31. Śrīla Prabhupāda cuenta otra historia: A nosotros nos aconseja Kṛṣṇa o Sus representan­tes.

En una conferencia, Śrīla Prabhupāda ob­servó que la gente necia critica muy a menudo a los devotos como personas débiles e inútiles, pero ellos no com­prenden su inteligencia. Por lo tanto, los devotos no deben prestar atención a esas personas. Para ilustrar el punto, Śrīla Prabhupāda contó una historia.
Algunos trabajadores estaban criticando al ministro del rey, reclamando que él sólo la pasaba sentado y no hacía nada. El rey les recordó que se necesitaba inteli­gencia para volverse ministro. Dijo que iba a dar una prueba para todos, incluyendo al mi­nistro. Quienquiera que pudiese pasar la prueba se volvería el próximo ministro. El rey dijo: —Tomen este gran elefante, pé­senlo, y háganme saber el peso exacto.
Los hombres ordinarios estaban descon­certados. ¿Dónde habría una balanza tan grande como para pe­sar un elefante? No pudieron hacer nada. Regresaron con el rey sin información alguna. Entonces el rey se volvió hacia su ministro y le preguntó: —¿Serías tan amable de pesar este elefante?
En seis minutos el ministro regresó e informó: —El elefante pesa veinte quintales (900 kg)—. Los demás hombres estaban boquiabiertos por la sorpresa.
—¿Cómo fue que hizo eso? —preguntaron—. ¡En seis minutos re­gresó y dio el peso exacto!
El rey preguntó: —¿Cómo lo pesaste? ¿Conseguiste alguna balanza gigante?
—No, Su Majestad —repuso el ministro—. No es posible pesar al elefante en una balanza. Eso es muy difícil.
—¿Entonces cómo lo pesaste?
—Lo llevé a un barco —respondió el ministro—. Cuando ya lo ha­bía subido al barco, entonces vi hasta dónde llegaba el nivel del agua y lo marqué. Luego bajé el elefante del barco, añadí peso al barco, y cuando volvió a hundirse hasta llegar a la misma marca del agua, en­tonces obtuve el peso del elefante.
Así que el rey se dirigió a los trabajado­res y les advirtió:
—¿Ahora ven la diferencia?
—Sí —asintieron.
Después de contar esta historia, Prabhupāda citó de las Escrituras: —Buddhir yasya balaṁ tasya nirbuddhes tu kuto balam: Aquel que tiene inteligencia tiene fuerza, y el que no tiene inteligencia, el sinvergūenza, no tiene fuerza.
Prabhupāda concluyó: —Los científicos, los ateos y los que critican a los devo­tos son así, sinvergüenzas y necios. No tomamos consejo de ellos. A nosotros nos aconseja Kṛṣṇa o Sus representan­tes.
Clase de Śrīla Prabhupāda


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