Gaurāṅga Mahāprabhu llevó a Nityānanda a Su casa, diciendo a Su madre: “¡Observa madre! ¡Traje al hermano mayor, Viśvarūpa!”. Cuando Śacīmata miró a Nityānanda dijo con agradable sorpresa: “¡Oh, si! Él Se parece exactamente a Viśvarūpa”. Ella preguntó a Nityānanda: “¿Tu eres mi propio hijo Viśvarūpa?” “Si madre, soy tu hijo Viśvarūpa”, respondió Nitāi.
Śacī Lo abrazó muy
junto a su corazón, Lo besó y Lo bañó con lágrimas de amor. Entonces, dijo: “¡Mi
hijo! ¿Por qué fuiste tan cruel, huyendo de casa y haciéndome llorar tanto?
Bien, de cualquier manera volviste como un buen hijo, ahora cuida del alocado Nimāi.
Mi ansiedad terminó”.
Nimāi era
alocado, pero Nitāi era mucho más alocado que Nimāi. Bebiendo intensamente el
vino del amor a Kṛṣṇa, Nitāi vivía en la casa de Śrīvāsa como un niño. Él
llamaba a Śrīvāsa “Bābā” (padre) y a Mālinī, la esposa de Śrīvāsa “Ma” (madre).
Como un hijo mimado, a veces era obstinado. A veces, Se enfurecía y luego
estaba alegre. Él Se sentaba en el regazo de Mālinī y succionaba de sus senos
secos como un niño. Él sólo comía cuando ella Lo alimentaba con sus propias
manos. Todo sobre Él era extraordinario o sobrenatural. Una vez, Él estaba en
el quintal de Śrīvāsa comiendo algo. En ese momento vino un cuervo y salió
volando con un pote de ghee que era usado por el Ṭhākura
como lamparilla. Mālinī comenzó a lamentarse. Nityānanda no podía soportar verla
afligida. Él comenzó a llamar al cuervo, diciendo: “¡Hermano cuervo! Devuelve
Mi lamparilla y toma tu migaja de pan”. Y, ¡tan sólo vean! El cuervo vino y
devolvió la lamparilla. Esto hizo que Mālinī recordase la forma original de Nityānanda
como Saṅkarṣaṇa. Ella pensó en eso y perdió la conciencia. Al recobrarla,
comenzó a cantar un himno alabándolo como Saṅkarṣaṇa.
“¡Oh, mi Señor!
Tú soportas infinitos Brahmānandas sobre Tu cabeza en Tu forma de Śeṣa; Tú
destruiste a toda la familia de Rāvaṇa como Lakṣmaṇa; Tú arrastraste el río
Kalindi cerca de Ti con tu arado; Tú trajiste de Yamaloka, de nuevo a la vida,
al hijo de Tu guru Sāndīpani Muni. Por lo
tanto, traer de nuevo una lamparilla llevada por un cuervo es una de Tus
travesuras”. (C. Bhāg. Madhya
11.47-49)
El himno de Mālinī
proporciona una completa descripción de la personalidad de Nityānanda. Más
tarde Mahāprabhu describió la verdadera naturaleza de Nitāi como Ānanda, la
personificación de la bienaventuranza. Él dijo: “Nityānanda es ānanda de nombre y ānanda de forma. Él es
la propia personificación de ānanda. Todo Su
comportamiento, al comer, beber, moverse y lo que quiera que Él haga, es pleno
de ānanda”. (C. Bhāg. Madhya 12.19) “A veces, Él Se sumerge tan profundamente en
el océano de ānanda que permanece
inconsciente por tres o cuatro días”. (C.
Bhāg. Madhya 12.9) “A veces, Él no usa ninguna ropa y no percibe que está
desnudo. Él vive tan absorto en Sí mismo como ānanda que no puede decir cosas inteligibles. Le pregunto: '¡Śrīpāda! ¿Por
qué estás desnudo?'. Él responde: 'Si, si.' Entonces Yo digo: 'Ponte Tu ropa'.
Él responde: 'Tengo hambre'. Cuando Le digo: 'Yo pregunto algo y Tu respondes
cosas sin sentido. ¿Por qué haces eso?'. Él dice: 'Si, si. Ya fui diez veces'.
(C. Bhāg. Madhya 11.71)
El avadhūta Nityānanda era simple, desenfadado y juguetón como un niño. A
veces, Él jugaba con los niños de Nadia, a veces, iba para la casa de Śacīmata
y Se comportaba como si fuese su hijo mimado. Una vez cargado por una corriente
de locura divina, Él corría para la casa de Mahāprabhu, el cual estaba con Śrīmati
Viṣṇupriyā sentado en el jardín, mientras que madre Śacī estaba dentro de la
casa. De repente, Viṣṇupriyā corrió hacia adentro de la casa y trancó la puerta
por dentro. Śacī quedó impresionada y dijo: “¿Por qué estás trancando la
puerta? ¿Qué ocurrió?”. Viṣṇupriyā respondió: “Ve a ver a Tu hijo mayor”. Śacī
salió y comenzó a reír al ver a Nityānanda. Mahāprabhu ató Su turbante
alrededor de la cintura de Nityānanda. Hizo que Nityānanda Se sentara a Su lado
y preguntó: “¡Śrīpāda! ¿De dónde vienes con Tu cuerpo todo cubierto de polvo?”.
Śrīpāda respondió: “¡Si, si!”, y comenzó a mirar a todas partes, como un loco.
En eso, fueron llegando los compañeros de Mahāprabhu, uno por uno. Mahāprabhu
dijo a Nityānanda: “¡Śrīpāda! Dame Tu prasādī kaupin”. Nityānanda Se lo dio. Entonces, Mahāprabhu lo ató alrededor de
la cabeza como objeto adorable. Lo rasgó en pedacitos y dio un pedazo a cada
uno de Sus compañeros diciendo: “Cuiden bien de esto. Es una prasāda valiosa. Amarren esto alrededor de sus cabezas, que alcanzarán kṛṣṇa-bhakti”. Luego de esto, Él lavó los pies de Nityānanda, aplicó pasta de
sándalo en Su cuerpo y Lo adoró con flores. Él tomó la caraṇāmṛta y la distribuyó a los otros, diciendo: “Ahora vamos a alcanzar kṛṣṇa-bhakti, pues fuimos bendecidos por Nitāi”.