Para los materialistas, una
conciencia perfeccionada significa el deseo, o bien de retirarse de las
actividades materiales, o bien de quedarse en un lugar en el que no exista la
influencia de la conmoción de las modalidades de la naturaleza. El río Virajā
está fuera de los límites del mundo material, donde no existen las
perturbaciones de las modalidades de la naturaleza. El mundo material es la
creación de la energía externa de Dios, y Vaikuṇṭha, el mundo espiritual, es la creación de la energía
interna de Dios. Virajā está situado entre el mundo material y el mundo
espiritual. Está fuera de los límites tanto del mundo material como del
espiritual. Sin embargo, la renunciación sin una ocupación positiva es
imperfecta y no puede otorgar al candidato el resultado deseado del amor por
Dios.
El objetivo del Señor
Caitanya es llevar a la gente al mundo espiritual. Por lo tanto, esta
sugerencia de Rāmānanda, que no lleva a quien la sigue hasta la región de Vaikuṇṭha, también fue rechazada por el Señor. Negar las
actividades materiales o perder el interés por las actividades materiales no
quiere decir aceptar las actividades espirituales positivas. Las actividades
espirituales dependen por completo de la comprensión espiritual. La gente que
no tiene una experiencia del mundo espiritual no tiene nada a que apegarse
cuando abandona todas las demás actividades. Deben tener una ocupación
trascendental positiva. De otro modo, la simple negación de las actividades
materiales de la piedad no les ayudará ni en lo más mínimo en la comprensión
espiritual. Por medio de esa renunciación, lo único que harán es crear un vacío
en su vida y en el futuro volverán a sentir atracción por las actividades
materiales, debido a esa carencia de verdaderas ocupaciones espirituales. Esta
clase de comprensión espiritual es otro tipo de concepto impersonal y, por
consiguiente, no es adecuada para el futuro devoto.