Bhagavad-gītā 2.62-63
Una pequeña grieta en una presa no es poca cosa. La enorme presión del agua de la presa obliga a que la grieta se agrande hasta que un día mortal toda la presa se desmorona con un fuerte estrépito y provoca un desastre colosal. Todo comenzó con una pequeña grieta reparable que podría y debería haberse solucionado.
El mismo principio se aplica a nuestra vida espiritual. La filosofía espiritual y la cultura devocional del bhakti-yogaconstruyen en nuestra conciencia una presa para controlar el agua de nuestras pasiones inferiores. Este dique tiene dos propósitos: impide que nuestras pasiones fluyan de manera imprudente o inmoral, y redirige esas pasiones hacia compromisos devocionales purificadores y satisfactorios.
Para nuestro firme camino espiritual, esta presa es indispensable. Pero durante nuestro viaje espiritual, no es impenetrable. Las grietas tienden a formarse en él debido a nuestros condicionamientos pasados o nuestras circunstancias presentes o una combinación de ambos. Estas grietas son nuestras inclinaciones revividas hacia los placeres inmorales que nosotros mismos habíamos reprimido antes, es decir, decidido a rechazar. Debido a estas inclinaciones revividas, contemplamos esos placeres, lo que hace que más de nuestras pasiones fluyan por las grietas. A medida que las grietas se agrandan debido a este flujo, aún más pasiones comienzan a fluir, desatando así un ciclo fatal que termina en un poderoso desastre. Cuando toda la presa se derrumba, nuestras pasiones nos impulsan a acciones inmorales, incluso bestiales, que pueden contaminar nuestra integridad devocional, arruinar nuestras relaciones sagradas y arruinar toda nuestra vida.
El Bhagavad-gītā (2.62-63) describe esta aterradora espiral desde la pequeña grieta de la contemplación hasta el poderoso estallido de la depravación. Todo comienza con una pequeña grieta reparable, una tentación menor a la que se puede y se debe resistir.
Si podemos convencernos de que una pequeña grieta no es una cosa pequeña, podemos ahorrarnos toneladas de problemas.
Al contemplar los objetos de los sentidos, en la persona se desarrolla el apego a ellos, de ese apego nace la lujuria, y de la lujuria surge la ira. – https://vanipedia.org/wiki/ES/BG_2.62
De la ira surge la ilusión completa, y de la ilusión, la confusión de la memoria. Cuando la memoria se confunde, se pierde la inteligencia, y al perder la inteligencia, uno cae de nuevo al charco material. – https://vanipedia.org/wiki/ES/BG_2.63
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