Todas las glorias a Sītā y Advaita, y a todos los
devotos.
Todas las glorias a la afortunada persona que deja todo
por el Nombre.
El Señor dijo: “Haridāsa, por tu devoción has recibido
todo el conocimiento disponible en el universo. Todos los Vedas están bailando en tu lengua; todas las conclusiones están en
tu discurso. Habla con claridad acerca del rāsa
(sentimiento o dulzura) del Santo Nombre. ¿Cómo obtiene la jīva la calificación para el rāsa
del Santo Nombre?”
Haridāsa, con gran felicidad, dijo: “A través de tu
inspiración los describiré”.
Lo Supremo, el más puro estado, la perfección de la Verdad Absoluta ,
se llama rāsa. Éste rāsa no son las
emociones o los sentimientos del mundo material, sino que es la naturaleza
inherente del Puro Absoluto; es ilimitado, pleno de bienaventuranza, y la más
grandiosa gloria. La Verdad
absoluta revela su matizado carácter a través de sus energías, las cuales son
inseparables de su propia existencia (abhinna).
Sus energías crean el matizado mundo espiritual que es prerequisito para rāsa.
A través de su energía espiritual, Kṛṣṇa revela Su forma,
nombre, dhāma y actividades. Así, la Verdad Suprema es
conocida como Kṛṣṇa en la forma de Syāmasundara, que reside en Goloka-dhāma,
ejecutando Sus dulces pasatiempos con Sus devotos. Así, existen la variedad y
la rāsa en el Señor, debido a Sus energías espirituales, las cuales no pueden
estar separadas o diferenciadas de la sustancia del Señor (abhinna). De esta manera, la Verdad Absoluta
permanece Suprema, íntegra, más allá de la dualidad (akhanda-advaita) y, simultáneamente, se consagra a un mundo
trascendental de bellas formas, actividades y emociones.
La energía de la sombra de la energía espiritual del
Señor se llama māyā. Por la voluntad
de Kṛṣṇa, ésta energía crea el mundo material afuera de la dimensión
espiritual. A través de su jīva śakti,
El crea innumerables almas situadas entre los mundos materiales y espirituales,
(similares) semejantes en cualidad a Kṛṣṇa, pero de tamaño infinitesimal. A
causa de sus cualidades limitantes las jīvas son de dos clases: jīvas enteramente ligadas y jīvas enteramente liberadas. Aquellas
que son enteramente liberadas están calificadas como eternas sirvientes de Kṛṣṇa
en el cielo espiritual, y las que están eternamente ligadas sufren y se dedican
a la sombra material, lejos de Kṛṣṇa. Las jīvas
que habitan en el mundo material son de dos clases: Los que siguen el nombre de
Kṛṣṇa y se asocian con los devotos que irán al mundo espiritual de rāsa por el poder del Nombre, y las que
ignoran a Kṛṣṇa y se afanan sin esperanza, por rāsa en relación con la materia inerte.
La gradual realización de rāsa en el Nombre se compara con la floración de un capullo. El
Nombre es comparado con una flor en capullo, cuando es esparcido a la masa
general de la gente en el mundo. Cuando uno realiza la bella forma de Kṛṣṇa, en
Goloka Vṛndāvana a través del continuo cantar del Nombre el cual se compara con
la flor parcialmente abierta. Al proseguir con el sādhana, cuando las sesenta y cuatro cualidades de Kṛṣṇa son
reveladas en el Nombre, ellos se comparan con la fragancia de la flor medio
abierta. Cuando uno realiza los eternos pasatiempos de Kṛṣṇa en Goloka Vṛndāvana,
la flor está en plena florescencia. Entonces por la misericordia del Nombre,
las energías originales de hlādinī
(bienaventuranza) y samvit
(conciencia), pertenecientes al mundo espiritual, cuya corporificación primaria
es Rādhārāṇī, se unen en la forma de bhakti-devi
y descienden sobre la pequeña jīva
que sólo posee una pequeña porción de la energía de hlādinī y samvit. bhakti-devi, desde el reino trascendental,
revela el pleno rāsa del Nombre a la jīva, y, por su misericordia, la jīva toma su cuerpo espiritual y entra
en los pasatiempos y saborea rāsa.
Hay cuatro ingredientes de rāsa: vibhāva, anubhāva, sāttvika-bhāva y vyabhicārī (sañcārī) bhāva. La mezcla de estos ingredientes produce
rāsa. Vibhāva, la causa general de rāsa, está dividida en ālambana y uddīpana. Âlambana
significa la causa raíz, aquella de la cual depende rāsa. Se divide en āśraya, el recipiente, que es el
devoto; y viṣaya, el objeto, quien es
Kṛṣṇa. Uddīpana, la instigación, está
compuesta por la forma y las cualidades de Kṛṣṇa, que se realizan mediante el
constante cantar. Así, en donde haya ālambana
(Kṛṣṇa y el devoto) y uddīpana (las
cualidades de Kṛṣṇa), se pueden presentar līlā
y rāsa.
Cuando las condiciones de vibhāva sean perfeccionadas, anubhāva
(síntomas eternos de las emociones internas) aparece. Todos estos síntomas se
basan en el amor espiritual, y de ningún modo pueden ser comparados a los
síntomas de amor en el mundo material. Gradualmente, mientras las emociones se
profundizan, aparecen sattvika y vyabhicāri bhāvas (síntomas
adicionales). Por la combinación de estos ingredientes, el stāyī-bhāva inicial (modalidad primaria) del devoto se transforma
en rāsa, plenos sabores espirituales,
la situación de saborear rāsa en el
mundo espiritual es la suprema perfección, la meta última de la jīva, según las escrituras. Hay cuatro
objetivos para el hombre, mencionados en los Vedas: artha, dharma, kāma
y mokṣa. Estos, empero, sirven para
conducir a la meta suprema (parama puruṣārtha)
rāsa. Alguien que esté verdaderamente liberado está calificado para rāsa.
El sendero para alcanzar rāsa es el siguiente: La jīva
que ha desarrollado la fe por el bhakti recibe un vaiṣṇava-guru puro. Ese guru
le da el mahāmantra. La jīva tomará el mantra, sea en la forma
de smaraṇam (recordando el Nombre) o kīrtana (cantando el Nombre)
autorregulándose por el conteo en tulasī-mala.
Gradualmente, mientras su anhelo por el Nombre crece, el aumentará hasta 3 x 64
rondas. De entre las dos formas de seguir el Nombre, kīrtana es la más poderosa, porque en ese proceso se escucha, se
canta y se recuerda, y por ello, los sentidos de la jīva danzan con gozo. Tomando refugio en cualquiera de los nueve
procesos del bhakti, uno progresa en
la devoción, pero de los nueve procesos, cantar es el mejor. Aquellos quienes
sienten atracción por la adoración de la Deidad sólo alcanzarán la perfección dedicándose
también a escuchar y cantar el Nombre. Pero los que tienen una exclusiva
atracción por el Nombre, solamente necesitan dedicarse a escuchar, cantar y
recordar el Nombre. Si uno ejecuta bien estos tres procesos, todos los otros
nueve procesos del bhakti -servir a
los pies de loto, orar, dasya, sakhya,
y ātmānivedana- (redención total)
también se pueden cumplir fácilmente.
Con la fe de que el Nombre y Kṛṣṇa no son diferentes, y
evitando las diez ofensas, los efectos del Nombre serán percibidos. Cantando y
recordando claramente el Nombre, uno encontrará atracción y goce en el Nombre.
Entonces, uno meditará sobre la forma de Kṛṣṇa o seguirá constantemente el darśana de su mūrtī junto con su canto, sondeando más y más profundamente en el
Nombre. Cuando uno haya triunfado en realizar la forma de Kṛṣṇa en el Nombre,
entonces uno meditará sobre las cualidades de Kṛṣṇa mientras canta. Cuando el
Nombre, la forma y las cualidades de Kṛṣṇa se hacen uno en el canto, uno
meditará sobre un pasatiempo de Kṛṣṇa con ayuda de un mantra específico. Cuando todos los cuatro elementos se hacen uno,
empezaremos a percibir rāsa en el
Nombre. Uno perfeccionará el rāsa meditando sobre los óctuples pasatiempos de Rādhā
y Kṛṣṇa en Vṛndāvana. Al ganar nuestro cuerpo espiritual por la misericordia
del guru, participaremos de los
pasatiempos con los asociados de Rādhārāṇī, y, según las instrucciones de los
Sakhis, serviremos a Rādhā y Kṛṣṇa en éxtasis. Este servicio en la modalidad
conyugal es lo más brillante en el mundo espiritual, y es alcanzable para la jīva por la práctica del bhakti. Aún hay estados superiores a
este, pero es imposible describirlos con meras palabras. Estas cosas serán
reveladas por la misericordia de Kṛṣṇa.
Ahora se describe el proceso específico. Para recibir un
cuerpo espiritual en el rāsa
conyugal, uno debe cultivar en su identidad los once artículos específicos:
nuestra relación, edad, nombre, forma, calidad de miembro en un grupo en
particular, vestido, nuestra orden, servicio, esperanza de perfección y la gopi protectora a quien uno le sirve.
Estos artículos se perfeccionan a través de cinco estados. Primero uno se
acercará a un guru que haya realizado
los eternos pasatiempos de Kṛṣṇa y los once artículos del servicio eterno. Al
escuchar los óctuples pasatiempos de Rādhā y Kṛṣṇa, uno inquiere sobre cómo
realizar ese estado. El guru describe
entonces los once artículos por los cuales uno puede participar de los
pasatiempos. Esto se llama sravana-dāsa.
El guru
escogerá entonces la particular identidad espiritual del discípulo, según la
tendencia y atracción del discípulo. Si el discípulo no siente sabor natural de
un bhāva, el puede solicitar otro del guru. Cuando finalmente nuestra
identificación se acomoda, hacemos ante El guru
el voto de nunca dejarla. Esto se llama el varāṇa-dāsa
(aceptar el estado).
El discípulo entonces practicará el recordar en su
corazón su identidad dada. Este smaraṇam
dāsa (estado de recordar) se divide en cinco niveles. Primero, uno trata de
recordar los óctuples pasatiempos, pero la mente va errante. Esto es smaraṇam. Cuando nuestra práctica se
vuelve firme, se llama dhāraṇā.
Cuando uno puede meditar sobre todos los aspectos del objeto deseado, se llama dhyāna, cuando este dhyāna se vuelve continuo se llama anusmṛti. Cuando este se vuelve perfecto, se llama samādhī.
Si estos estados son seguidos progresivamente en smaraṇam, uno llegará rápidamente al
estado de āpana (posesión), en donde
los once artículos son realizados como estado constitucional nuestro. Sin
embargo, si uno está ocupado en hacer una muestra exterior, pero no cultiva la
fijación de su identidad en el interior, no se puede perfeccionar este estado.
Pero el fijar nuestra identidad es natural, puesto que la jīva simplemente ha olvidado su estado natural cuando entra en el
reino y cuerpo materiales, deseando su propio placer; y, proporcionalmente a
nuestro incremento en la práctica de recordar nuestro estado natural, la
proyección y la identificación material disminuirán.
Uno puede alcanzar āpana
dasa a partir de rāgānuga, sādhana,
en donde las prescripciones escriturales son mínimas, o a través de vaidhi-sādhana, en donde la confianza en
las reglas adecuadas de la escritura es predominante. Si uno progresa a través
de los estados de fe, práctica, purificación, firmeza, sabor y vinculación, en vaidhi o en rāgānuga sādhana llega entonces al estado de bhāva, el prema
preliminar. Es en este punto en donde uno alcanza āpana-dasa. En este estado más allá de las categorías de sādhana-bhakti, cuando las reglas
escriturales serán descartadas como abrumadoras para nuestro servicio, las
concepciones de rāgānuga y vaidhi, serán ambas descartadas.
Aquí, se irá nuestra identificación con el cuerpo
material y predominará nuestra identificación con el cuerpo espiritual. En ese
cuerpo espiritual (svarūpa-siddhi)
uno siempre verá a Vṛndāvana y servirá a Rādhā y a Kṛṣṇa. Este estado final se
llama sampatti daśā. Por la
misericordia de Kṛṣṇa, nuestro cuerpo, mente e inteligencia materiales y el ego
falso serán desterrados y apareceremos en un cuerpo espiritual puro, sirviendo
a Rādhā y a Kṛṣṇa junto con sus eternos asociados. La jīva puede alcanzar este quinto estado perfeccionando rāsa, al seguir el Nombre y llegar a
purificarse.
Por lo tanto el jīva
creyente deberá emprender con fe el canto del Nombre, seria y
constantemente, en buena asociación. Tomará la asociación de los vaiṣṇavas superiores, evitará la
asociación materialista, y habitará lejos del resplandor materialista. Por la
fuerza de estos tres artículos, alcanzará su posición de gloria real.
Haridāsa dijo: “Soy bajo, de mente ruin y absorto en el
disfrute material, siempre rehusando la buena asociación. Empero, estoy
implorando una misericordia sin causa para progresar hacia el estado rāsa del bhakti”.
Diciendo esto, Haridāsa cayó inconsciente a los pies de
loto de Śrī Caitanya. El Señor Caitanya dijo: “Escucha Haridāsa, en el futuro
la gente de mente perversa degradará estos íntimos pasatiempos, pero los que
son verdaderamente devotos comprenderán la suprema enseñanza que tú has dado.
Refugiándose en este conocimiento y refugiándose en el Nombre, ellos cantarán
el Nombre y adorarán a Kṛṣṇa alejados de los materialistas. La jīva alcanzará la fe en el bhakti a través del sukrti pasado acumulado, la actividad devocional pasada. Es difícil
para todas los jīvas el obtener bhakti. Pero para ayudar a estas
personas a permanecer fijas en el bhakti,
condúcelas por un sendero directo a casa. He venido a predicar el yuga dharma del Santo Nombre. Tú estás
ayudándome a cumplir esta actividad al describir la plena verdad acerca del
Santo Nombre”.
Quien alcance el pleno néctar de la piedra de toque del Santo Nombre, adorando a Kṛṣṇa con emoción espontánea, alcanza pleno éxito y dicha. Yo un pícaro indigno, que llora, tomo los pies de esa persona y ruego que él distribuya la bienaventuranza y me permita beber sólo una partícula del nectáreo rāsa.
Fin
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