Rāmānanda, habiendo
comprendido el deseo del Señor Caitanya, sugirió entonces un proceso
perfeccionado, denominado devoción premeditada (jñāna-miśra-bhakti). Dirigido por un falso
sentido de unidad con la Verdad Absoluta, el filósofo empírico intenta realizar
un estudio analítico del cosmos para encontrar a la Verdad Absoluta. Cuando lo
ha hecho, se llena de alegría como resultado de su autorrealización. Los signos
del estado de iluminación perfecta en la Verdad Absoluta, que promueve a quien
lo alcanza a la etapa del servicio devocional puro a la Personalidad de Dios,
se explican en el Bhagavad-gītā (18.54). Rāmānanda citó ese verso
como un paso adelante basado en renunciar al karma:
brahma-bhūtaḥ prasannātmā
na śocati na kāṅkṣati
samaḥ sarveṣu bhūteṣu
mad-bhaktiṁ labhate parām
na śocati na kāṅkṣati
samaḥ sarveṣu bhūteṣu
mad-bhaktiṁ labhate parām
«El practicante que ha
comprendido que la Verdad Absoluta es el Brahman impersonal no diferenciado no
se lamenta por ninguna pérdida material, ni desea ningún beneficio material. Es
ecuánime con todos los objetos del mundo material, y estas condiciones le hacen
merecedor de ser promovido al servicio devocional a Dios».
Sin embargo, el estado de brahma-bhūtaḥ de conciencia tampoco es un
estado completamente trascendental de existencia espiritual. La conciencia
supramental, tal y como existe en el reino espiritual de Vaikuṇṭha, es una
etapa de desarrollo superior. El estado brahma-bhūtaḥ de conciencia, sin duda alguna, está exento de la
conciencia material burda, y aunque entrar en contacto con la Verdad Absoluta
indica un sentimiento trascendental, no es la verdadera posición trascendental
desde la que se puede tener una experiencia de las actividades de Vaikuṇṭha. Y
como tal, es también externo.
El Señor Caitanya desea que
la entidad viviente se libere de todo tipo de conciencia material, incluyendo
el despojarse del conocimiento empírico y de las actividades fruitivas. Debemos
permanecer en un estado de conciencia pura, pues el más mínimo matiz de
conciencia material es la causa de un concepto impersonal de la Verdad
Absoluta. En todos esos diferentes estados de conciencia material, sólo los
razonamientos imaginarios predominan sobre la Absoluta Personalidad de Dios.
Los esfuerzos por los debates
imaginarios van en detrimento del servicio devocional a Dios, y por tanto,
incluso el estado de liberación mencionado anteriormente es externo. Ese estado
liberado es algo así como el estado de convalecencia posterior a una
enfermedad. Si a una persona convaleciente no se la cuida debidamente, una
recaída en la enfermedad puede echar a perder todo el proceso de recuperación.
En el estado liberado brahma-bhūtaḥ, todavía no se obtiene un
lugar de reposo a los pies de loto de la Personalidad de Dios. Y por lo tanto,
no hay un punto de apoyo y se corre el riesgo de regresar de nuevo a las
actividades materiales. Por lo tanto, también es externo, de modo que el Señor
Caitanya también desestimó la cuarta sugerencia de Rāmānanda.