El progreso de la educación
material ha producido muchos licenciados, doctores, profesores, y muchas otras
personas supuestamente iluminadas en esta era de Kali, pero la mayoría de ellos
están siendo educados de forma errónea. El resultado es que cuanto más educadas
son las personas, más inmorales y ateas se vuelven. Además, la gente
erróneamente educada prácticamente no tienen fe en los mandamientos de las
Escrituras. No sienten el más mínimo respeto por los sabios autorrealizados que
han legado valiosas obras literarias consideradas el gran tesoro del cultivo
espiritual.
Para desorientar aún más a
estas personas erróneamente cualificadas, los pāṣaṇḍīs o ateos, haciéndose pasar por instructores
espirituales, los alientan en el método erróneo de buscarse el sustento. Eso ya
está predicho en el Śrīmad-Bhāgavatam
(12.4.43-44). Śukadeva Gosvāmī dice allí al rey Parīkṣit: «¡Oh mi querido rey!, en la era de Kali, de
entre todas las personas que están destinadas a morir, casi ninguna adora a la
Absoluta Personalidad de Dios, que es el Señor del universo y es
respetuosamente obedecido por todos los semidioses, como Brahmā, Mahādeva,
Indra, y otros. Desafortunadamente, las personas en la era de Kali adoran a los pāṣaṇḍīs, que tergiversan las enseñanzas de los Vedas y sacan de ellos conclusiones
ateas. Esas personas, infectadas por las actividades pecaminosas de Kali, no
adoran a la Personalidad de Dios, cuyo nombre, por el simple hecho de
recordarlo, puede liberar a todos de la aflicción y el pecado, incluso a una
persona que está muriendo, a una persona en problemas, o a una persona que ha
caído, y proyectarlos hacia el objetivo más elevado de la vida».
Los pāṣaṇḍīs han desencaminado con gran éxito a las personas
supuestarnente iluminadas de Kali-yuga. Ellos han producido o manufacturado con
éxito muchos avatāras o encarnaciones
de Dios de su elección personal sin basarse en la referencia de los śāstras (Escrituras), y han
diseminado la falsa idea de que la liberación impersonal es el logro más
elevado de la vida.