No podemos volvernos devotos puros sin volvernos devotos


Bhagavad-gītā 7.16

Cuando escuchamos que los devotos puros no le piden a Kṛṣṇa nada material, podemos aspirar a un amor desinteresado similar. Si bien esta aspiración es maravillosa, debemos hacerla realidad gradualmente.
Antes de que podamos tener una relación desinteresada con Kṛṣṇa, primero debemos tener una relación con Él. Y las relaciones se desarrollan sustancialmente al compartir el corazón. Nos guste o no, actualmente nuestro corazón está ocupado en gran medida por cosas materiales porque, después de todo, vivimos en el mundo material y tenemos obligaciones y ambiciones aquí. Si al aspirar a la devoción pura decidimos nunca llevar nuestras ansiedades materiales a Kṛṣṇa, podemos divorciar de Él una parte importante de nuestro corazón, manteniendo así nuestra relación con Él superficial.
En el Bhagavad-gītā ( 7.16 ), Kṛṣṇa menciona que los afligidos lo adoran para obtener alivio. Y lejos de condenar a tales adoradores, los aprecia como piadosos (7.16: sukrtinah ) y de gran corazón (7.17: udaarah ). Es significativo que la angustia puede servir como impulso para el bhaktino sólo al comienzo de nuestra vida espiritual sino también después.
Por supuesto, no debemos permitir que la angustia se convierta en la única razón para practicar bhakti. De lo contrario, podemos dejar de practicarlo una vez que termine la angustia y pensar: "¿Por qué necesito practicarlo?". O si la angustia no termina, pensando: “¿De qué sirve practicarlo?”.
Entonces, si la angustia material nos aflige durante nuestra práctica regular del bhakti, podemos ver la angustia como una oportunidad para intensificar nuestro bhakti. Podemos orar a Kṛṣṇa no sólo para que elimine la angustia, sino también para que nos dé la experiencia de Su refugio a través de Su recuerdo, un refugio que nos permitirá tolerar e incluso trascender la angustia. Es esta comprensión de Su refugio siempre disponible y del amor desinteresado que representa lo que inspirará nuestra devoción a elevarnos hacia la devoción pura.
¡Oh, tú, el mejor de los Bhāratas [Arjuna]!, cuatro clases de hombres piadosos comienzan a prestarme servicio devocional: el afligido, el que desea riquezas, el indagador y aquel que busca conocimiento acerca del Absoluto. Bhagavad-gītā 7.16

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