Bhagavad-gītā 10.19
Algunas personas argumentan: “Dios es tan grande que Su gloria no se puede expresar con palabras; es inefable. Verbalizar Su gloria lo limitaría”.
En primer lugar, este argumento es fundamentalmente defectuoso porque exige efabilidad para afirmar inefabilidad, es decir, utiliza palabras para afirmar que Dios está más allá de las palabras, lo que implica que algo acerca de Él –Su supuesta inefabilidad– puede describirse con palabras.
Además, como Dios es el soberano universal, Su jurisdicción se extiende a todas partes, incluso al ámbito de lo enunciable. Lo que limita a Dios, entonces, no es la verbalización, sino el argumento que lo relega al ámbito no verbalizable.
La comprensión verdaderamente ilimitada de Dios es que Su gloria abarca tanto lo enunciable como lo inenunciable. Es decir, las palabras pueden expresar Su gloria, pero no en su totalidad.
Las palabras que se utilizan para glorificar a Dios constituyen herramientas indispensables para que podamos acceder a Él. Cuando lo glorificamos con palabras, ese servicio devocional verbalizado nos conecta tangiblemente con Él. Esta conexión purifica e impulsa nuestra conciencia al nivel espiritual donde podemos saborear experiencialmente incluso Su gloria no verbalizable. Pero si afirmamos que Dios está completamente más allá de la verbalización, creamos un abismo innecesario, incluso infranqueable, entre Él y nuestro actual nivel material de conciencia, que se encuentra principalmente en el ámbito verbalizado.
El relato del décimo capítulo del Bhagavad-gītā transmite cómo las palabras aumentan nuestra conexión con Dios. Arjuna, después de aceptar la posición suprema de Kṛṣṇa ( 10.13-14 ), afirma ( 10.15 ) que ni siquiera los seres suprahumanos, como los dioses, pueden conocer a Kṛṣṇa. De este modo, indica que la gloria de Kṛṣṇa es tan grande que ni siquiera puede ser comprendida, y mucho menos verbalizada. Sin embargo, posteriormente no rechaza toda verbalización. En cambio, solicita fervientemente ( 10.18 ) que Kṛṣṇa pronuncie detalladamente Su gloria, pues el néctar de tales palabras es infinitamente delicioso. Kṛṣṇa acepta esa solicitud con aprobación y alegría ( 10.19 ), pronunciando palabras que revelan aún más Sus glorias y, de ese modo, nos ayudan a acercarnos a Él.
La Suprema Personalidad de Dios dijo: Sí, te hablaré de Mis esplendorosas manifestaciones, pero sólo de aquellas que son resaltantes, ¡oh, Arjuna!, pues Mi opulencia es ilimitada. –
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