El sistema varṇāśrama-dharma, tal como se menciona
en las Escrituras, tiene por objetivo obtener la gracia del Señor Viṣṇu. Esa es
la única solución al problema del nacimiento y la muerte. El amenazado sistema varṇāśrama-dharma ha producido una forma
distorsionada, comúnmente conocida como el sistema de castas. El sistema de
castas hoy en día está siendo representado por los políticos, los soldados, los
capitalistas y los trabajadores. Los políticos y los mejores cerebros de
planificación de la raza humana han adoptado la posición de
brāhmaṇas. Es cierto que el brāhmaṇa posee el mejor cerebro para solventar los
problemas de la vida humana, pero los políticos sólo están utilizando la mejor
parte de sus cerebros para llevar a cabo sus propios planes egoístas. Al eludir
las instrucciones del Dios Supremo, lo único que consiguen es crear caos en la
sociedad.
La fuerza militar es una
falsa representación de los kṣatriyas,
cuya labor debería ser proteger a la gente. No obstante, los líderes militares
de cada país están chupando la sangre de las gentes recaudando unos impuestos
altísimos e insoportables, en lugar de dar una protección eficaz.
Los capitalistas, que
representan a los vaiśyas, en lugar
de acumular riqueza para ejecutar la voluntad del Señor Viṣṇu, están amasando
grandes riquezas para su propio disfrute sensual. Como resultado de ello, por
todo el mundo surgen muchos problemas, como por ejemplo, estrategias políticas
para explotar a las masas, etc. Los trabajadores son una representación distorsionada
de los śūdras, que están sirviendo a
los capitalistas bajo la presión de muchos compromisos. Ellos siempre están
reivindicando soluciones al problema del trabajo mediante pactos políticos. El
sistema varṇāśrama-dharma no ha sido
condenado al ostracismo, como quizás algunos desearían, sino que está siendo
representado de forma distorsionada por políticos en la posición de los brāhmaṇas, militares en la posición de
los kṣatriyas, capitalistas en la
posición de los vaiśyas, y
trabajadores en la posición de los śūdras.
El sistema se ha distorsionado por completo por la actitud que ha tomado la
humanidad de querer romper las leyes. Eso está echando a perder la atmósfera de
progreso pacífico en la vida humana. Actualmente, el sistema distorsionado de varṇāśrama-dharma no puede complacer de
ningún modo al Dios Supremo Viṣṇu. Y como consecuencia nadie puede evadirse de
la acción de policía de la madre Naturaleza, por muy experto que sea en la
ciencia material.