La felicidad no se encuentra en recolectar y consumir, sino en conectar y contribuir


Bhagavad-gītā 5.21

Clave de la felicidad
La cultura consumista actual controlada por las corporaciones nos hace creer que nuestro éxito y felicidad se definen por cuánto recolectamos y cuánto consumimos: cuántas chucherías, aparatos y productos de estilo de vida tenemos.
Sin embargo, recolectar y consumir realmente no toca nuestro corazón, mucho menos satisfacerlo. Excitan nuestra mente y nuestros sentidos, y esa excitación se siente mejor que la monotonía de las rutinas diarias de nuestra vida. Pero, ¿obtener esa excitación es el propósito de nuestra vida? ¿Eso contará cuando estemos a punto de morir y nos preguntemos qué hicimos con nuestra vida? ¿Haber bebido una gran cantidad de botellas de buen vino es un legado que vale la pena dejar?
La sabiduría del Gītā explica que nuestra vida está destinada a algo mucho mejor, mucho más grande - está destinada a conectarnos y contribuir. Somos almas que estamos en un viaje de múltiples vidas de evolución espiritual. Somos partes del todo atractivo supremo, Kṛṣṇa. Cuando conectamos con Él, experimentamos un profundo enriquecimiento inmaterial que nos inmuniza contra los numerosos placeres impuros que nos engañan y distraen. Al estar así estabilizados, podemos conectarnos mejor con los demás y tener relaciones satisfactorias con ellos. Y al estar purificados por nuestra conexión con lo divino totalmente puro, podemos usar mejor los talentos que Dios nos ha dado para hacer contribuciones constructivas en el mundo. Cuando nuestros esfuerzos marcan una diferencia positiva incluso en la vida de una persona, eso proporciona una satisfacción que reemplaza la excitación del mayor coleccionismo y consumo.
De manera pertinente, el Bhagavad-gītā(5.21) afirma que cuando nos desapegamos de los placeres mundanos y nos concentramos en conectarnos con nuestro lado espiritual, saboreamos una alegría inagotable. Y estando así conectados y purificados, contribuimos al bienestar de todos (5.25).
Cuando aprendemos a concentrarnos en conectarnos y contribuir, en lugar de obsesionarnos con recolectar y consumir, todos podemos crear una vida mejor para nosotros mismos.
Piénsalo:
· ¿Por qué recolectar y consumir no nos satisface?
· ¿Cómo nos satisface conectarnos?
· ¿Cómo nos satisface contribuir?
Una persona así de liberada no se ve atraída al placer material de los sentidos, sino que, más bien, siempre está en trance, disfrutando del placer interno. De ese modo, la persona autorrealizada disfruta de una felicidad ilimitada, ya que se concentra en el Supremo. – Bhagavad-gītā 5.21

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