El estudio de las Escrituras nos ayuda a diferenciar nuestras necesidades auténticas de nuestras necesidades artificiales


Bhagavad-gītā 14.11

A menudo sentimos que necesitamos muchas cosas materiales. Pero cuando trabajamos para conseguirlas, e incluso cuando las conseguimos, no nos satisfacen. Al contrario, nuestras necesidades parecen multiplicarse. Y por mucho que consigamos, seguimos sintiéndonos insatisfechos porque aún nos queda mucho por conseguir.

Para protegernos de esta insatisfacción incurable, necesitamos diferenciar entre nuestras necesidades auténticas y nuestras necesidades artificiales. Sin embargo, no podemos conocer nuestras necesidades auténticas sin conocer nuestro yo auténtico.

El Bhagavad-gītā revela ese ser auténtico. Explica que somos almas, partes eternas del todo atractivo, Kṛṣṇa. Actualmente, los seres espirituales existimos en cuerpos materiales; por lo tanto, tenemos necesidades tanto espirituales como materiales.

Desafortunadamente, nuestra mente está obsesionada con lo material y nuestra cultura es agresivamente materialista. Debido a la imaginación mental y a la idealización cultural, nos inflamamos con ansias de cosas materiales que no son realmente necesarias, y comenzamos a confundirlas con nuestras necesidades. Esta percepción errónea es característica de la modalidad de la pasión de la naturaleza.

El estudio regular del Bhagavad-gītā nos ayuda a elevarnos a la modalidad de la bondad, mediante la cual podemos percibir nuestro mundo interior con mucha más claridad. El Bhagavad-gītā (14.11) indica que en la bondad, los sentidos se iluminan con conocimiento. Esto nos permite observar y evaluar qué deseos dejar entrar en nuestra consciencia y cuáles mantener fuera. Con la calma y la claridad que emanan de la bondad, podemos diferenciar entre nuestras necesidades auténticas y nuestros anhelos inducidos artificialmente.

En última instancia, nuestro anhelo más profundo es la fuente de amor, nuestro eterno Señor, Kṛṣṇa. El bhakti-yoga atiende este anhelo conectándonos con Él. Cuando estamos así conectados, no nos sentimos privados de rechazar los antojos superficiales; al contrario, como la práctica del bhakti satisface nuestras necesidades auténticas, nos sentimos cada vez más enriquecidos.

Las manifestaciones de la modalidad de la bondad se pueden experimentar cuando todas las puertas del cuerpo están iluminadas por el conocimiento. – Bhagavad-gītā 14.11

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