Sus asistentes más elevados



La vida de Śrī Caitanya Mahāprabhu

Sus asistentes más elevados

A los veintiocho años fue a Bengala, llegando hasta Gauḍa en Maldah. Ahí se encontró con dos grandes personalidades, Rūpa y Sanātana. Aunque descendían de la línea de brāhmaṇas karnaticos, estos dos hermanos resultaron ser semi-musulmanes, por su constante asociación con Hussain Shah, en aquel entonces, emperador de Gauḍa, quien había cambiado sus nombres por Dabir Khas y Sakara Mallik. Su señor los amaba profundamente, pues ambos eran muy versados en lengua persa, árabe y sánscrito, y eran sirvientes leales del Estado. Los dos caballeros no encontraban la forma de ser nuevamente hinduistas y escribieron a Mahāprabhu, mientras Se encontraba en Purī, para que les diera ayuda espiritual. Mahāprabhu les ordenó que fuesen a Vṛndāvana para encontrarse con Él.

Śrī Caitanya regresó a Purī a través de Śāntipura, donde de nuevo se encontró con Su madre. Después de una corta estadía en Purī partió hacia Vṛndāvana, esta vez acompañado por Balabhadra Bhaṭṭācārya. Visitó Vṛndāvana y bajó a Prāyag (Allahabad), convirtiendo a un gran número de Mahometanos al Vaiṣṇavismo mediante argumentos del Corán. Los descendientes de estos conversos al culto Vaiṣṇava todavía son conocidos como Vaiṣṇavas pāṭhānas. Rūpa Goswāmī se encontró con Él en Allahabad, y Caitanya Mahāprabhu le entrenó en la vida espiritual durante diez días, y le pidió que fuese a Vṛndāvana para cumplir varias misiones. Su primera misión fue la de escribir tratados de teología que explicaran científicamente el bhakti y el prema puros. Su segunda misión fue la de redescubrir los lugares donde Śrī Kṛṣṇacandra exhibió sus līlās (pasatiempos) transcendentales para el beneficio del mundo, al final de Dvāpara-yuga.

Después que Rūpa Goswāmī fue desde Allahabad hasta Vṛndāvana, Mahāprabhu fue a Benares. Ahí, Mahāprabhu se quedó en casa de Candraśekhara y tomó Su bhikṣā (alimento) diario en casa de Tapana Miśra. Fue ahí donde Sanātana Goswāmī se reunió con Él y recibió Sus instrucciones en los asuntos espirituales durante dos meses. Los biógrafos, especialmente Kṛṣṇadās Kavirāja, nos han suministrado detalles sobre las enseñanzas que Śrī Caitanya impartiera a Rūpa y Sanātana Goswāmī. Kṛṣṇadās Kavirāja no era un escritor contemporáneo, pero recopiló la información de los mismos Goswāmīs, quienes eran discípulos directos de Mahāprabhu. Jiva Goswāmī, quien era sobrino de Sanātana Goswāmī y de Rūpa Goswāmī, nos ha dejado su obra invaluable: el Saṭ-sandarbha, filosofando sobre los preceptos de su gran líder. Hemos recolectado y resumido los preceptos de Caitanya de los libros de aquellos grandes autores.

Mientras se encontraba en Benares, Caitanya tuvo una entrevista con los sannyāsīs eruditos de ese pueblo en casa de un brāhmaṇa llamado Maratha, quien había invitado a todos los sannyāsīs para una reunión. En esa entrevista, el Señor Caitanya exhibió Su efulgencia que atrajo a todos los sannyāsīs. Luego sobrevino una conversación recíproca. Los sannyāsīs estaban encabezados por Prakāśānanda Sarasvatī, su líder más erudito. Después de una corta controversia, ellos se rindieron ante Mahāprabhu y admitieron que habían sido descarriados por los comentarios de Śaṅkārācarya. Inclusive para un erudito era imposible oponerse a Caitanya por mucho tiempo, pues había un encanto en Él, que tocaba sus corazones y que les hacía llorar, anhelando su avance espiritual. Los sannyāsīs de Benares pronto cayeron a los pies de Śrī Caitanya Mahāprabhu e imploraron Su misericordia (kṛpā). Caitanya les predicó el bhakti (devoción) puro e infundió en sus corazones el amor por Kṛṣṇa, impulsándoles a abandonar los sentimientos sectarios. Después de esta maravillosa conversión de los sannyāsīs, toda Benares se convirtió en vaiṣṇava, llevando a cabo un gran saṅkīrtan con su nuevo Señor.

Después de enviar a Sanātana Goswāmī a Vṛndāvana, Mahāprabhu se dirigió a Purī de nuevo, atravesando las selvas con Su asistente Balabhadra, quien reportó que Mahāprabhu había realizado muchos milagros en el camino hacia Purī, tales como hacer bailar a los tigres y elefantes al escuchar el nombre de Kṛṣṇa.

A partir de Sus 31 años, Mahāprabhu vivió continuamente en Purī, en la casa de Kāśī Miśra, hasta Su desaparición a la edad de 48 años, que tuvo lugar en el templo de Ṭoṭā Gopīnātha en el momento del saṅkīrtana. Durante estos dieciocho años Su vida estuvo marcada por el amor y la devoción. Se encontraba rodeado de numerosos seguidores, todos vaiṣṇavas de alto linaje que se distinguían de la gente común por su carácter puro, su conocimiento, sus firmes principios religiosos y su amor espiritual por Rādhā-Kṛṣṇa.

Mientras Mahāprabhu se encontraba en Nadia, Svarūpa Dāmodara, quien era conocido con el nombre de Purusottamācārya, se unió a Él desde Benares y aceptó servirle como secretario. Ningún poema o trabajo filosófico podía ser presentado ante Mahāprabhu a menos que Svarūpa Dāmodara lo aprobara, considerándolo puro y útil. Rāmānanda Rāya era Su segundo asociado. Él y Svarūpa Dāmodara cantaban mientras Mahāprabhu expresaba Sus sentimientos de adoración. Parāmānanda Purī era Su ministro en lo referente a asuntos religiosos.

Mahāprabhu dormía poco. Sus sentimientos Le llevaban cada vez más lejos en el firmamento de la espiritualidad, mientras Sus admiradores y seguidores Le observaban. Él realizaba Su adoración, se comunicaba con Sus misioneros en Vṛndāvana y conversaba con personas religiosas que venían a verle. Cantaba y bailaba, olvidándose de Su cuidado personal, y a menudo se sumergía en la bienaventuranza religiosa. Todos los que venían a Él, Le veían como el Dios todo atractivo que apareció en el mundo para beneficio de la humanidad. Caitanya amaba a Su madre y de vez en cuando le enviaba Mahāprasāda (alimentos ofrecidos a Kṛṣṇa), con quienes iban a Nadia. Era muy amable por naturaleza. Era la humildad personificada y Su dulce apariencia regocijaba a todo aquel con quien entraba en contacto.

Nombró a Śrī Nityānanda Prabhu como el misionero a cargo de Bengala y envió a seis de Sus discípulos (Goswāmīs) a Vṛndāvana, para que predicaran ahí el amor por Dios. Castigaba a todos los discípulos que se desviaban de la vida religiosa. Esto Lo hizo, por ejemplo, en el caso de Cotta Haridāsa. Nunca vaciló en dar instrucciones apropiadas sobre la vida a quienes lo solicitaban. Esto puede verse en Sus enseñanzas a Raghunātha Dās Goswāmī. Su trato hacia Haridāsa Ṭhākura demuestra de qué forma Él amó a los hombres espirituales y cómo desafiaba la distinción de castas para beneficio de la hermandad espiritual.



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