Śrīla Sanātana dijo: “Según los māyāvādīs,
el sannyāsī que es perfecto en su
renuncia ve este mundo material y todo lo que hay en él como excremento de
cuervos, cuando mucho. Me gustaría conocer los verdaderos deberes del vaiṣṇava. Por favor, ten la bondad de
instruirme en este asunto, de manera que pueda enriquecerme con Tus enseñanzas
y pueda seguirlas siempre”.
El Señor respondió: “La renunciación es de dos clases: yukṭa o phalgu (verdadera o falsa, respectivamente). Ya he hablado
de esto muchas veces.
El Señor Caitanya continuó: “Cuando el trabajador fruitivo y el filósofo
empírico se desvían de las enseñanzas védicas, el demonio de la renunciación
falsa se apodera de sus corazones. Entonces les sobreviene un sentimiento
pasajero de empacho con la vida familiar, y apresuradamente abrazan una vida
alejada del matrimonio. Sin embargo, no sienten ningún interés de servir al
Señor Supremo (Kṛṣṇa) ni a los santos vaiṣṇavas,
ni por la complacencia de los sentidos. En esta situación absurda sus corazones
se secan y sus vidas carecen de gozo. Ellos no pueden desarrollar un gusto por
cantar el santo nombre del Señor ni recordar Su forma, Sus atributos y
pasatiempos trascendentales”.
El Señor continuó: “El verdadero renunciante tiene éxito en todas sus
prácticas devocionales. Él aprovecha todo lo que es favorable para su servicio
devocional a Kṛṣṇa y logra su cometido. Fácilmente puede abandonar el apego por
las cosas materiales y por la vida familiar, y —refugiado en la potencia
espiritual del Señor— en muy poco tiempo saborea el néctar del trascendental
servicio devocional.
“Cuando el Señor está complacido con Su devoto, le otorga una misericordia
ilimitada, y el devoto se vuelve afortunado y un alma muy especial. En su
corazón se manifiestan las emociones de la mayor bienaventuranza existentes en
Goloka, la más sublime de las moradas trascendentales, y se vuelve un eterno
residente de Goloka Vṛndāvana en el mundo espiritual, incluso mientras vive en
Gokula en esta Tierra, donde el Señor Supremo realizó Sus pasatiempos
trascendentales. Él nunca más vuelve a estar bajo el hechizo de la energía
material”.
Mis queridos hermanos, abandonen la renunciación estéril y apática y
cultiven en el corazón un gusto por la verdadera renunciación, que utiliza los
bienes materiales sin apegarse a ellos.
Díganme dónde se puede vivir en este mundo sin contacto material. Aun si te
escaparas y fueras al bosque, encontrarías los enredos materiales, la vida
material, en todas partes. Tu estómago iría contigo al bosque para mantener tu
cuerpo. Trata de entender el dilema que eso supondría.
Sin comida y atenciones el cuerpo rápidamente se debilitaría, y si
abandonaras tu cuerpo prematuramente perderías la gran oportunidad de vencer a māyā, la energía ilusoria; por otro
lado, si te las arreglas para sobrevivir, quedarías muy débil e inepto. Una
condición física sumamente débil ofusca la mente, y con el intelecto debilitado
y la mente confundida, ¿cómo vas a comprender el conocimiento absoluto?
Que cada quien permanezca en su hogar y cante el nombre el Señor Kṛṣṇa
constantemente. Usen los bienes materiales apropiadamente, pero sin ningún
apego por ellos. Comprendan el verdadero significado de las palabras yatha-yogya (verdadero o apropiado). No
las interpreten mal para llevar una vida sin templanza. Acepten todo lo que sea
favorable para el servicio devocional puro y rechacen lo desfavorable.
Aquel que haga caso omiso a la verdadera intención de la enseñanza y acepte
una interpretación falsa, se sentirá atraído por la complacencia de los
sentidos y será forzado a permanecer en el sendero deshonesto de la hipocresía,
incluso consigo mismo. Después de forjar una gran fortuna, deleitará su paladar
con deliciosos manjares, se vestirá con ropa fina y pasará sus días y sus
noches buscando los placeres carnales en compañía de mujeres. O si no, este
tonto se la pasará procurando que su residencia sea lujosa y su lugar de dormir
una gran cama.
Es indispensable mantener alma y cuerpo, por lo tanto esfuérzate por
mantener el cuerpo en condiciones aptas. Nútrete con alimentos puros de la
modalidad de la bondad, y no consumas ningún tipo de droga o sustancias
embriagantes. Sé bueno con todas las entidades vivientes y canta el santo
nombre del Señor con claridad y en voz alta.
No uses como pretexto para la complacencia de los sentidos la adoración de
los semidioses ni la costumbre de alguna práctica religiosa. Mantén desapego de
los objetos de los sentidos y elévate por encima de las dualidades de rechazo y
atracción. En todo momento permanece libre de la envidia y el engaño. Sé amigo
de todo ser viviente y vive con pureza. Este es el consejo que les doy a
aquellos que les pueda interesar.
Cultiva una determinación firme en el desempeño del servicio devocional en
la tranquilidad del retiro. Ocupa todo el tiempo en el servicio amoroso del
Señor Supremo, Kṛṣṇa. No te esfuerces por construir grandes mansiones o templos
para vivir en ellos. Si tienes alguna riqueza, úsala apropiadamente y satisface
tus deseos espirituales. Si eres pobre, vive con pureza, ofrece agua y tulasī al Señor y llévalo siempre dentro
de tu corazón. Con sentimientos de amor genuino implora al Señor: “¡Oh Señor!,
yo Te pertenezco. Por favor coloca Tus pies de loto en el trono de corazón”.
Muestra siempre tu afecto y respeto por los vaiṣṇavas, ofreciéndoles prasādam
y otros servicios personales. Y aun si no posees nada, agrádalos con tu
amabilidad y tus dulces palabras. Vuélvete querido por los asociados eternos
del Señor Kṛṣṇa, por Sus servidores y por las gopīs que sirven al Señor tan expertamente. Con amor profundo,
abraza dentro de tu corazón a todos estos servidores del Señor.
El yukta-vairāgī, o verdadero
renunciante, se dedica constantemente al servicio devocional, cantando y
recordando los nombres del Señor y Sus pasatiempos, y siente compasión por
todos los seres vivientes.
Puede que el Señor Kṛṣṇa no nos otorgue la compañía de Sus eternos
servidores; o puede que nos quite todo lo que poseemos, lo cual Él mismo nos lo
ha dado por Su misericordia; en todo caso, para nosotros Él siempre será la
fuente de ilimitada bienaventuranza divina. Esta es la prerrogativa del Señor Gaurāṅga
Kṛṣṇa, pero no lo abandonaré en ninguna circunstancia. Por lo tanto, deja tus
lamentaciones e ilusión y canta constantemente el santo nombre de Kṛṣṇa. Jagāi
humildemente declara que prefiere la dulzura trascendental de estar siempre
peleando con el Señor Gaurāṅga que cualquier otra cosa.