47. ¡Eres bienvenido!


En Bombay, un seguidor de Rāmakṛṣṇa visitó a Śrīla Prabhupāda proclamando que Rāmakṛṣṇa había sido una encarnación de Dios. El hombre explicó cómo Rāmakṛṣṇa había salvado a un borracho. Prabhupāda le preguntó si este hecho hacía que Rāmakṛṣṇa fuese una encarnación de Dios. Prabhupāda explicó entonces que él había convertido a millones de borrachos: —Y no simplemente borrachos: borrachos occidentales —agregó—. Por lo tanto, yo soy una encarnación mucho más grande que él.

Diario de Tamāla Kṛṣṇa Goswami

Prabhupāda visitó Gorakhpur en 1971, y estando allí tuvo un intercambio íntimo con sus discípulos.
Cuando le preguntaron cómo debería un devoto decidir entre varias posibilidades de servir a Kṛṣṇa, Prabhupāda le dijo al discípulo que en ese caso tenía que preguntarle a su maestro espiritual. Todavía el discípulo expresó su duda pensando que sus preguntas podrían parecer tontas. Entonces Prabhupāda replicó: —No, inmediatamente le debes preguntar a tu maestro espiritual.
—Entonces me pasaría formulando preguntas todo el día, y usted no tendría tiempo de hacer nada más —dijo el discípulo.
—¡No —dijo Prabhupāda—, eres bienvenido!

Conversación en Gorakhpur, 1971

En Londres en 1969, Trivikrama Mahārāja estaba dando un masaje a Śrīla Prabhupāda. Prabhupāda estaba explicando que Kṛṣṇa tenía forma. Prabhupāda se volvió, puso sus brazos sobre los hombros de Trivikrama y aclaró: —De la misma manera en que Trivikrama tiene forma, Kṛṣṇa también tiene forma.

Entrevista con Trivikrama Swami

Una vez Prabhupāda se acomodó en una habitación pequeña que tenía el techo más alto en el medio que en los costados. A Prabhupāda le gustó mucho la habitación; dijo que le recordaba el cuarto que ocupó en los años cincuenta en el templo de Rādhā-Dāmodara, en Vṛndāvana.
—Para mí esto es complacencia de los sentidos.

Entrevista con Raṇadhīra dāsa

En 1976, en Māyāpura, Śrīla Prabhupāda dio un darśana por la tarde para sus devotos. Alguien trajo dulces y el sirviente los puso aparte. Prabhupāda le preguntó a su sirviente por qué no había repartido el prasāda. El sirviente dijo que habían demasiados devotos en la habitación, así que iba a repartir el prasāda a medida que los devotos se fueran. Prabhupāda respondió rápidamente: —¡Nunca se van a ir!—, y todos los devotos gritaron al unísono: —¡Jaya Śrīla Prabhupāda!

Entrevista con Sura dāsa

La habitación que los devotos de Santa Fe le ofrecieron a Prabhupāda estaba casi vacía y tenía como cama un simple colchón en el suelo. Una tarde, estando Prabhupāda sentado en el colchón, su discípulo Toṣaṇa Kṛṣṇa dāsa notó un insecto caminando por el suelo. El insecto se acercaba al colchón y Toṣaṇa Kṛṣṇa quiso apartarlo, pero Prabhupāda dijo que estaba bien. El insecto se subió y llegó hasta Prabhupāda, quien sonrió y empujó al insecto de vuelta al suelo. De nuevo el insecto se arrastró al colchón y se subió hasta donde estaba sentado Prabhupāda, y de nuevo Prabhupāda lo arrojó al suelo.
—Tendríamos que haber echado insecticida —se excusó Toṣaṇa Kṛṣṇa.
—No, no —dijo Prabhupāda—, simplemente tienen que mantener limpio.

Entrevista con Toṣaṇa Kṛṣṇa dāsa


No hay comentarios:

Publicar un comentario