Bhagavad-gītā 11.1
Los milagros forman parte integral de la tradición de las religiones del mundo. Las intervenciones milagrosas de Dios para proteger a Sus devotos asediados fortalecen la fe no sólo de esos devotos, sino también de muchas generaciones posteriores de devotos. En el Mahābhārata, por ejemplo, Kṛṣṇa interviene en varias ocasiones para proteger a los virtuosos Pāṇḍavas.
Sin embargo, justo antes de la culminante guerra de Kurukṣetra, cuando Arjuna se derrumba ante la perspectiva de un derramamiento de sangre fratricida, Kṛṣṇa no recurre a demostraciones milagrosas de Su poder para restituir a Arjuna en su deber. Lejos de eso, Kṛṣṇa se embarca en una rigurosa discusión filosófica sobre la naturaleza y el propósito de la existencia, una discusión centrada en el dharma, el papel del individuo, el alma, dentro del todo, Kṛṣṇa. Esta profunda educación elimina por completo las ilusiones de Arjuna, como informa al comienzo del capítulo once ( 11.1 ).
Sólo después de eso, como demostración suplementaria de la supremacía de Kṛṣṇa, Arjuna le pide que exhiba Su forma universal. La teofanía resultante, una visión sobrenatural en la que Kṛṣṇa exhibe Su forma asombrosa, imponente y omnipresente, es una de las mayores revelaciones místicas de la religión mundial.
Pero, significativamente, después de esta revelación, tanto Arjuna como Kṛṣṇa vuelven a una discusión filosófica seria que continúa durante los siguientes seis capítulos. Hacia la conclusión del Bhagavad-gītā, Kṛṣṇa no pide que se crea en Él basándose en Sus revelaciones milagrosas. En cambio, pide ( 18.63 ) que se debata debidamente Su mensaje.
Arjuna tampoco afirma que su fe en Kṛṣṇa se base en esa revelación. Antes de la manifestación de la Forma Universal, Arjuna ya había expresado su fe en el décimo capítulo ( 10.12 – 10.15 ) después de escuchar la profunda sabiduría filosófica del Bhagavad-gītā, especialmente su esencia de cuatro versos ( Chatur-shloki Bhagavad-gītā 10.08 – 10.11 ).
Así, el Bhagavad-gītā, a través del ejemplo de Arjuna, instruye a los buscadores a construir su fe no dando una importancia indebida a los milagros, sino dando la debida importancia a la sabiduría filosófica.
Arjuna dijo: Por haber oído las instrucciones que has tenido a bien darme acerca de estos asuntos espirituales que son de lo más confidenciales, ahora mi ilusión se ha disipado. – Bhagavad-gītā 11.1
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