El Vyāsa-pūjā de Nityānanda

Mahāprabhu llevó a Nityānanda hasta la casa de Śrīvāsa, donde sería celebrado al día siguiente el Vyāsa-pūjā de Nityānanda. Por lo tanto, durante la noche, fue realizado el adivasa-kīrtana, la ceremonia que precede al festival. Nitāi y Gaura danzaron en el kīrtana. Los devotos danzaron alrededor de Ellos. Nitāi y Gaura estaban locos de amor el Uno por el Otro; los devotos estaban locos de amor por Ellos. Todos estaban tomados por el trance y derramaban lágrimas de amor. Algunos, que no eran capaces de controlar su bhāva, rodaban en el suelo. Otros gritaban, otros perdían la conciencia y caían al piso. Nitāi-Gaura perdieron toda Su conciencia externa. Ellos estaban ebrios de amor y danzaban embriagados. La tierra temblaba bajo Sus pies, como si fuese un terremoto.

Danzando con Balarāma Nityānanda, Mahāprabhu estaba tomado por el bhāva de Balarāma. Él dio un fuerte rugido y fue a sentarse en el altar de Viṣṇu. Él dijo a Nityānanda: “¡Dame el hala y la muṣala (el arado y el bastón, las armas de Balarāma)!”. Nityānanda extendió las manos para darle el hala y la muṣala, y Mahāprabhu extendió Sus manos para recibirlas. Los devotos, que estaban cerca de Mahāprabhu y disfrutaban de Su favor, vieron el hala y la muṣala, mientras que otros sólo vieron el movimiento de las manos. Después de recibir el hala y la muṣala, Mahāprabhu quedó tan animado con el bhāva de Balarāma que comenzó a clamar: “¡Vāruṇī! ¡Vāruṇī!”.

Los devotos comenzaron a mirarse entre si confundidos. Ellos no sabían qué hacer. El habilidoso Śrīvāsa trajo un balde de agua del Ganges y lo colocó delante de Mahāprabhu. Él bebió alegremente. Después de beberla quedó tan intoxicado que parecía que realmente había bebido vāruṇī. Él comenzó a dar a los devotos el agua del Ganges que había bebido, como si fuese prasāda. Los devotos bebieron y comenzaron a alabar a Balarāma con canciones.

Después que la emoción pasó, Mahāprabhu dijo a los devotos: “¿Qué ocurrió conmigo? Hice alguna cosa equivocada o inconveniente?”. Los devotos dijeron: “No, no has hecho nada”.

Nityānanda estaba en transe por ver la līlā de Mahāprabhu. A veces Él reía, otras lloraba, a veces gritaba, otras danzaba como un niño. En la danza, el daṇḍa-kamaṇḍalu fue olvidado, la kaupīna cayó y quedó al descubierto, completamente absorto en bhāva e incapaz de percibir cualquier cosa. De alguna manera, Mahāprabhu Lo calmó y fue para la casa mientras que Nityānanda permaneció en la casa de Śrīvāsa, en donde él, su hermano Rāmai Paṇḍita y las otras personas dormían. Nityānanda también se acostó, pero no tuvo sueño. Él aun estaba en bhāva. Al final de la noche, Se levantó de la cama. A la luz de la luna vio Su daṇḍa-kamaṇḍalu. Con un rugido pavoroso los rompió. Por la mañana, cuando Rāmai Paṇḍita fue para Su cuarto quedó sorprendido al ver los pedazos de la daṇḍa y el kamaṇḍalu por el piso. Él informó a Śrīvāsa y fue a llamar a Mahāprabhu. Mahāprabhu vino. Al verlo, Nityānanda dio un fuerte rugido riéndose. Mahāprabhu no dijo nada. Tomó los pedazos de daṇḍa-kamaṇḍalu y fue hacia el Ganges con Nityānanda y los devotos. Él arrojó los pedazos de daṇḍa-kamaṇḍalu en el río.

Nityānanda comenzó a danzar de nuevo, alegre al verlos irse con la corriente. Danzando, Él Se sumergió en el río y comenzó a nadar. Viendo un cocodrilo nadando, fue a tomarlo, dejando a todos los devotos alarmados. Mahāprabhu entonces gritó: “¡Śrīpāda! Ven. Llegó la hora de Tu Vyāsa-pūjā. No demores”. Al oír eso, Nityānanda salió del río.

La tridaṇḍa es el adorno y la insignia de sannyāsa. En ella residen treinta y tres millones de semidioses. ¿Por qué Nityānanda la rompió? ¿Por qué Se sintió tan feliz después de romperla? ¿Por qué Mahāprabhu no Lo reprendió por eso? ¿Por qué Él llevó los pedazos con Sus propias manos para depositarlos en el Ganges? Tal vez, Nityānanda haya pensado en cual sería el sentido de sannyāsa, dado que había encontrado a Kṛṣṇa (en la forma de Gaurāṅga) por quien Él había tomado sannyāsa. Además, Él debe haber sentido que, en el estado de prema, las reglas y regulaciones religiosas no son necesarias ni posibles.

Después de bañarse en el Ganges, Mahāprabhu fue para la casa de Śrīvāsa con los devotos. Śrīvāsa había hecho todos los arreglos para el Vyāsa-pūjā. Él hizo que Nityānanda Se sentase sobre el āsana y, actuando como un ācārya por insistencia de Mahāprabhu, inició el pūjā . Mahāprabhu y los devotos comenzaron el kīrtana en el quintal. Cuando terminó el pūjā  Śrīvāsa dio un ramillete de flores a Nityānanda y dijo: “Ofrécelas a Vyāsadeva para que Él esté satisfecho y ayude a alcanzar la meta deseada”.

Nityānanda tomó el ramillete y comenzó a buscar a alguien, murmurando algo que nadie podía entender. Śrīvāsa fue hasta el quintal y dijo a Mahāprabhu: “Ven a ver lo que Śrīpāda está haciendo. Él no está ofreciendo la guirnalda a Vyāsadeva”. Mahāprabhu fue a ver. Él dijo: “Śrīpāda, ofrece la guirnalda a Vyāsadeva y termina el pūjā ”. Nityānanda levantó y comenzó a danzar alegremente, tirando la guirnalda alrededor del cuello de Mahāprabhu, pues Nityānanda ciertamente sabía que Śrī Caitanya es el propio Vyāsadeva. De ese modo, los devotos clamaron: “¡Mahāprabhu ki Jay!”.

Como compelido por Nityānanda, Mahāprabhu manifestó Su forma de seis brazos, portando en Sus manos śaṅkha (caracola), cakra (disco), gada (maza), padma (loto), hala (arado) y muṣala (bastón). Al ver aquella forma Nityānanda cayó inconsciente. Mahāprabhu comenzó a rugir y a danzar, batiendo los brazos contra las axilas. Después que esta manifestación de bhāva se calmara, Él Se aproximó cariñosamente a Nityānanda y dijo: “Nityānanda levántate. Honra el kīrtana. El kīrtana por el cual Te has encarnado, ahora está manifiesto. ¿Qué más deseas? Si Tu deseas distribuir prema-bhakti, llegó la hora. Éste es Tu tesoro. Tu puedes darlo a quien desees. Nadie puede obtenerlo sin Tu misericordia. Quien sea favorecido por Ti, será favorecido por Mí. Quien no disfruta de Tu gracia, no está bien contigo y tampoco disfruta de Mis favores, a pesar de todo el bhajana que practique”.

Al recobrar la conciencia, Nityānanda comenzó a mirar a Mahāprabhu con lágrimas de amor corriendo de Sus ojos. Mahāprabhu Lo abrazó. Los dos comenzaron a danzar y danzar.