El casamiento de Jāhnavī y Vasudhā


Una vez, durante uno de Sus viajes, Nityānanda llegó a la casa de Sūryadāsa Paṇḍita, el hermano mayor de Gaurīdāsa Paṇḍita, a quien Mahāprabhu amaba intensamente. Sūryadāsa tenía un cargo importante en el gobierno. Él además era reconocido como un hombre de buen carácter, erudito y devoto. Vasudhā y Jāhnavī eran sus dos hijas. Ellas eran muy bellas y estaban en edad de casarse. Al verlas, Nityānanda recordó el pedido de Mahāprabhu con respecto a Su casamiento. Eso era natural, pues, de acuerdo con el Gaurāṅganoddesa-dīpikā de Kavikarṇapūra, las esposas de Balarāma, Vāruṇī y Revatī, habían nacido como Vasudhā y Jāhnavī. Nityānanda propuso a Sūryadāsa que Le diera a la hija mayor, Vasudhā, en matrimonio. Sūryadāsa se sintió muy honrado por la propuesta y al oír esto su felicidad no tenía límites. Pero, inmediatamente después, comenzó a tener ideas contrarias. Él comenzó a pensar: “Nityānanda no cree en castas. Hace lo que quiere, Se mezcla con todo tipo de gente y come la comida de cualquier persona. Si casara a Vasudhā con Él, ¿qué van a decir las personas?”. Él fue a disculparse, sin mesura: “¡Prabhu! Me has propuesto casarte con mi hija. Esto para mi es un gran privilegio, pero soy un brāhmaṇa ortodoxo y me parece que Tú no tienes ninguna casta. ¿Cómo puedo darte a mi hija en casamiento”.

Nityānanda no respondió nada. Él fue a sentarse a la vera del Ganges. Mientras tanto, Sūryadāsa tuvo un sueño. Soñó que un mahā-puruṣa alto y de tez clara, con el cabello adornado con flores, usando aros y tobilleras en los pies, cargando un arado y un bastón en los hombros, vino a hacerle una visita y dijo sonriendo: “No Me reconoces. Debo casarme con tu hija”. El sueño aún estaba grabado en su mente. A pesar de que él lo relacionó su conversación con Nityānanda, no fue capaz de dar la debida importancia al sueño y no supo qué hacer. Fue a comentar con los amigos acerca del sueño y sobre la propuesta de Nityānanda. Vasudhā también oyó esta conversación. Luego que la oyó, fue presa de bhāva. Temblores, lágrimas y erizamiento aparecieron en su cuerpo. Ella se retiró a un lugar solitario y trató de controlar la bhāva, pero la bhāva fue aumentando. Al final, cayó inconsciente y entró en un estado conocido mṛti, o muerte (el Bhaktirasāmṛta-sindhu describe que este estado no es la muerte propiamente dicha, sino un estado de emoción espiritual que antecede a la muerte). Cuando sus padres la vieron en aquel estado quedaron consternados. La llevaron al jardín y llamaron a un médico, que inmediatamente comenzó a tratarla. El tratamiento fracasó. Entonces, Gaurīdāsa Paṇḍita dijo: “Creo que esta es la consecuencia de faltarle el respeto a Nityānanda Prabhu. Siento que ella puede ser curada por el polvo de Sus pies. No hay otro remedio. Debemos ir a orarle. Si por Su misericordia ella se cura, debemos darla en matrimonio sin ninguna duda”.

Todos estuvieron de acuerdo. Gaurīdāsa y Sūryadāsa fueron a buscar a Nityānanda. Ellos Lo encontraron bajo una higuera de bengala a la orilla del Ganges. Ellos Le contaron lo que había ocurrido con Vasudhā y Le pidieron que los acompañase. Luego que Nityānanda entró en la casa de ellos, la conciencia de Vasudhā volvió. Ella despertó y comenzó a mirar todo a su alrededor, un poco confusa. Al ver a Nityānanda, ella inmediatamente cubrió su rostro y entró en un profundo transe. Vṛndāvana Dāsa Ṭhākura dice que en ese momento la līlā-śakti hizo que Nityānanda manifestase su ṣaḍ-bhuja-rūpa, la forma de seis brazos. Todo el mundo que estaba en la casa de Sūryadāsa fue bendecido con el darśan de la forma de ṣaḍ-bhuja, que en Sus manos portaba arco y flecha, daṇḍa y kamaṇḍalu y hala-muṣala. Todos se postraron a Sus pies y Sūryadāsa ofreció oraciones con las manos juntas.

Después de este episodio nadie tuvo ninguna duda más con respecto a la identidad de Nityānanda. Los brāhmaṇas, vaiṣṇavas y ācāryas dieron su consentimiento para la realización del casamiento, que terminó llevándose a cabo en una fecha auspiciosa.

Al día siguiente, después del casamiento, Nityānanda estaba cenando en la casa de Su suegro con Vasudhā. Jāhnavī, la hermana menor de Vasudhā los estaba sirviendo. Nityānanda sostuvo la mano de Jāhnavī e hizo que ella se sentara al lado de Vasudhā y dijo a Sūryadāsa Paṇḍita: “Tú Me has dado a Vasudhā en matrimonio. Ahora, dame a su hermana menor como dote”. Sūryadāsa respondió: “¡Prabhu! Ya rendí a Tus pies de loto mi casa, mis parientes, mi casta, mi vida y todo lo demás. ¿Qué resta para ser ofrecido?”. Al decir eso, él levantó los brazos y comenzó a danzar en éxtasis.

Nityānanda fue a vivir a Khadadah con Vasudhā y Jāhnavī. Vīrabhadra nació de Vasudhā. Vīrabhadra era conocido como Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, la manifestación parcial de Mūla Saṅkarṣaṇa Viṣṇu, o Balarāma. Por lo tanto, es natural que Él hubiese nacido como el hijo de Nityānanda. Después de la desaparición de Mahāprabhu y de Nityānanda Prabhu, Él predicó la religión del amor de Mahāprabhu y los santos nombres con mucho entusiasmo. Jāhnavī tuvo a Rāmai como hijo adoptivo y él ayudaba a Vīrabhadra a predicar.