Bhagavad-gītā 11.34
El éxito no solo requiere talento, sino también temperamento. Muchas personas talentosas se derrumban bajo presión debido a su temperamento débil. Si bien el temperamento tiene muchos componentes, su característica definitoria es la capacidad de mantener las cosas en perspectiva y no dejar que el calor del momento nos distraiga.
La sabiduría del Bhagavad-gītā nos ayuda a mantener nuestra perspectiva ampliando y concentrando nuestra visión. Amplía nuestra visión al ayudarnos a comprender que nuestro ser interior es inviolable: somos almas eternas indestructibles ante cualquier cosa material. Tenemos una existencia mucho mayor que la vida entera de nuestros cuerpos físicos, y mucho menos que cualquier momento particular de esta vida.
Cuando empezamos a sentirnos intimidados por un gran momento, podemos recordar que hemos vivido muchos momentos que parecen trascendentales. Si mantenemos así la perspectiva general en mente, podemos evitar que el momento nos aplaste o nos deje llevar.
Al mismo tiempo, la sabiduría del Gītā concentra nuestra visión al redefinir el presente como una oportunidad para expresar el amor inmortal. Como seres conscientes, el anhelo de amar y ser amados es nuestro anhelo más profundo. Cuando trabajamos motivados por el amor, nos sentimos inspirados a hacer lo mejor que podamos como ofrenda de nuestro amor.
El amor puro se evoca mejor en nosotros cuando dirigimos nuestro amor hacia el objeto eterno y totalmente puro de amor, la Persona Suprema y sumamente atractiva, Kṛṣṇa. Cuando dirigimos nuestro amor de esa manera practicando bhakti-yoga y esforzándonos por servirlo a través de nuestro trabajo, nos damos cuenta cada vez más de que estamos protegidos por Su amor y fortalecidos por Su omnipotencia, como le asegura a Arjuna en el Bhagavad-gītā (11.34). Al estar calmados y animados por esta comprensión, podemos ofrecerle lo mejor en todas nuestras actividades.
Al vivir así en la seguridad y la energía de la percepción espiritual, podemos desarrollar un temperamento imperturbable, traduciendo así el talento en logros.
Drona, Bhīṣma, Jayadratha, Karṇa y los demás grandes guerreros ya han sido destruidos por Mí. De modo que, mátalos y no te perturbes. Simplemente lucha, y habrás de derrotar a tus enemigos en la batalla. – Bhagavad-gītā 11.34
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