Cuando vieron que Tejās dāsa y su esposa reñían frecuentemente, sus
hermanos espirituales sugirieron que le pidiera a Prabhupāda que le dejase tomar
sannyāsa. Dijeron que sería mejor el
permitirle predicar. Tejās pensaba también que su matrimonio era difícil, y
así decidió pedírselo a Prabhupāda en la próxima oportunidad. En esos tiempos
en la India , no
era nada difícil para los devotos acercarse a Prabhupāda en la privacidad de su
habitación y hacerle preguntas personales de esa índole.
Una tarde, viendo a Prabhupāda solo, Tejās se le acercó.
—Entonces ¿qué quieres? —preguntó Prabhupāda en su típica manera
directa.
—Quiero tomar sannyāsa, Prabhupāda
—dijo Tejās.
Justo en ese momento, antes de que Prabhupāda diera una contestación,
entró su sirviente con el prasāda de
la tarde, algunos vegetales y frutas.
—Toma algo de prasāda —dijo
Prabhupāda, y puso un poco en la mano de Tejās.
Entonces Prabhupāda le dio más y más, hasta que el prasāda empezó a caerse de la mano de su discípulo. Tejās puso la
otra mano y Prabhupāda se la llenó también. Mientras Tejās se preocupaba por
balancear todo el prasāda en sus dos
manos, Prabhupāda preguntó: —¿Por qué quieres tomar sannyāsa?
—Para predicar, Prabhupāda.
—Pero eso ya lo estás haciendo —replicó.
—Prabhupāda —argumentó Tejās—, la vida de familia está llena de
impedimentos.
—Pero tu esposa es muy agradable —objetó Prabhupāda—. Es muy
cooperativa. Además es experta en la adoración de las Deidades, toca muy bien
la mṛdaṅga, y también el armonio. Es
una chica agradable. ¿Por qué quieres tomar
sannyāsa?
Tejās contestó: —Prabhupāda, porque la vida de casado es muy peligrosa.
Prabhupāda respondió: —¿La vida de casado peligrosa? Dime cuál es el
peligro.
Tejās pudo ver la dirección de la instrucción de Prabhupāda. Pensó, «Si
el maestro espiritual dice que no hay peligro...» Tejās ya no sentía más ganas
de debatir, y Prabhupāda cambió el tema a los asuntos prácticos de prédica en la India.
Entrevista con Tejās dāsa
Puede parecer contradictorio
oír a Prabhupāda declarar que no hay peligro en la vida de casado, cuando a
menudo en sus significados del Bhāgavatam dice lo contrario. Uno puede tomarlo como
que en el Bhāgavatam está
describiendo la vida gṛhamedhī mientras
que la vida de gṛhastha consciente de
Kṛṣṇa no tiene tales peligros. Pero por otro lado, Śrīla Prabhupāda estaba a
veces muy a favor de que un hombre joven decidiese tomar sannyāsa. Esto puede traer a discusión la cuestión
tocante a la importancia de presentar anécdotas separadas, como lo estamos
haciendo en El Néctar de Prabhupāda.
Uno puede arguir que a menos que conozcamos completamente el fondo de cada incidente,
no podemos conocer el pensamiento y la intención de Prabhupāda. En este caso
¿pensaba que su discípulo no estaba apto para tomar sannyāsa en aquel momento, o que estaba demasiado
apegado a su esposa como para intentar la renuncia, o pensaba Prabhupāda que la
esposa de aquel devoto estaba muy apegada y no estaba lista aún, o que el tomar
sannyāsa en aquel momento era
innecesario para el trabajo de prédica de ambos? Aunque no tengamos respuestas
para estas preguntas, no creo que esta anécdota sea superficial o inútil. Los
puntos que Prabhupāda señala a Tejās concuerdan con la conclusión śāstrica
referente al verdadero sentido de sannyāsa tal como se declara en el Bhagavad-gītā
(5.1). Aparte de esto, tenemos un agradable vislumbre de Prabhupāda correspondiendo
con un discípulo, guiándolo cuidadosamente y enfatizando la prédica como la
verdadera renuncia. Aunque investigáramos más en el fondo de cada anécdota en
particular, y aun cuando todo está dicho y hecho, todavía nos será imposible
conocer el pensamiento del ācārya. A
veces el mismo Kṛṣṇadāsa Kavirāja Gosvāmī —cuando presenta los pasatiempos del
Señor Caitanya y del Señor Nityānanda— concluye que nadie puede entender
completamente el profundo significado de Sus actividades. Por lo tanto,
apreciemos e instruyámonos con las informaciones precisas de lo que hizo y
dijo Śrīla Prabhupāda, y a su debido tiempo probablemente comprenderemos más y
más los significados.
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