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Cómo superar los altibajos emocionales durante la meditación


Bhagavad-gītā 14.22

La vida está llena de altibajos, o, alternativamente, de baches y caídas. A veces, las cosas suben y bajan. Si nos obsesionamos demasiado con cómo resultan las cosas, no podemos concentrarnos en lo que es importante. Cuando nos dedicamos a actividades externas, es relativamente más fácil no dejarnos afectar demasiado por cómo los altibajos de la vida causan baches y caídas en nuestro mundo interior. Estas actividades externas ayudan a minimizar las oscilaciones emocionales que experimentamos internamente. Esto se debe a que las actividades externas nos exigen hacer algo tangible, y esas acciones tangibles o físicas a menudo desvían nuestra atención de la mente. Superando los altibajos emocionales en la meditación.

Sin embargo, cuando intentamos centrarnos en el trabajo interior, como la meditación, se vuelve mucho más difícil desconectarnos de las fluctuaciones emocionales que nos afectan. Por eso, a menudo vemos que lo sucedido el día anterior se repite, a veces como si estuviera en plena acción, en nuestro mundo interior cuando practicamos la meditación. 

Para evitar que estas cosas nos afecten, debemos dejar atrás nuestra obsesión por los altibajos. Debemos usar nuestra inteligencia para reconocer que estas cosas no importan tanto. Aunque a veces ocurren, no duran mucho; y desaparecen pronto; es mejor dejarlas pasar.

El papel de nuestra inteligencia para superar los altibajos puede ser triple. Primero, puede ayudarnos a contenernos para no involucrarnos ni enredarnos en las fluctuaciones emocionales que experimentamos. En esta situación, podemos percibir estos altibajos emocionales como visitantes que pasan por el parque donde estamos sentados. Si no hablamos con ellos, simplemente seguirán su propio camino; puede que nos miren, pero no se acercarán a nosotros por su cuenta. 

La segunda situación es cuando los visitantes se acercan y empiezan a hablarnos. Necesitamos mantener una conversación breve y concisa para que capten el mensaje y se vayan. Si tenemos algo en qué concentrarnos, como mirar un teléfono donde leemos un mensaje o un libro que estamos leyendo, y lo miramos repetidamente, los visitantes que nos acosan captarán el mensaje y se irán. De igual manera, incluso si las emociones oscilantes y distractoras parecen afectarnos, si no les prestamos mucha atención, y aún más importante, si tenemos algo más a lo que prestar atención, esas emociones oscilantes perderán su impulso y desaparecerán. 

La tercera posibilidad es cuando ya estamos enfrascados en una conversación con esos visitantes pasajeros y necesitamos salir de ella. Necesitamos una razón o al menos una excusa para salir de esa conversación. De igual manera, nuestra inteligencia necesita haber preparado de antemano una lista de razones, junto con explicaciones, por las que la meditación es importante para nosotros y por qué este tiempo que tenemos para meditar no debe desviarse hacia otras cosas que podamos atender más tarde. En tales situaciones, nuestra inteligencia puede ser como una tercera persona, algo así como una secretaria que nos recuerda que debemos ir a nuestra próxima reunión, evitando así que la actual se alargue excesivamente.

Cuando seamos capaces de utilizar nuestra inteligencia para desenredarnos de nuestras emociones, entonces podremos concentrarnos diligentemente en nuestra meditación y crecer en nuestra conexión devocional con nuestro Señor, hasta que lleguemos a estar entusiastamente absorbidos en Él —entusiastamente, extáticamente, eternamente absortos en Él—.

Resumen:

·                     Los altibajos del mundo exterior pueden crear baches y bajones en nuestras emociones internas, lo que puede distraernos de la meditación.

·                     Estos baches y bajones a menudo se hacen más notorios, especialmente en términos de las oscilaciones emocionales de nuestra mente cuando estamos tratando de meditar y no tenemos actividades físicas que demanden nuestra atención.

·                     Para deshacernos de nuestra obsesión con estos altibajos emocionales, debemos tratar las emociones como transeúntes en un parque: o bien no hablar con ellas en absoluto, mantener la conversación breve y concisa si nos involucran, o tener una razón para terminar la conversación rápidamente si ya estamos hablando. 

Piénsalo bien:

·                     ¿Por qué el efecto de los altibajos de la vida es más pronunciado durante la meditación?

·                     Explica, utilizando una metáfora, tres estrategias que podemos utilizar para deshacernos de nuestra obsesión por los altibajos emocionales. 

·                     ¿Qué estrategia funcionará mejor para usted para las oscilaciones emocionales típicas que ocurren en su mundo interior?

La Suprema Personalidad de Dios dijo: ¡Oh, hijo de Pāṇḍu!, aquel que no odia la iluminación, el apego ni la ilusión cuando están presentes, ni los añora cuando desaparecen… se dice que ha trascendido las modalidades de la naturaleza - Bhagavad-gītā 14.22

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