¿Es el cuerpo un campo de juego para la pasión o un templo para la devoción?


Bhagavad-gītā  6.18

Nuestra cultura, con sus películas románticas y fotografías eróticas, describe el cuerpo como un campo de juego para la pasión, especialmente la pasión sexual.
¿Pero son ciertas estas representaciones populares del cuerpo?
No. He aquí por qué.
En primer lugar, el cuerpo es un patio de recreo extremadamente pequeño. No importa lo que los medios de comunicación representen en sus glamorosas ilusiones, en la vida real la capacidad del cuerpo para disfrutar de placeres sexuales apasionados es permanentemente limitada.
En segundo lugar, el cuerpo es un patio de recreo lleno de acequias y pantanos. Así como caer en una zanja puede romperse los huesos, el cuerpo, al ser muy frágil, puede sucumbir a accidentes e infecciones en cualquier momento, tanto más cuando la gente lo utiliza para buscar placeres apasionados indiscriminadamente. Y así como un pantano absorbe a una persona, la mayoría de los placeres apasionados nos vuelven impotentes, incontrolables e irresistiblemente adictos a ellos.
Así, debido a la pequeñez y peligrosidad del patio de juegos corporal, sus representaciones populares son peligrosamente falsas.
La sabiduría del Gītā nos ofrece una visión más realista del cuerpo - como templo de la devoción. El Bhagavad-gītā ( 6.18 ) indica que usar el cuerpo para conectarnos con Kṛṣṇa a través del yoga puede liberarnos de todas las miserias. ¿Cómo? Ayudándonos a alcanzar el nivel espiritual de conciencia. Allí, nosotros, como almas, podemos deleitarnos eternamente en nuestra conexión devocional con Kṛṣṇa, la reserva de toda felicidad.
Para utilizar el cuerpo como templo, ¿tenemos que renunciar a todos los disfrutes materiales? No, el mismo verso del Gītā indica que sólo necesitamos regularlos. La regulación garantizará que las pasiones materiales no nos alejen de nuestras búsquedas devocionales. Y también nos proporcionará una alegría material refinada que es más duradera y satisfactoria que la que ofrece la pasión.
Así, al utilizar el cuerpo como templo de devoción, nos beneficiaremos material y espiritualmente.
Cuando el yogī disciplina sus actividades mentales mediante la práctica del yoga y se sitúa en la trascendencia —libre de todos los deseos materiales—, se dice que él está bien establecido en el yoga. – Bhagavad-gītā 6.18

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