El festival de Pānihāṭi


Luego de retornar a Gauḍa, Nityānanda fue a Pānihāṭi una vez más. En esta ocasión, Él organizó allí el famoso Daṇḍa Mahotsava (festival de punición), en memoria del cual existe hoy en día un gran festival con el mismo nombre en Pānihāṭi, en el cual participan miles de vaiṣṇavas. La historia de este festival es la siguiente:

Raghunātha Dāsa era el hijo único de Govardhana Dāsa, el gobernador de Saptagrām. Su padre tenía una renta de millones de rupias por año, por lo tanto, él se mantenía en una condición muy lujosa. Sin embargo, Raghunātha era desapegado desde la infancia. Por la misericordia de Haridāsa Ṭhākura él desenvolvió un fuerte apego por los pies de loto de Mahāprabhu. Cuando Mahāprabhu fue a Śāntipura, después de Su sannyāsa, él fue hasta allí y recibió Su darśan. Él comió los remanentes de la prasāda de Mahāprabhu y quedó intoxicado de gaura-prema. Cuando volvió a casa, su padre quedó muy preocupado al verlo completamente indiferente por el mundo. De ese modo, él arregló que su hijo se casara con una pequeña extraordinariamente bella. El casamiento no hizo ninguna diferencia para él. Intentó huir de casa y refugiarse en los pies de loto de Mahāprabhu en Nīlācala, pero no tuvo éxito, pues su padre lo había puesto bajo la custodia de muchos guardias. Después de cinco años, cuando Mahāprabhu volvió nuevamente a Śāntipura, él quedó intranquilo por obtener Su darśan. Su padre se vio obligado a enviarlo a Śāntipura bajo la protección de innumerables guardias.

Raghunātha lloró delante de Mahāprabhu y le pidió Su misericordia para poder librarse del hogar. Mahāprabhu afectuosamente puso Su mano indulgente sobre su cabeza y dijo: “El Señor pronto te concederá Su misericordia”.

Luego de algún tiempo, él recibió la noticia de que Nityānanda había ido a Pānihāṭi, una aldea dentro de Saptagrām. Él iba de puerta en puerta liberando a las almas caídas de las garras de māyā, concediéndoles kṛṣṇa-prema. Todo mundo que recibía Su mirar amoroso tan sólo una vez, era bendecido con kṛṣṇa-prema y los signos de sāttvika-bhāva tales como lágrimas, temblores, erizamiento, etc., comenzaban a aparecer en sus cuerpos. La bhāva en Su cara era tan cautivante y Sus palabras eran tan dulces que donde quiera que fuese, las personas eran automáticamente atraídas por Él y comenzaban a cantar y a danzar con Él. Las khols y karatālas comenzaban a tocar, como anunciando la victoria sobre māyā, que por tanto tiempo había mantenido a aquellas personas bajo sus garras.

Raghunātha quedó entusiasmado al recibir esta noticia. Él pidió permiso a sus padres para ir a Pānihāṭi. Ellos lo permitieron, pero acompañado por una gran escolta armada. Tan pronto como Nityānanda Lo vio, exclamó: “¡Ladrón! ¿Por qué has demorado tanto en venir? Espera, voy a darte un castigo”.

Nityānanda quiso decir que Gaura era Su propiedad. Quien quiera que deseara disfrutar de Su propiedad, sin permiso, era un ladrón. Raghunātha había intentado hacer esto dos veces, por lo tanto, merecía una punición. Estas palabras de Nityānanda reflejan un principio importante. Nityānanda es guru-tattva, el principio del guru, no diferente de Bhagavān. Los gurus individuales son Sus representantes. Nadie puede realizar a Bhagavān sin la misericordia del guru.

Como medida punitiva, Nityānanda pidió a Raghunātha que alimentara a todos los devotos con dahi-chirva, una preparación especial cuyos principales ingredientes son dahi, o cuajada, y chirva, arroz inflado. Raghunātha quedó feliz al saber de esta punición. Él no tenía que preocuparse por dinero o sirvientes. En poco tiempo llegaron montañas de cuajada, arroz inflado, sandeśas, bananas, melado, etc. El festival fue realizado bajo una higuera de Bengala a la orilla del Ganges, y en él participaron miles de devotos. El Caitanya-caritāmṛta menciona que Mahāprabhu también vino a participar de este festival por invitación de Nityānanda.

A la noche, Nityānanda danzó en el kīrtana en la casa de Rāghava Paṇḍita y Mahāprabhu estuvo presente para contemplar esta danza. Después que Nityānanda danzó un poco, Rāghava Paṇḍita Le pidió que Se sentara para tomar prasāda. A Su derecha, Rāghava Paṇḍita colocó otra asāna para que Mahāprabhu Se sentara y tomaran prasāda juntos.

El Caitanya-caritāmṛtadice que Mahāprabhu acostumbraba estar siempre presente en cuatro lugares: en la casa de Śacī, en los kīrtanas de Śrīvāsa, en las danzas de Nityānanda y en la casa de Rāghava Paṇḍita.

Después de pedirle a Nityānanda que fuera a vivir a Gauḍa, Mahāprabhu Le garantizó dos veces que iría siempre a verlo danzar, y que estaría físicamente presente en estas ocasiones. Con respecto a la presencia de Mahāprabhu en la casa de Rāghava Paṇḍita, Kṛṣṇa Dāsa Kavirāja dice: “Cuando, luego de ofrecer el bhoga a la Deidad, Rāghava Paṇḍita ofreció prasāda a Mahāprabhu, Mahāprabhu fue a comer. A veces, Rāghava Paṇḍita realmente Lo veía comiendo. Rāghava Paṇḍita le dio a Raghunātha la mahā-prasāda de Mahāprabhu y Nityānanda, diciendo: —¡Raghunātha! Tú tienes mucha suerte, la prasāda de Mahāprabhu significa la misericordia de Mahāprabhu. Ahora verás que quedarás libre. No hay más encarcelamiento material para ti”.

A la mañana siguiente, Raghunātha cayó a los pies de Nityānanda y dijo: “¡Prabhu! Soy la criatura más baja que existe, y sin embargo, deseo alcanzar los pies de loto de Mahāprabhu. Soy un enano que desea alcanzar la luna. Pero se que nada es imposible, Ten misericordia de mi. Por favor, coloca Tus pies de loto sobre mi cabeza y bendíceme para que pueda ser capaz de rendirme a los pies de loto de Mahāprabhu y ser aceptado por Él”. Al decir esto, cayó a los pies de Nityānanda, llorando y sollozando.

Nityānanda colocó Su pie sobre la cabeza de Raghunātha y dijo: “¡Raghunātha! Te lo aseguro, tienes toda la misericordia de Mahāprabhu. Ayer vino a bendecirte participando del festival que promoviste y por darte los remanentes luego de haber comido en la casa de Rāghava Paṇḍita, ya te has liberado de la prisión material. Luego, te verás a los pies de Mahāprabhu. Él te aceptará como Su siervo más querido y tú Lo servirás bajo la dirección de Svarūpa Damodara.