Śrīla Prabhupāda Uvāca 28
Caminata
Matinal, Perth, Australia
El caminar
por la mañana con Śrīla Prabhupāda nunca era aburrido. A veces Su Divina Gracia
no decía una palabra, cantando la japa
todo el camino. Esto quizás desconcertara a algunos de sus discípulos que no
tenían una oportunidad semejante a menudo. Podían plantear una pregunta con la
esperanza de ocupar a Śrīla Prabhupāda en un debate o conversación, pero esa
era una empresa riesgosa. Śrīla Prabhupāda no estaba sujeto a nuestros
caprichos. Él daba una respuesta breve a tales preguntas y continuaba caminando
en silencio.
Hoy, sin
embargo, Śrīla Prabhupāda se hallaba en un temperamento conversador,
humorístico. Sonriendo, le hizo una pregunta a los devotos, “¿Un devoto es
simple o retorcido?”. Uno de los devotos respondió, “Es simple, Śrīla Prabhupāda”.
Con un destello pícaro en su ojo, él preguntó, “¿Estás seguro? ¿Es simple o
retorcido?”. Su discípulo respondió con entusiasmo nuevamente, sin darse cuenta
que habían caído en una pregunta capciosa. “¡Sí, un devoto es muy simple!”.
Śrīla Prabhupāda
tiró el golpe inesperado, “¡En realidad, el devoto es retorcido!”. Todos se
quedaron boquiabiertos. Śrīla Prabhupāda explicó, “Tómenme a mí por ejemplo. Yo
vine a su país y todos estaban comiendo carne, intoxicándose, haciendo
tantísimas tonterías. Yo los engañé a todos. Yo los engañé a todos para que se
volvieran Conscientes de Kṛṣṇa. Así pues, en ese sentido, el devoto debe ser
retorcido, porque tiene que ser capaz de engañar. Tal como yo he engañado a
todos. Nadie quería la
Conciencia de Kṛṣṇa, pero yo los he engañado”.
Śrīla Prabhupāda
es el Ācārya. El nos enseña por el ejemplo. El demostró su arte, engañándonos
nuevamente en el paseo de la mañana.
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