Bhagavad-gītā 4.34
Espiritualidad lógica – Nutre tu devoción
Un coche funcional necesita tener tanto un acelerador como un freno. Mientras conducimos, cuando vamos por el camino correcto, podemos pisar el acelerador para ir más rápido. Y cuando nos desviamos, podemos utilizar el freno para detenernos y corregir nuestro rumbo.
El mismo principio se aplica a nuestro viaje espiritual en el que nuestro cuerpo-mente es como un vehículo, la fe es el acelerador y la duda es el freno. El Bhagavad-gītā (4.34) señala esta complementariedad cuando nos insta a buscar la verdad combinando una actitud de servicio sumisa (análoga a la fe) y un espíritu inquisitivo (análogo a la duda). La fe nos ayuda a avanzar por el camino con confianza y rapidez. Pero si la fe es todo lo que tenemos –si la fe no está equilibrada por un pensamiento cuidadoso y crítico– podemos seguir crédulamente un camino que no nos lleve a la iluminación, sino a la ilusión. Necesitamos complementar la fe con la duda, equipándonos así para evaluar diversas afirmaciones de verdad.
Un vehículo con sólo el acelerador y sin freno puede ir rápido en la dirección correcta, pero si se desvía, también puede ir rápido en la dirección equivocada. De manera similar, si sólo tenemos fe y no dudamos, iremos rápido no sólo por el camino sabio sino también por el camino imprudente. Un vehículo con solo freno y sin acelerador irá muy lento o puede que no llegue a ninguna parte. De manera similar, si sólo tenemos dudas y no tenemos fe, nos condenaremos a la parálisis por el análisis y no podremos seguir ningún camino espiritual.
Conclusión:
En nuestro camino espiritual, la fe es como el acelerador que podemos usar para ir rápidamente por el camino correcto y la duda es como el freno que podemos usar para evitar ir por el camino equivocado.
Piénsalo:
· En nuestro viaje espiritual, ¿en qué se pueden comparar la fe y la duda con el acelerador y el freno?
· ¿Qué pasa si nos falta fe o duda?
· ¿Cómo podemos usar tanto la fe como la duda?
Tan sólo trata de aprender la verdad acudiendo a un maestro espiritual. Hazle preguntas de un modo sumiso y préstale servicio. Las almas autorrealizadas pueden impartirte conocimiento, porque han visto la verdad. - Bhagavad-gītā 4.34
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