Un anciano caballero hindú que visitaba a Śrīla Prabhupāda en su
habitación, gradualmente comenzó a ponerse en contra de su prédica.
—Swamiji —dijo el hombre—, usted no debería criticar tanto a las personas.
Debería ver a todo mundo por igual. El Bhagavad-gītā dice paṇḍitāḥ sama‑darśinaḥ: debes ver a todo el mundo por igual.
Prabhupāda respondió: —Esa es una fase más elevada. Yo no me encuentro
en esa fase. Yo distingo. En la fase más elevada uno no distingue entre la
actividad piadosa y la pecaminosa. Pero yo distingo. Yo digo: «Usted está
pecando y debe detenerse»
A medida que continuaba la discusión, Prabhupāda siguió haciendo
referencia a los ācāryas anteriores a
fin de respaldar su punto de vista.
—Tengo mi Bhagavad-gītā —dijo Prabhupāda—. Y
tengo a mis ācāryas. Me apoyo en su
autoridad.
Prosiguiendo el argumento, el visitante dijo: —¿Pero qué ha hecho usted
además de eso? Usted solamente está repitiendo lo que ellos han dicho. ¿Qué ha
hecho usted?
Prabhupāda respondió: —Yo no he hecho nada. Estoy simplemente
repitiendo. Así que mi contribución es que he puesto este conocimiento a
disposición de la gente de todo el mundo. Sin discriminación, he dado conciencia
de Kṛṣṇa a todos. Esa es mi contribución y esa es mi versión de paṇḍitāḥ sama-darśinaḥ.
Prabhupāda concluyó la entrevista con esas palabras, y el hombre
expresó su agradecimiento. Afuera, en el vestíbulo, el hombre comentaba en voz
alta para sí mismo: —Qué interesante... Él realmente ve a todo el mundo por
igual...
Entrevista con Girirāja Swami
¡Hermoso!, ¡gracias por compartir! MVD
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