Si puedes conseguir algunas
personas educadas que nos ayuden, esa será tu más valiosa contribución.
Queremos masas de hombres que nos ayuden, pero también queremos una clase de
hombres que prediquen con nosotros. Si puedes inducir a algunos estudiantes
inteligentes de las universidades y los colegios secundarios para que asuman
este trabajo de prédica, ello es tan bueno como convertir a cientos de personas
comunes, ya que si pueden traer dos o tres buenos elementos, pueden hacer el
trabajo de muchos otros hombres menos inteligentes.
Carta a Bahulaśva (27 diciembre 1972)
Así que trata de reclutar
algunos hombres entre la clase estudiantil para que se unan a nosotros como los
futuros líderes de nuestra sociedad. Si continuamos expandiéndonos pero no hay
personas cualificadas para guiar, entonces tarde o temprano todo se estropeará.
Carta a Ravīndra-svarūpa dāsa (sin fecha)
No es una exageración decir
que los estudiantes son nuestros mejores futuros devotos.
Carta a Vāmanadeva (12 noviembre 1970)
Sobre la
prédica
No puedes quedarte esperando
una situación favorable. No es posible. Cuando llegué a América, yo no esperé
ninguna situación favorable. Escribí ese primer poema con un sentimiento
de desaliento, algo como: «¿Quién va a
poder aceptar esto?».
Así es la situación. Luego,
por la gracia de Kṛṣṇa, gradualmente se convierte en una situación favorable.
Pero no esperes una situación favorable. Tienes que manejar la situación
desfavorable y convertirla en una situación favorable para la prédica. Eso es
predicar.
Conversación en la habitación, Teherán (10 agosto 1976)
Una vez Prabhupāda vio una fotografía de Balavanta predicando con un
micrófono durante una campaña política. Detrás de él estaban sentados el
alcalde y otro candidato. Balavanta vestía traje y corbata, un brillante tilaka en la frente y el kaṇthī de tulasī en el cuello. Su śikhā
estaba recortada y llevaba el cabello un poco crecido. Su bolsa de japa colgaba del cuello, y mientras
hablaba estaba pasando las cuentas con los dedos.
—Esto es lo que queremos —dijo Prabhupāda cuando vio la fotografía—:
predicar con ropas americanas. Nosotros tendríamos que ser conocidos como «los
Hare Kṛṣṇa americanos».
Entrevista con Gokularañjana dāsa
Una vez Girirāja Swami fue a donde Prabhupāda y le preguntó: —Supongamos
que con el paso del tiempo, mediante mi avance gradual en la conciencia de Kṛṣṇa,
me hago experto en todo. Supongamos que me vuelvo el predicador perfecto y al
mismo tiempo el líder perfecto. ¿Qué debería hacer entonces?
Prabhupāda afirmó: —Tendrías que predicar.
Entrevista con Girirāja Swami
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