Los líderes supremos no deben dominar a los demás, sino guiarlos hacia el Señor


Bhagavad-gītā 18.43

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Al asumir cualquier posición de liderazgo, adquirimos el poder de controlar a los demás. Nuestro ego puede impulsarnos a abusar de ese poder para dominar o incluso explotar a otros. Si así nos enseñoreamos de los demás, nos perjudicaremos espiritualmente. ¿Por qué? Porque el crecimiento espiritual se centra en la entrega amorosa al Señor Supremo, Kṛṣṇa. Mientras miremos con orgullo a los demás por encima del hombro, no podremos mirar con humildad al Señor. 

Al comprender cómo los puestos de liderazgo pueden ser espiritualmente perjudiciales, podríamos decidir, por temor, evitarlos por completo. Sin embargo, esa sería una reacción impulsiva. La sociedad necesita líderes, y algunas personas tienen una inclinación natural a liderar. Señalando la naturaleza innata de esta inclinación, el Gītā (18.43) enumera la actitud de controlador ( īśvara-bhāvaś ) como una característica definitoria de los kṣatriyas, quienes son los gobernantes de la sociedad. Su función es utilizar esta actitud para guiar a otros hacia el controlador supremo. 

Supongamos que pertenecemos a las personas con inquietudes espirituales y una inclinación natural al liderazgo. Si renunciamos a esa inclinación de forma artificial, nos sentiremos materialmente asfixiados y dejaremos a la sociedad vulnerable a ser engañada por líderes materialistas. Por lo tanto, nuestra renuncia al liderazgo será perjudicial tanto a nivel individual como social. En lugar de renunciar artificialmente, podemos aprender del Bhagavad-gītā cómo armonizar nuestra inclinación con el propósito espiritual de la vida: amar y servir a Kṛṣṇa, quien es el líder supremo de todos.

¿Y si aspiramos a un puesto de liderazgo, pero no lo conseguimos? En lugar de lamentarnos por el puesto que no tenemos, podemos usar el que tenemos para guiarnos a nosotros mismos y a quienes están bajo nuestra guía hacia nuestro Señor. Cuando el Señor nos vea usar nuestro puesto actual con responsabilidad, nos concederá plenitud interior. Y puede que nos conceda un puesto de mayor responsabilidad cuando hayamos alcanzado la madurez suficiente para usarlo en beneficio nuestro y de los demás. 

Piénsalo bien:

·                  ¿Cómo puede un puesto de liderazgo ser espiritualmente perjudicial?

·                  ¿Cómo puede ser perjudicial renunciar al liderazgo?

·                  Si nuestra aspiración a un puesto de liderazgo no se cumple, ¿cómo podemos afrontarlo espiritualmente?

El heroísmo, el poder, la determinación, la destreza, el valor en la batalla, la generosidad y el liderazgo son las cualidades naturales de trabajo que tienen los kṣatriyas. - Bhagavad-gītā 18.43

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