12. Él era un diplomático trascendental



Śrīla Prabhupāda Uvāca 12
Junio de 1973
Māyāpura Candrodaya Mandir

Este mes, el hermano espiritual de Śrīla Prabhupāda, Dāmodara Mahārāja vino a visitar a menudo a Su Divina Gracia. Śrīla Prabhupāda no estaba muy ansioso por verlo. En una ocasión me refirió, "Si viene Dāmodara Mahārāja no quiero verlo. El simplemente viene y habla, 'en este matha están haciendo esto, y en aquel matha, están haciendo lo otro, y mis discípulos están haciendo tal cosa". Śrīla Prabhupāda dijo, "No estoy interesado en todas esas cosas, me agradaría si viniera y hablara sobre Kṛṣṇa o algo de filosofía, pero él habla todas esas cosas insensatas. No estoy muy interesado en oírlo".

Le dije a Śrīla Prabhupāda que trataría de evitar que Dāmodara Mahārāja entrara.- La siguiente vez que vino, le dije que Su Divina Gracia estaba descansando y no podía ser perturbado. Dāmodara Mahārāja no se satisfizo con mi argumento. "Prabhupāda dijo que podía venir toda vez que quisiera. ¿Porqué no me permite verlo?" -preguntó. Nuevamente le expliqué, "No puedo molestarlo cuando toma su siesta de la tarde". Dāmodara Mahārāja avanzó enojado, determinado a abrirse paso. Yo transpiraba.

Milagrosamente salió Śrīla Prabhupāda de su habitación al balcón, dirigiéndose hacia el baño al final del edificio. Dāmodara Mahārāja lo llamó de inmediato. "¡Prabhupāda Swamiji! Śrīla Prabhupāda replicó, "¡Oh! Venga, venga. En un momento estoy con Ud.". Cuando Śrīla Prabhupāda regresó a su sala de estar, Dāmodara Mahārāja dijo, "Sus discípulos me están haciendo pasar malos ratos. No me dejan pasar a verlo".

Śrīla Prabhupāda se volvió hacia mí, "¿Porqué le estás causando un mal rato? Te dije que toda vez que viniera debías dejarlo pasar. El es mi Hermano Espiritual. Se le debe permitir que entre de inmediato". Yo me sometí, "Está bien, Śrīla Prabhupāda".

Estaba alelado por haber podido servir a Śrīla Prabhupāda de un modo tan íntimo. Me sentí bendecido por haber accedido a las opiniones íntimas de Śrīla Prabhupāda. Su Divina Gracia estaba dispuesto a atender solícitamente a Su Hermano Espiritual y a mí se me daba la oportunidad de asistir. Śrīla Prabhupāda nos enseñó la forma de tratar a un Hermano Espiritual, al margen de cómo nos sentimos. Él era un diplomático trascendental y a mí me encantó ser el confidente de Śrīla Prabhupāda.

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