, Droṇa, Karṇa y también nuestros principales soldados, se precipitan hacia Tus temibles bocas. Y a algunos de ellos los veo atrapados entre Tus dientes con la cabeza aplastada. – Bhagavad-gītā 11.26
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