Bg. 17.1 - Ver con los ojos de las Escrituras



Clase de S.G. Vīrabahu Mahārāja
Bhagavad-gītā 17.1
Ciudad de Rosario, Argentina, 5 octubre 1993


Enviado por Gustavo Medina

Muy buenas noches a todos, Hare Kṛṣṇa. Es una feliz ocasión para mí el haber podido regresar acá, a Rosario y ver a los devotos de esta ciudad y a Sus Señorías Śrī Śrī Gaura-Nitāi.

Ya que se encontraban todos aquí esperando, no quiero que la ocasión pase en vano, así que vamos a aprovechar para leer las palabras del Bhagavad-gītā, las palabras de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa y Su asociado íntimo Arjuna y las enseñanzas que otro asociado íntimo, Śrīla Prabhupāda, otro asociado íntimo de Kṛṣṇa nos da acá en el Bhagavad-gītā.

¿Están comenzando con este capítulo? ¿Ya lo dieron o es el que toca? ¿No lo han dado? Entonces están comenzando con el Capítulo 17, es el penúltimo Capítulo del Bhagavad-gītā. Vamos a ver qué nos dice el primer texto.

Ayer también estábamos leyendo antes de la clase del Gītā, leímos la glorificación del Gītā, unos textos de glorificación muy tradicionales que explican la importancia del Bhagavad-gītā, de la lectura del Gītā. Vamos a leerlos también, son muy bonitos.

oṁ namo bhagavate vāsudevāya
oṁ namo bhagavate vāsudevāya
oṁ namo bhagavate vāsudevāya

El Bhagavad-gītā es una obra literaria trascendental que uno debe leer muy cuidadosamente. Gītā-śāstram idam puṇyam yaḥ paṭhet prayataḥ pumān: si uno sigue las instrucciones del Bhagavad-gītā como es debido, puede liberarse de todos los sufrimientos y ansiedades de la vida. Bhaya-śokādi-vivarjitaḥ. En esta vida, uno se librará de todos los temores, y su siguiente vida será espiritual.

Ese es el primer texto del Gītā-māhātmya.

oṁ namo bhagavate vāsudevāya

gītādyāyana-śīlasya
prāṇāyāma-parasya ca
naiva santi hi pāpāni
pūrva-janma-kṛtāni ca

“Si una persona lee el Bhagavad-gītā de un modo muy sincero y con toda seriedad, entonces, por la gracia del Señor, las reacciones de sus fechorías pasadas no actuarán sobre ella”.

oṁ namo bhagavate vāsudevāya

maline mocanaṁ puṁsāṁ
jala-snānaṁ dine dine
sakṛd gītāmṛte-snānaṁ
saṁsāra-mala-nāśanam

“Uno puede limpiarse diariamente dándose un baño con agua, pero si alguien se da un baño siquiera una vez en la sagrada agua del Ganges del Bhagavad-gītā, para él la suciedad de la vida material se elimina por completo”.

oṁ namo bhagavate vāsudevāya

gītā su-gītā kartavyā
kim anyaiḥ śāstra-vistaraiḥ
yā svayaṁ padmanābhasya
mukha-padmād viniḥsṛtā

Como el Bhagavad-gītā lo habló la Suprema Personalidad de Dios, no es necesario leer otra Escritura védica. Uno sólo tiene que oír y leer atenta y regularmente el Bhagavad-gītā. En la era actual, la gente está tan absorta en actividades mundanas, que no le es posible leer todas las Escrituras védicas, pero ello no es necesario. Éste único libro, el Bhagavad-gītā será suficiente porque es la esencia de todas las escrituras védicas, y en especial porque lo expone la Suprema Personalidad de Dios.

oṁ namo bhagavate vāsudevāya

bhāratāmṛta-sarvasvaṁ
viṣṇu-vaktrād viniḥsṛtam
gītā-gaṇgodakaṁ pītvā
punar janma na vidyate

“Aquel que bebe el agua del Ganges, logra la salvación; entonces, ¿qué pude decirse de aquel que bebe el néctar del Bhagavad-gītā? El Bhagavad-gītā es el néctar esencial del Mahābhārata, y lo expuso el propio Señor Kṛṣṇa, el Visnu original” (El Gītā-māhātmya  5). El Bhagavad-gītā emana de la boca de la Suprema Personalidad de Dios, y el Ganges se dice que emana de los pies de loto del Señor Supremo. Desde luego, no hay ninguna diferencia entre la boca y los pies del Señor Supremo, pero al hacer un estudio imparcial podemos apreciar que el Bhagavad-gītā es aun más importante que el agua de Ganges.

oṁ namo bhagavate vāsudevāya

sarvopaniṣado gāvo
dogdhā gopala-nandanaḥ
pārtho vatsaḥ sudhīr bhoktā
dugdhaṁ gītāmṛtaṁ mahat

“Este Gītopaniṣad, El Bhagavad-gītā, la esencia de todos los Upaniṣads, es como una vaca, y el Señor Kṛṣṇa, quien es famoso como pastorcillo de vacas, la está ordeñando. Arjuna es como un ternero, y los eruditos entendidos y devotos puros han de beber la nectárea leche del Bhagavad-gītā”.

oṁ namo bhagavate vāsudevāya

ekaṁ śāstraṁ devakīputra-gītam
eko devo devakīputra eva
eko mantras tasya nāmāni yāni
karmāpy ekaṁ tasya devasya sevā

En los tiempos actuales, la gente está sumamente ansiosa de tener una sola Escritura, un solo Dios, una sola religión y una sola ocupación. Por consiguiente, ekaṁ śātraṁ devakī-putra-gītam, que solo haya una Escritura, una Escritura común para el mundo entero: El Bhagavad-gītā. Eko devo devakī-pūtra eva, que sólo haya un Dios para el mundo entero: Śrī Kṛṣṇa. Eko mantra tasya nāmani, y un solo himno, un mantra, una oración: el canto de Su nombre, Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. Karmāpy ekaṁ tasya devasya sevā, y que sólo haya una ocupación: el prestarle servicio a la Suprema Personalidad de Dios.
                                                 
oṁ namo bhagavate vāsudevāya

El Bhagavad-gītā tal como es, Capítulo 17, Las divisiones de la fe, texto 1.

(Repite palabra por palabra y el público responde)

arjuna uvāca
ye śāstra-vidhim utsṛjya
yajante śraddhayānvitāḥ
teṣāṁ niṣṭhā tu kā kṛṣṇa
sattvaṁ āho rājas tamaḥ

(Repite tres veces el verso)

Significado por Śrīla Prabhupāda.

(Lee palabra por palabra con la traducción)

Traducción

“Arjuna preguntó: ¡Oh, Kṛṣṇa!, ¿cuál es la situación de aquellos que no siguen los principios de las Escrituras, sino que adoran según lo que les dicta su propia imaginación? ¿Están ellos en el plano de la bondad, de la pasión o de la ignorancia?”.

Significado

“En el Cuarto Capítulo, verso treinta y nueve, se dice que una persona que es fiel a un determinado tipo de adoración, paulatinamente se va elevando hacia la etapa del conocimiento, y llega a la etapa más elevada y perfecta de la paz y la prosperidad. En el Decimosexto Capítulo se concluye que, a aquel que no sigue los principios que se establecen en las Escrituras se lo conoce como asura, demonio, y a aquel que sigue fielmente las disposiciones de las Escrituras se lo llama deva, o semidiós. Ahora bien, si uno sigue con fe ciertas reglas que no se mencionan en las disposiciones de las Escrituras, ¿cuál es su posición? Esta duda de Arjuna va a ser aclarada por Kṛṣṇa. Aquellos que crean algún tipo de Dios seleccionando como tal a un ser humano y poniendo su fe en él, ¿están adorando en el plano de la bondad, de la pasión o de la ignorancia? ¿Llegan esas personas a la etapa perfecta de la vida? ¿Es posible que ellas se sitúen en el plano del verdadero conocimiento y se eleven hasta la etapa más elevada y perfecta de todas? Aquellos que no siguen las reglas y regulaciones de las Escrituras, pero que tienen fe en algo y adoran a dioses, semidioses y hombres, ¿tienen éxito en su esfuerzo? Arjuna le está haciendo esas preguntas a Kṛṣṇa”.

SG Virabahu Prabhu: Muy importante pregunta, y pertinente en nuestra época, ya que es la tendencia de mucha gente. En esta época mucha gente dice tener lo que ellos llaman su propia religión. “Yo tengo mi propia religión”. Y en realidad... Anoche estábamos leyendo un texto del Capítulo 6 del Bhagavad-gītā. Era otra pregunta de Arjuna, otra inquietud de Arjuna, que qué pasaba con la persona que se había esforzado en algún tipo de yoga, en algún tipo de religión, de práctica religiosa. Qué pasa con esa persona si no alcanzaba la perfección, si había llegado al final de la vida y no había logrado la perfección, es decir, la santidad. Perfección significa santidad. Entonces anoche, analizando ese texto, esa pregunta de Arjuna, “¿Qué pasa con alguien que no alcanza la perfección?”. Pensamos en este mismo tema que está planteando Arjuna hoy más directamente, y pensamos en el tema que ante una pregunta así, si todos nos vemos ante ese tipo de inquietudes y preguntas, en relación con la vida y la muerte. Pero algunos acudimos a las Escrituras para contestar esas preguntas, y otros como se explica acá, dependen o se apoyan en su imaginación, en lo que se les ocurre en su propia experiencia y se sienten cómodos de esa manera.

Anoche estábamos diciendo que si usted le pregunta, si usted detiene a cualquier persona de la calle, como ahora aquí tenemos la calle tan cerca, podríamos salir y detener a la primer persona que pase. A veces las emisoras de radio, de televisión hacen encuestas de ese tipo y están con el micrófono: “Señor, señorita, deténgase un momento”, y le hace una pregunta. “Sonría a la cámara”. Y si nosotros hiciéramos una encuesta así, decíamos anoche, y le preguntáramos a esa persona: “¿Y usted sabe adónde va uno a la hora de la muerte, al morir?”. Y... No sé, creo que sería una encuesta interesante, no sé si la quieren realizar (Risas). En la ciudad de Rosario, la calle Paraguay. Quizás deberían hacer esa..., a mí me interesaría saber a ver si estoy en lo cierto o no. Me da la impresión que si estoy en lo cierto. Mi experiencia ha sido así, que con la que he hablado, ellos en realidad sienten que saben muy bien lo que pasa. Dicen: “Sí, todo el mundo sabe lo que pasa a la hora de la muerte, uno se va al cielo” (risas). Esa ha sido mi experiencia, usted le pregunta a cualquiera y dice: “Uno se va al cielo”. Y decíamos que uno le puede preguntar: “Bueno, ¿y está seguro”. Y dice: “Sí”.

Si están en un entierro, por ejemplo, de algún ser querido, dicen igual. Uno le pregunta: “¿Y adónde habrá ido Juan?”. “Se fue al cielo, porque era tan bueno, Juan era muy bueno”. Entonces, la muerte tiene esa capacidad como de purificar a la gente, todo el mundo se vuelve bueno después de muerto. Se purifican de todo lo que hicieron (Risas).

Entonces decíamos anoche, se nos ocurrió también, que si uno les pregunta a esas personas: “Pero usted dice que uno se va al cielo”. Dicen: “Sí. Toda la gente buena como yo nos vamos al cielo, al morir nos vamos al cielo”. –“¿Y usted no cree que hay infierno?”. Dicen: “Sí, claro que sí, también creemos que hay infierno”. Decíamos que cualquier persona medianamente religiosa cree que hay infierno también. “Si claro que hay infierno”. –“¿Y para quién es el infierno? Si en general usted dice que la gente se va al cielo, ¿para quién es el infierno?”. Y dicen: “Yo en realidad no sé para quién es el infierno, yo no los conozco, es para gente muy, muy mala, yo no los conozco. Esos son los que aparecen en el periódico, en las últimas páginas de los periódicos, los asesinos, los ladrones, esos yo no los conozco, todos los demás nos vamos al cielo”.

Entonces, ese es el tipo de gente del que está hablando Arjuna justamente en este texto. Aquellos que se guían por su propia imaginación, que están basando sus creencias..., niṣṭhā se dice aquí, niṣṭhā. Esa es una palabra muy importante en nuestra filosofía. Aquí significa “fe”. Están confiados, están tan tranquilos, de inmediato les contestan. Dicen: “¿Qué pasa a la hora de la muerte? Uno se va al cielo”. De inmediato. Eso se llama niṣṭhā, tienen fe, tienen mucha fe en eso. Pero ¿en qué se basa esa fe? Simplemente..., en inglés tienen una expresión: “wishfool thenken”, que no tiene traducción directa al español. Es algo así como “es lo que quisiera”. Es como que lo dicen porque es lo que quieren, ellos quisieran que así fuera y por eso dicen que así va a ser, y creen que por el hecho de que ellos quieren que así sea, va a ser que así sea.

Entonces, todos hemos tenido alguna etapa en la vida en que hemos actuado de esa manera, en que hemos vivido de esa manera. Por eso es importante, o son importantes escrituras tales como el Bhagavad-gītā, escrituras en las que se explica esto, que no debemos depender de nuestra imaginación, de nuestros sentidos imperfectos, especialmente para determinar cosas tan importantes como el resultado, como la meta de la vida de uno. El resultado y la meta de la vida de uno. La vida es algo muy importante, creo que todos lo valoramos así. Pero por ignorancia, aunque sabemos que es algo muy importante, no sabemos cuál es la mejor manera de utilizarla, cómo hacer para utilizarla bien. Cómo utilizar bien la vida, y la gente se guía para ello por su propia imaginación.

Entonces Arjuna le está preguntando a Kṛṣṇa cuál es la posición de esa gente, porque parece que tienen buena..., como decimos, cuando nos detenemos a preguntarles y nos relacionamos con ellos, parecen buena gente. Entonces Arjuna, pues quiere saber. Porque a nosotros también nos entraría la misma duda, ¿será o no será? Qué derecho tengo yo a juzgar a nadie y yo detuve a esta persona, converso con ella y parece razonable las cosas que dicen, resultan razonables y parece una buena persona y tiene que trabajar muy duro para mantener a su familia, y le parece que todo lo que está haciendo está bien.

Mucha gente nos dice así: “Bueno, yo estoy siguiendo lo que aprendí en la casa, yo no le hago mal a nadie”. Recuerdo en un avión, un joven hindú que yendo de Guatemala a México. Venía de Guatemala e iba a México. Estaba en sus vacaciones, estudiaba en los Estados Unidos. Era hijo de un diplomático y era bastante ateo, sorprendentemente bastante ateo. Pero sintió mucha curiosidad por nuestra filosofía y me empezó a hacer preguntas. Él me decía justamente y estaba comiendo, mientras conversábamos estaba comiendo y estaba comiendo carne. Me decía que no estaba seguro, él no sabía si Dios existía o no. Esta filosofía se llama karma-mīmāṁsā, lo que él me empezó a hablar. Él no sabía lo que estaba hablando, pero se llama... Él no sabía que estaba haciendo filósofo en ese momento, y eso se llama karma-mīmāṁsā. Kṛṣṇa habla de esto en el Bhāgavatam.

Nos acercamos..., estamos ahora cerca de la celebración..., otra celebración muy importante en nuestra filosofía de conciencia de Kṛṣṇa, y es la celebración del pasatiempo de Govardhana, del levantamiento de la Colina de Govardhana. Giri-Govardhana ki, jay!!! Es un pasatiempo muy bonito, y en este pasatiempo, los habitantes de Vṛndāvana, se disponían a adorar al Señor Indra, y..., bueno, sería hacer la historia muy larga contarlo todo, pero el asunto es que Kṛṣṇa conversó con Su padre, el padre de Kṛṣṇa, Nanda Māhārāja, era uno de los dirigentes de la comunidad, el rey de la comunidad de Vrāja y uno de los reyes del área, y Kṛṣṇa lo cuestionó que porqué estaban haciendo eso, adorando al semidiós Indra.

Entonces el papá le explicó que el señor Indra es el que maneja, el que dispone, que controla las lluvias y debemos adorarlo en agradecimiento, debemos agradecerle, nada es gratuito, y debemos reconocer y apreciar los dones de la naturaleza y debemos agradecer a cada uno de los semidioses. Entonces, en este caso, él se encarga de las lluvias, y gracias a las lluvias todo florece; gracias a las lluvias tenemos ríos, y tenemos verduras, y tenemos vegetales, etc., y gracias a eso las vacas pueden alimentarse y proveernos de leche. Total, es muy claro que debemos agradecer y esa es una mentalidad correcta. Es verdad, tenemos que agradecer lo que recibimos, como dones de la naturaleza, porque ¿qué haríamos sin esos dones?

Y Kṛṣṇa le dijo: “Sí, es cierto, pero más importante...”. Él quería darle una lección también al semidiós Indra que se mostraba muy orgulloso, y Kṛṣṇa le dijo a Su padre que en realidad eso no era necesario y lo convenció, le empezó a explicar diferentes puntos filosóficos para convencerlo de que detuviera ese sacrificio y más bien adoraran a la Colina de Govardhana que les estaba proveyendo de todas esas cosas que necesitaban para la vida, de todas las cosas necesarias, de los artículos de primera necesidad. Y entre los puntos que Kṛṣṇa le explicó a Su padre Nanda Māhārāja, estaba este principio de esta filosofía karma-mīmāṁsā. Le dijo que si existe Dios, que si está ese Dios, que de todos modos Él está obligado a concedernos todo en base a nuestras actividades. Que si nosotros nos portamos bien y cumplimos con nuestros deberes, Dios está obligado a proveernos de todo lo necesario. Ese es el principio de la filosofía karma-mīmāṁsā, que Dios está obligado, que exista o no exista, no hay que adorarlo.

Entonces este joven me decía así, me decía: “Yo no sé si existe Dios o no, pero lo que sí sé es que de cualquier modo yo estoy bien, yo de todos modos estoy bien, existe Dios o no, yo no tengo ningún problema. Si llega a existir, Él va a estar muy contento conmigo, porque yo no le hago daño a nadie, yo todo lo hago bien”. Entre chomp chomp, entre masticando y masticando, entre bocado y bocado de carne, decía: “Todo lo que yo estoy haciendo está bien, y si existe un Dios, Él se tiene que portar bien conmigo”. Y me decía: “Si en el momento de la muerte, yo seguramente querré ir al cielo, si es que hay tal lugar, a mi me va a tocar eso, porque yo todo lo que hago... yo no le hago daño a nadie”.

Entonces, todo esto es fruto de la imaginación, eso es lo que está diciendo acá Arjuna. Y eso se llama niṣṭhā, esta gente habla con tanta seguridad que casi lo convencen a uno. Casi que lo convencen, o lo ponen en duda, ¿será o no será? Puede ser que sí, que sea muy bueno, que sea un santo, uno no sabe, será o no será. Por eso cuando empezamos nuestro discursos, recitamos, honramos a nuestro maestro espiritual diciendo,

oṁ ajñāna-timirāndhasya jñānāñjana-śalākayā
cakṣur unmīlitaṁ yena tasmai śrī-gurave namaḥ

Que nosotros en realidad no vemos con estos ojos. Nosotros le damos gracias a nuestro maestro espiritual porque nos ha enseñado otra manera de ver que es mucho mejor que la de ver con estos ojos. Estos ojos nos pueden engañar. De hecho, cuando simplemente vemos con estos ojos a una persona que nos habla con ese niṣṭhā, es una fe, una seguridad muy firme, nos hablan con tanta convicción. Este niṣṭhā significa convicción. Nos dice: “Yo en realidad, no le hago daño a nadie, yo vivo bien, más bien ayudo a la gente, no molesto a nadie, todo lo que hago es bueno, no hago nada malo, simplemente cumplo con mis deberes, con mi trabajo, me esfuerzo y no molesto a nadie”. Entonces parece..., estos ojos y estos oídos al ver y oír, la conclusión es que si, esta persona es buena, sin duda que debe ser buena. Según lo que nos dicen estos ojos, esa persona es buena. Y se ve como una persona buena.

Cuando pensamos en el infierno, pensamos en que la gente que va a ir al infierno, inclusive la dibujamos de una cierta manera, y prácticamente la gente que vemos, por lo general nos resultaría difícil mandarla al infierno porque se ven todos tan buenos, con estos ojos se ven tan buenos. Por eso decimos,

oṁ ajñāna-timirāndhasya jñānāñjana-śalākayā
cakṣur unmīlitaṁ yena tasmai śrī-gurave namaḥ

Que en realidad hemos nacido en la más oscura ignorancia y con estos ojos, con estos oídos, con todos estos sentidos, seguimos estando en la más oscura ignorancia, en la más abyecta ignorancia y que por eso nosotros no queremos seguir confiando en la información que nos proporcionan estos sentidos, porque muy fácilmente nos podemos equivocar, y le agradecemos a nuestro maestro espiritual que nos ha enseñado a ver de otra manera, a ver con otros ojos, nos ha dado otros ojos. Eso se llama śāstra-cakṣus, los ojos de las Escrituras. Y eso es lo que está hablando aquí Arjuna. Claro, está hablando de aquellos que no siguen los principios de las Escrituras, que se guían exclusivamente por sus propias experiencias y por su imaginación, por los que se les ocurre, por lo que ellos creen que está bien o que está mal, ye śāstra-vidhim utsṛjya. Rechazan las Escrituras, dicen: “No, eso no es para mí, eso es para gente más ignorante, pero yo con mi lógica puedo determinar lo que está bien y lo que está mal, simplemente en base a lógica, yo no necesito las Escrituras, yo mismo puedo determinar según lo que conozco o según mi experiencia. Yo tengo mucha experiencia en el mundo, he estudiado mucho y soy muy leído de tantas otras cosas, entonces yo mismo quiero llegar a mis propias conclusiones. Yo leo mucho pero no acepto ningún libro como final. Yo hago mi propia síntesis de todo, mi propia síntesis y de acuerdo con eso yo determino que es lo que está bien, qué es lo que está mal”.

Entonces Arjuna está hablando aquí..., con esto que él está diciendo pues nos está recordando de estos dos tipos de personas, unos que ven a través de los ojos de las Escrituras y otros que rechazan las Escrituras. Nosotros, en este movimiento de conciencia de Kṛṣṇa hemos aprendido a ver a través de los ojos de las Escrituras y nuestra fe no es fe ciega. Nuestra fe se basa en que todo lo que creemos, lo indican las Escrituras. No es de nuestra propia imaginación, no es algo que procede de nuestra propia imaginación, ni es algo sentimental, sino que queremos seguir algo autorizado, algo que sea cierto. ¿Cómo sabemos que algo es cierto si procede de nuestra imaginación? ¿Cómo podemos tener tanta fe? Y eso es simplemente la influencia de māyā, por eso aquí se habla de las tres guṇas, en este primer texto, sattvaṁs, rājas y tama. Sattvam aho rājas tamaḥ, la última línea. Menciona las tres guṇas, que influyen sobre nosotros. En este mundo hay ciertas influencias. Vemos que hay gente muy apacible, influida por la modalidad de la bondad. Gente muy apasionada, influidas por la modalidad de la pasión. Y gente muy burda, muy tosca, muy ignorante, influida por la modalidad de la ignorancia.

Entonces estas influencias están ahí obviamente, y mientras uno se encuentra bajo esas influencias, sus conclusiones no son perfectas, no pueden ser perfectas. Nosotros queremos seguir las conclusiones de gente liberada, gente que está por encima de estas influencias ilusorias. Como ven, es verdaderamente una influencia ilusoria, es ilusión, porque ahora que lo estamos aquí analizando con un poquito de neutralidad, de imparcialidad, analizándolo con imparcialidad nos damos cuenta de que es verdad, de que es una posición muy arriesgada y peligrosa, e inclusive casi descabellada, una posición muy descabellada, muy irresponsable, el emitir juicios sobre cosas tan importantes como la vida y la muerte, simplemente con decisiones de cosas que se nos han ocurrido, de nuestra imaginación, sin nada completamente..., sin saberlo a ciencia cierta. Es algo muy peligroso, y digo, todos estaremos de acuerdo en que así lo es, y cómo es posible que existe esta niṣṭhā, cómo es posible que exista esta seguridad, esta convicción en la persona, debido a una ilusión.

Es una ilusión, es el efecto de algún tipo de energía, y eso se llama maya, la energía ilusoria. Es una ilusión, la gente permanece tan tranquila. En el fondo, claro como nadie se atreve o nadie acostumbra a cuestionar estas cosas, entonces la gente cree que está bien, que ese es el sistema, uno cree lo que cree, y lo que yo creo es tan válido como lo que cree cualquier otra persona. Porque todo el mundo cree que todo lo que la gente cree es algo tan ilusorio como lo que él cree. Nadie sabe que hay gente que cree en otras cosas que no son producto de la imaginación de personas imperfectas. Entonces nosotros no queremos depender de esas creencias de personas imperfectas y el Bhagavad-gītā nos invita a que tengamos respuestas perfectas a todas estas interrogantes de la vida, tan inquietantes. En la vida tenemos tantos temores y ansiedades.

Hoy leímos un texto, al principio recitamos un texto del Gītā-māhātmya  que decía que la lectura reiterada del Bhagavad-gītā, la lectura diaria nos va a librar, bhaya-śokādi-vivarjitaḥ, nos va a librar de las ansiedades y de los temores. En esta vida hay tantas ansiedades y temores, pero el Bhagavad-gītā nos va a dar respuestas certeras, respuestas verdaderas y no vamos a tener que estar inventando, imaginando qué será lo que va a pasar después de la muerte. No tenemos que imaginarnos, ni tampoco tenemos que vivir una ilusión, estar viviendo engañados toda la vida, creyendo que estamos viviendo bien y que no le estamos haciendo daño a nadie, que no estamos cometiendo actividades pecaminosas, eso es un peligro. Este tipo de mentalidad tiene el peligro..., esta mentalidad que Arjuna describe en este texto tiene el peligro de que alguien con esa mentalidad, realizan actividades pecaminosas, verdadero pecados, creyendo que está realizando actividades religiosas, no solo buenas, sino religiosas. Actividades divinas, que vienen de Dios. Ese es el peligro de este tipo de mentalidad. La gente que se guía así por su imaginación fácilmente cree que..., realiza actividades pecaminosas, pero porque se guían por su imaginación, creen que son actividades buenas y religiosas inclusive, ese es el peligro.

Así que debemos aprovechar que Śrīla Prabhupāda nos ha dado estas Escrituras y por lo tanto nos ha dado otros ojos, los ojos de las Escrituras, y nosotros analizamos todo según lo que dicen las Escrituras, no según lo que nos dicen los ojos. Claro, utilizamos los ojos para identificar lo que dicen las Escrituras. Entonces de acuerdo a lo que dicen las Escrituras, vemos esas cosas que las Escrituras dicen con los ojos. Las vemos con los ojos. Así que esa es la correcta utilización de los ojos. Si los ojos no son guiados por las Escrituras, nos van a engañar, nos van a dar una información incorrecta. Entonces los ojos no son suficientes, deben ir acompañados por las enseñanzas de las Escrituras, deben ir guiados, así como en la calle el automóvil tiene que ser guiado, hay unas indicaciones, hay señales de tránsito, dibujos en el pavimento, en la carretera, para guiar, así mismo nosotros necesitamos que estos ojos sean guiados por las Escrituras. Y si es así, entonces la información va a ser correcta y vamos a estar por encima de la influencia ilusoria de las modalidades de la naturaleza material.


Bueno, vamos a terminar ahí, si hay alguna pregunta.

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