Bhagavad-gītā 16.12
Empodérate, nútrete
La mentalidad actual exalta la libertad como la virtud suprema. Cualquier cosa que la limite es considerada dictatorial e inaceptable.
Pero pensemos en los adictos. Ellos tienen, en teoría, la libertad de decidir si ceden o no a su adicción. Sin embargo, en la práctica, sus condicionamientos los impulsan con tanta fuerza a caer en ella que parece como si no tuvieran libertad en absoluto. Con cada recaída, la adicción empeora; así, al ejercer su “libertad”, terminan cada vez más encadenados. ¿Es eso verdadera libertad?
El Bhagavad-gītā (16.12) advierte sobre esta situación al indicar que nuestros deseos pueden volverse como grilletes que nos empujan a actuar de manera imprudente o incluso inmoral.
Pensemos en los anuncios dirigidos a niños muy pequeños. En muchos países, este tipo de publicidad está prohibida porque se considera que los niños no tienen la madurez suficiente para discernir qué anuncios muestran la realidad y cuáles no. La prohibición de estos anuncios ilustra el principio de que la libertad debe ir acompañada de la sabiduría para usarla correctamente.
Cualquier intento de regular la libertad suele generar protestas intensas, con argumentos que recuerdan a los numerosos autócratas de la historia que afirmaron saber qué era lo mejor para sus súbditos, les quitaron la libertad y se volvieron brutalmente explotadores. Sin embargo, incluso esos ejemplos ilustran indirectamente el mismo principio: incluso en líderes bien intencionados, la libertad de ejercer poder sin la sabiduría para usarlo correctamente puede ser perjudicial.
La sabiduría del Gītā nos pide que enfoquemos primero nuestra atención en la educación y la elevación de nuestra conciencia, para así entender qué es la verdadera libertad y cómo usarla del mejor modo.
Cuando nos subordinamos voluntariamente a las directrices prescritas en las Escrituras —que educan y elevan nuestra conciencia— desarrollamos madurez espiritual, y con la guía divina desde nuestro interior aprendemos a usar la libertad para nuestro bien duradero.
Atados por una red de cientos de miles de deseos y absortos en la lujuria y la ira, ellos consiguen dinero por medios ilícitos, para complacer los sentidos. - Bhagavad-gītā 16.12
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