Sea un líder de la mente, no su animador


Bhagavad-gītā 2.63

Soñador. Es tan fácil. Tomarnos las cosas con calma en nuestra vida mental es una de las distracciones más engañosas de la vida. Tendemos a pensar que no hay nada malo en divagar con la mente porque ni nosotros ni las personas que nos rodean ven que sucede algo adverso. Cuando nos dejamos llevar por una falsa sensación de complacencia, a menudo dejamos que nuestra mente se entregue a fantasías que violan nuestra integridad moral y espiritual. Mientras la mente profana nuestra santidad interior, nosotros permanecemos al margen como espectadores pasivos y, a veces, incluso como animadores activos.
De vez en cuando, nuestra conciencia nos reprocha nuestras fantasías perversas, pero nuestra mente las silencia con el subterfugio: “Todo esto está sólo en la imaginación. Nunca harías esto en la vida real. ¿Entonces, para qué molestarse?"
La sabiduría del Gītā nos ayuda a comprender por qué debemos preocuparnos. El Bhagavad-gītā (2.62-63) indica que el camino de lo mental a lo físico es una pendiente resbaladiza en la que podemos resbalar y caer en cualquier momento. Nuestras fantasías perversas pueden impulsarnos, incluso en contra de nuestras mejores intenciones, a acciones imprudentes que pueden convertir nuestras vidas en pesadillas.
Para evitar tales pesadillas, la sabiduría del Gītānos insta a impedir que nuestra mente se entregue a ensoñaciones inmorales. Afortunadamente, esto no requiere que tranquilicemos la mente, una tarea que es difícil, incluso imposible. En cambio, la sabiduría del Gītā nos pide que dirijamos las expediciones de la mente hacia un mundo interior alternativo: el mundo de Kṛṣṇa. Al aprender sobre la gloria y la belleza de Kṛṣṇa, podemos ocupar nuestra mente positivamente en Kṛṣṇa, explorando, experimentando y expandiendo nuestra gozosa relación devocional con Él.
Con el tiempo, tal compromiso mental con Kṛṣṇa transforma por completo nuestra dinámica interna - en lugar de ser los animadores de la mente, nos convertimos en su líder, y ella se convierte en la animadora de Kṛṣṇa y de nuestro servicio a Él.
De la ira surge la ilusión completa, y de la ilusión, la confusión de la memoria. Cuando la memoria se confunde, se pierde la inteligencia, y al perder la inteligencia, uno cae de nuevo al charco material.Bhagavad-gītā 2.63

No hay comentarios:

Publicar un comentario