Cuanto más conscientes seamos de dónde está nuestra conciencia, más podremos aprovechar el poder de nuestra conciencia


Bhagavad-gītā 6.26

Atención plena
Siempre somos conscientes, pero no siempre somos conscientes de dónde está nuestra conciencia. Nuestra conciencia es nuestro recurso más infravalorado. Todo lo que hacemos, aprendemos, experimentamos o disfrutamos, todo ocurre a través de nuestra conciencia.
A menudo buscamos mejores cosas que hacer, aprender, experimentar, disfrutar, pero rara vez intentamos mejorar el medio a través del cual accedemos a todas esas cosas - nuestra conciencia. Y ese descuido socava todos nuestros esfuerzos por una vida más plena. Supongamos que tenemos comida deliciosa. Sin embargo, si nuestra conciencia está llena de resentimiento, no podremos disfrutar mucho de esa comida.
Para valorar nuestra conciencia, primero debemos tomar conciencia de dónde está. Exhortándonos a volvernos conscientes, el Bhagavad-gītā (6.26) nos insta a darnos cuenta de cuando nuestra conciencia se desvía y a reenfocarla de manera experta. Cuando aprovechamos así el poder de nuestra conciencia, podemos enriquecer todas las áreas de nuestra vida. Si podemos estar atentos mientras estudiamos, podremos aprender mucho más. Si podemos ser conscientes de las muchas bendiciones que tenemos, podremos estar mucho más contentos. Y el máximo enriquecimiento llega cuando nos volvemos espiritualmente conscientes, porque sólo lo espiritual perdura.
El crecimiento espiritual se centra en volvernos más conscientes - conscientes de dónde está nuestra conciencia, dónde puede realizarse más y cómo llevarla allí. La sabiduría del Gītā revela que el objeto más enriquecedor para nuestra conciencia es la realidad última y todo atractiva, Kṛṣṇa. Él es la encarnación y cumplimiento de todo lo que anhelamos (7.19); todo lo que anhelamos refleja sólo una chispa de su esplendor (10.41). El tradicional proceso del bhakti-yoga nos proporciona muchos canales accesibles para dirigir nuestra conciencia hacia Kṛṣṇa.
Cuando nuestra conciencia habitualmente descansa y se regocija en Kṛṣṇa, saboreamos un gozo interminable.
Piénsalo:
· ¿Cómo no somos conscientes de nuestra conciencia? ¿Por qué eso importa?
· ¿Cómo puede aprovechar el poder de nuestra conciencia enriquecer diversas áreas de nuestra vida?
· ¿Cómo puede la práctica del bhakti-yoga ofrecernos el mayor enriquecimiento?
De lo que sea y de dondequiera en que la mente deambule debido a su naturaleza vacilante e inestable, uno debe sin duda apartarla y ponerla de nuevo bajo el control del yo. – Bhagavad-gītā 6.26

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