La vida en bondad no es vida en cámara lenta

Bhagavad-gītā 18.26

Vivimos en una cultura acelerada y apasionada, vivir en la modalidad de la bondad puede resultar poco atractivo: "Si siempre tengo que pensar bien las cosas antes de actuar, ¿no le quitará eso toda emoción y entusiasmo a mi vida? ¿No reducirá mi vida a una cámara lenta permanente?".

Para nada.

El Bhagavad-gītā ( 18.26 ) afirma que quienes trabajan con bondad están imbuidos de entusiasmo (utsāha-samanvitaḥ). El entusiasmo implica brío, energía y espíritu, no los atributos de una vida en cámara lenta.

La imagen de la bondad como una vida en cámara lenta es una caricatura creada por nuestros estereotipos erróneos sobre lo que realmente es la bondad.

Anteriormente, el Bhagavad-gītā ( 14.11 ) menciona que el sello distintivo de la bondad es la iluminación de los sentidos. Es decir, cuando estamos en la bondad, podemos percibir claramente los tipos de interacciones sensoriales que son benéficas y las que son maléficas.

Nuestros sentidos suelen actuar como senderos en nuestro viaje por la vida; con frecuencia nos dirigimos hacia lo que nos atrae y nos alejamos de lo que nos desagrada. Vivir en la bondad implica asegurarnos de invertir el tiempo necesario para mirar más allá de las apariencias. Elegimos nuestro rumbo no por cómo luce un camino, sino por adónde nos lleva. Una vez que con seguridad comprobamos que el destino es el correcto para nosotros, emprendemos el camino con entusiasmo, incluso con rapidez, siempre que nos mantengamos en el buen camino y no nos arriesguemos a peligros innecesarios.

Cuando somos buenos en ciertas cosas, podemos hacerlas rápido y aun así mantenernos en la bondad, porque la velocidad no nos distrae del porqué de lo que hacemos. La bondad no convierte la lentitud en virtud. Su principal preocupación, después de todo, no es la velocidad del movimiento, sino la claridad de dirección.

Aquel que cumple con su deber sin asociarse con las modalidades de la naturaleza material, sin ego falso, con gran determinación y entusiasmo, y sin vacilar ante el éxito o el fracaso, se dice que es un trabajador que está en el plano de la modalidad de la bondad. - Bhagavad-gītā 18.26