Bhagavad-gītā 18.16
Un verso del Bhagavad-gītā muy citado (3.27) afirma que quienes se consideran a sí mismos como hacedores están engañados. Pero todos, de forma intuitiva, nos percibimos como hacedores – realizamos muchas acciones a lo largo de nuestra vida. El Gītā (18.63) confirma esta intuición cuando, al concluir, coloca la responsabilidad de actuar sobre Arjuna: “Reflexiona y actúa como desees”. Y Arjuna también asume el papel de hacedor cuando responde (18.73): “Haré tu voluntad.” Además, el Gītā es esencialmente un manual de guía, que parte del supuesto de que su oyente es un hacedor capaz de actuar según se le instruya. Así que nuestra intuición de que somos hacedores no es una ilusión.
Lo que sí es una ilusión, como aclara el Gītā (18.16), es la noción de que somos los únicos hacedores. La experiencia cotidiana confirma que hacer cosas no está completamente bajo nuestro control. Incluso un ejecutante consumado, como un cantante virtuoso, no puede cantar si sufre de dolor de garganta. La sabiduría del Gītā explica que somos seres espirituales. No podemos hacer nada en este mundo material sin la cooperación de la naturaleza. Así, la naturaleza es una co-autora en todas las acciones. Y esta naturaleza actúa bajo la supervisión de Kṛṣṇa. Por lo tanto, no podemos hacer nada a menos que Él lo permita. Como Él es el decisor último en todas las acciones, definitivamente no somos los únicos hacedores. Imaginar que somos los únicos autores de nuestras acciones solo agrava nuestra ignorancia y arrogancia.
Para contrarrestar esta ilusión, la sabiduría del Gītā revela el mejor uso de nuestra capacidad de acción: amar a Kṛṣṇa. El amor requiere que ambos, el amante y el amado, sean hacedores, capaces de elegir amar. El bhakti-yoga nos ayuda a utilizar nuestro rol de hacedores para esforzarnos en dedicarnos, junto con nuestros recursos materiales, al servicio de Kṛṣṇa – no para luchar por dominar la naturaleza material y obtener placeres mundanos. Al espiritualizar así nuestra capacidad de actuar, podemos saborear una felicidad espiritual eterna.
Por lo tanto, aquel que cree que es el único autor, haciendo caso omiso de los cinco factores, sin duda que no es muy inteligente y no puede ver las cosas tal como son. - Bhagavad-gītā 18.16
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