Nuestros sentimientos no siempre son nuestros sentimientos


Bhagavad-gītā 14.22

El Bhagavad-gītā (14.22) señala un fascinante ejercicio mental que implica asumir el rol de observador de nuestros sentimientos. Entendamos los porqués y los cómos de este ejercicio mental.

A veces, nuestra mente se ve inundada de sentimientos negativos, como la ira hacia un compañero irritante o la desesperanza ante un problema irresoluble. Cuando surgen estos sentimientos, solemos identificarnos con ellos, dejarnos llevar y actuar de maneras que luego lamentamos. O, al enfrentarnos a ellos repetidamente, empezamos a preocuparnos: "¿Por qué me asaltan estos sentimientos? ¿Por qué tengo que luchar contra ellos tan a menudo? ¿Por qué no puedo vencerlos de una vez por todas?". Estos sentimientos negativos nos aprisionan en un modo de funcionamiento de bajo rendimiento y autocompasión.

La sabiduría del Bhagavad-gītā nos libera de este bajo rendimiento atacando su raíz: nuestra identificación errónea con nuestros sentimientos. Podemos desafiar y contrarrestar esta identificación errónea asumiendo, como recomienda este verso del Bhagavad-gītā, el rol de observadores de esos sentimientos. Al observarlos desapasionada e inteligentemente, descubriremos que no suelen ser expresiones de nuestros valores auténticos ni de nuestras profundas preocupaciones; expresiones que deben abordarse con cuidado. Nos daremos cuenta de que la mayoría son meras proyecciones de modas sociales cambiantes y estados de ánimo individuales; proyecciones que podemos y debemos ignorar firmemente.

Observar nuestros sentimientos materiales será difícil mientras dependamos de ellos para nuestra gratificación. Por eso, cuanto menos nos deleitemos en el goce material y más disfrutemos de la plenitud espiritual, más fácilmente podremos observarlos.

Cuando reconocemos así que muchos de nuestros sentimientos no son en realidad nuestros sentimientos, enormes cantidades de nuestra energía interior se liberarán para servir a Kṛṣṇa, lo que nos permitirá hacer un bien tangible para los demás y allanar el camino hacia nuestra felicidad espiritual duradera.

La Suprema Personalidad de Dios dijo: ¡Oh, hijo de Pāṇḍu!, aquel que no odia la iluminación, el apego ni la ilusión cuando están presentes, ni los añora cuando desaparecen… se dice que ha trascendido las modalidades de la naturaleza. - Bhagavad-gītā 14.22

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