9. Mantener apegos materiales sobre la base de “yo” y “mío”



Parte II: Las enseñanzas sublimes de Haridās



9. Mantener apegos materiales sobre la base de “yo” y “mío”

Bañado en lágrimas de amor extático, y con la voz embargada, Haridās continuó explicando la última de las ofensas a los santos nombres: “Mi Señor, esta última nāma-aparādha es la peor clase de ofensa. Su presencia restringe el libre flujo del amor divino, prema. Aun después de haber tomado iniciación espiritual, la mayoría de las personas apegadas materialmente no puede abandonar totalmente las designaciones materiales. Ellas mantienen la mentalidad de “yo” y “mío” que las desvía de la senda de la devoción. Las designaciones físicas, tales como ‘Yo soy un brāhmaṇa’, ‘Yo soy un vaiśya, ‘Yo soy un rey’, o ‘Ésta es mi posición, bienes, hijos, nietos y así por delante’ son síntomas de inmadurez espiritual, y son obstáculos al cultivo co­rrecto del servicio devocional. Esa terrible ofensa sólo es superada cuando nos rendimos a los santos nombres.

“Todo devoto debe cesar todos los nāma-aparādhas y rendirse completamente a los santos nombres. De acuerdo con las escrituras, el proceso de rendición posee seis ramas. Está más allá de mi habilidad describirlas en detalle. Con todo, me referiré a estas seis y las pondré delante de Tus pies de loto. El voto de aceptar todo lo que es favorable a la ejecución del servicio devocional; y, asimismo, rechazar cualquier cosa desfavorable; estar convencido de que el Señor Kṛṣṇa siempre dará protec­ción; depender completamente de Kṛṣṇa para todo; sentirse siempre manso y humilde; y arrojarse a los pies de loto de Kṛṣṇa –ésas son las seis ramas de la rendición. El cultivo de servicio devocional solamente es posible mientras estamos vi­vos, por tanto, debemos aceptar solamente aquello que mantiene cuerpo y alma juntos. La vida debe ser amoldada para facilitar el servicio devocional; por tanto, se debe desenvolver un gusto por objetos que estén vinculados al Señor Kṛṣṇa. Simultá­neamente, un disgusto natural por los obstáculos al servicio devocional también se desenvuelve dentro del corazón. El Señor Kṛṣṇa se vuelve el único protector y también el único mantenedor, porque nadie es tan de confianza como Él. Yo, como Su eterno esclavo, soy de alguna forma parte de la familia del Señor Kṛṣṇa, y mi única aspiración es actuar de acuerdo con la voluntad del Señor Kṛṣṇa.

“Se deben abandonar las falsas designaciones tales como brāhmaṇa, śūdra, padre, madre, rey, súbdito, maestro, donador, mantenedor, etc. Abandonen todo apego al dinero, cuerpo, hijos, esposa, etc. En vez de eso, centralicen los apegos y las rela­ciones en torno a Kṛṣṇa, pensando; ‘Él es el verdadero Maestro y Señor, y Su voluntad es mi imperativo. Estoy dispuesto a actuar sólo para realizar el deseo del Señor Kṛṣṇa y ni siquiera pensaré en mis propios deseos. Ajustaré mis quehaceres do­mésticos para la satisfacción del Señor. Por Su voluntad, atravesaré el océano material. Tanto en tiempo de alegría y tristeza permaneceré eternamente como siervo del Señor Kṛṣṇa. Solamente por Su deseo podré volverme compasivo por el sufri­miento de otros. Todos mis momentos de disfrute material y mis humores de austeridad son experimentados solamente debido a la voluntad del Señor’. Cuando estos sentimientos surgen espontáneamente, se alcanza la etapa de atma-nivedana (rendición del alma). Quien es incapaz de aceptar las seis ramas de la rendición es un prisionero del ego falso que siempre está pensando en términos de “yo” y “mío”. Tal persona declara orgullosamente: ‘Soy el amo aquí. Este hogar y familia me pertenecen. Los frutos del trabajo son míos por derecho de trabajo, y soy su disfrutador, ya sean amargos o dulces. Soy mi propio protector y mantenedor. Esta mujer es mi esposa, aquí está mi hermano, éste es mi hijo. Con el sudor de mi frente gano mi propio sustento. El éxito es la recompensa de mis esfuerzos’. Intoxicadas por el egoísmo, esas personas materialistas sobreestiman su habilidad e inteligencia. Los científicos propagan sus teorías y desenvuelven la tecnología para ostentar su negación de la omnipotencia del Señor y aún incluso Su propia existencia. De entre los ateos, ésos son los peores demonios. Ellos dan crédito a los llamados avances de la tecnología científica y por la comodidad que trae. Pero, efectivamente, todo es realizado a través de la voluntad del Señor; eso lo olvidan convenientemente.

“Cuando los ateos oyen sobre las glorias de los santos nombres, no creen. Entretanto, a veces, hasta incluso pronuncian los santos nombres de Kṛṣṇa debido a la presión de las normas sociales, mas como ese tipo de canto está destituido de fe, nunca experimentan bienaventuranza. Tales son los modos estereotipados de engañadores que hacen un mero show de la religión. Por repetir el nombre de Kṛṣṇa, aunque negligentemente, acumulan un poco de piedad, pero son privados del verdadero resultado de cantar, el amor puro por Dios. La causa de su ofensa es el enredo material. Están tan cautivados por la potencia ilusoria que quedan ciegos, y es extremadamente difícil para ellos librarse de su condición ofensiva. Sólo quien adquiere un gusto por el servicio devocional puro se vuelve desganado con la vida material; y, al dejarla, se refugia plenamente en los santos nombres.

“Dejando de lado todos los apegos materiales y aceptando la pobreza voluntaria, se debe adorar humildemente los pies de loto del Señor Kṛṣṇa, tomando pleno refugio en el canto de los santos nombres. Se debe procurar la asociación de sādhus y servirlos sin deseos materiales. Gradualmente su corazón quedará impregnado de atracción por los santos nombres. La menta­lidad egoísta de “yo” y “mío” desaparecerá, y se transpondrá el océano de ignorancia material. Por oír las glorias de los santos nombres, los últimos vestigios de ego falso se disiparán. Los síntomas de un devoto puro, entonces, florecerán en el corazón, y nos dedicaremos a los seis procesos de rendición. Aquel que encuentra completo refugio en los santos nombres es una gran alma, pues se vuelve el receptor del tesoro de kṛṣṇa-prema.

“El pleno beneficio espiritual no se adquiere simplemente por evitar las diez nāma-aparādhas. Estas diez ofensas poseen sus características distintivas; al ser alertados contra ellas, en realidad estamos recibiendo órdenes de implementar positiva­mente las cualidades santas específicas que vuelven a esas aparādhas imposibles. Por tanto, no se debe criticar, sino glorificar, a los vaiṣṇavas santos. Se debe adorar a Kṛṣṇa como el Señor Supremo Absoluto y comprender la excelencia del guru que nos inicia en los santos nombres. Se debe comprender la supremacía de las escrituras que revelan las glorias de los santos nombres y erradicar y destruir el deseo de cometer pecados. Se debe entender dentro del corazón que los santos nombres están eternamente situados en la trascendencia pura y predicar las glorias de los santos nombres solamente a los fieles. Abandonen totalmente las actividades ritualísticas piadosas, y rindiéndose plenamente a los santos nombres, canten sin decepcionar. Cuando, de ese modo, quedamos libres de las ofensas, no volvemos los seres más afortunados. Así, adquirimos todas las bue­nas cualidades y nos cualificamos para recibir la misericordia sin causa del Señor Kṛṣṇa. Muy rápidamente ese canto nos concede el fruto divino de bhāva, la primera etapa de prema. Así, el cantor sin ofensas inmediatamente es promovido de sādhana, o etapa de la práctica, a bhāva, o servicio devocional puro espontáneo. De bhāva surge prema, que, de acuerdo con las escrituras, es el fruto maduro de la devoción pura, el auge de toda perfección. Mi querido Señor Caitanya, resumiste personal­mente el hecho de que si cualquier devoto canta los santos nombres libre de ofensas, rápidamente obtendrá kṛṣṇa-prema.

“Si la persona continúa cantando con ofensas, entonces, a pesar de muchos esfuerzos, nunca alcanzará la devoción pura. El trabajador fruitivo o karmī disfruta de bienaventuranza celestial a través del karma; el jñānī obtiene la liberación como resul­tado del conocimiento empírico; pero la devoción pura por el Señor Kṛṣṇa, que raramente se alcanza, sólo está disponible a través del servicio devocional puro. La bienaventuranza del cielo y la liberación son comparadas a la madreperla, pero la devo­ción pura por Kṛṣṇa es una joya sin precio, la propia perla. Es prerrogativa del ser vivo alcanzar el éxito de sādhana. El sig­nificado de la práctica experta es que se evitan las diez ­nāma-aparādhas.

“Las ofensas a los santos nombres del Señor se disuelven solamente a través del canto constante. Cuando son destruidas así, nunca consiguen reaparecer. Canto constante significa que, más allá de un tiempo mínimo para descansar y otras necesida­des físicas esenciales, debemos cantar durante todas las horas del día con intensa contrición. Ninguna otra penitencia o ritual es tan eficaz como esto. Cuando las ofensas son destruidas, los santos nombres puros florecen en el corazón. Los nombres puros de Kṛṣṇa conceden bhāva y finalmente prema.

¡Oh, Señor Caitanya, humildemente oro a Tus pies de loto para que las diez ofensas en el canto de los santos nombres del Señor nunca tengan lugar en mi corazón. Por favor, bondadosamente permite que yo pueda permanecer inmerso en el néctar del nombre puro”.

El Señor Caitanya dijo: “Mi querido devoto Haridās, las almas condicionadas de la Era de Kali se beneficiarán grande­mente por esta explicación elaborada de las ofensas contra los santos nombres que diste hasta ahora. Eres de hecho un gran partidario leal y ācārya”.

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