En el Mahābhārata
(Śānti-parva 348.51-52) podemos
trazar la historia del Gītā, de la siguiente manera.
Al comienzo
del milenio conocido como Treta-yuga, esta ciencia de la relación con el
Supremo, fue entregada por Vivasvān a Manu. Manu, siendo el padre de la
humanidad, la dio a su hijo, Mahārāja Ikṣvāku, el rey de este planeta Tierra y antepasado de la dinastía Raghu, en
la cual apareció el Señor Rāmacandra. Por lo tanto, el Bhagavad-gītā existió en la sociedad
humana desde la época de Mahārāja Ikṣvāku.
En la
actualidad, han transcurrido cinco mil años de Kali-yuga, que dura 432.000
años. Antes de ésta, estaba Dvāpara-yuga (800.000 años), y antes Tretā-yuga, (1.200.000
años). Así pues, unos 2.005.000 años atrás, Manu habló el Bhagavad-gītā a su
discípulo e hijo Mahārāja Ikṣvāku, el rey de este
planeta Tierra. La era del Manu corriente, se calcula en unos 305.300.000 años
de duración, de los cuales han transcurrido 120.400.000. Aceptando que antes
del nacimiento de Manu, el Gītā fue hablado por el Señor a Su
discípulo, el dios-sol Vivasvān, se estima someramente que el Gītā
fue hablado por lo menos hace 120.400.000 años atrás, y que ha existido en la
sociedad humana por dos millones de años. Fue vuelto a hablar por el Señor a
Arjuna, hace unos cinco mil años. Esa es la estimación somera de la historia
del Gītā,
de acuerdo con el Gītā mismo, y de acuerdo con la
versión del orador, el Señor Śrī Kṛṣṇa. Fue hablado al dios-sol Vivasvān,
porque el es también un kṣatriya y es el padre de todos
los kṣatriyas descendientes del dios-Sol, o los sūrya-vaṁśa-kṣatriyas. Dado que el Bhagavad-gītā es bueno, es el Veda,
hablado por la
Suprema Personalidad de Dios, este conocimiento es apauruṣeya, supra-humano. Puesto que las instrucciones Védicas se aceptan tal como
son, sin interpretación humana, el Gītā debe, en consecuencia, aceptarse sin interpretación mundana. Los argumentadores
materialistas pueden especular sobre el Gītā de distintas maneras, pero ese no
es el Bhagavad-gītā tal como es. Por lo tanto, el Bhagavad-gītā
tiene que ser aceptado tal como es, de la sucesión discipular, y aquí se
describe que el Señor lo habló al dios-Sol. El dios-Sol lo habló a su hijo
Manu, y Manu lo habló a su hijo, Ikṣvāku.
Su Divina Gracia
A.C.Bhaktivedanta
Swami Prabhupāda
Del Bhagavad-gītā tal como es