20. Devoción exenta de conocimiento


Rāmānanda entonces sugirió el comienzo del servicio devocional puro exento de conocimiento empírico y de actividad fruitiva. Para apoyar esa sugerencia, Rāmānanda citó unas palabras de Brahmā de las oraciones de lamentación que ofreció a Śrī Kṛṣṇa, la Personalidad de Dios:

jñāne prayāsam udapāsya namanta eva
 jīvanti san-mukharitāṁ bhavadīya-vārtām
sthāne sthitāḥ śruti-gatāṁ tanu-vāṅ-manobhir
 ye prāyaśo ’jita jito ’py asi tais tri-lokyām

«!Oh, mi Señor!, los devotos que abandonan por completo el intento de volverse uno contigo por medio del cultivo de conocimiento empírico y simplemente tratan de escuchar Tus glorias de boca de las almas autorrealizadas, y que viven una vida virtuosa, fácilmente pueden obtener Tu gracia, aunque Tú no puedes ser conquistado por nadie en los tres mundos» (Bhāg. 10.14.3).

El Señor Caitanya aceptó directamente este estado de cultivo de servicio devocional. Todos los estados de cultivo de iluminación espiritual descritos previamente los rechazó el Señor Caitanya de una forma muy lógica. No obstante, el Señor aceptó el método universal de oír las glorias de la Personalidad de Dios en todas las circunstancias de labios de las almas autorrealizadas y abandonar el intento de volverse uno con Dios.

El veneno del intentar volverse uno con Dios destruye el núcleo del servicio devocional. Todo aquel que de verdad desee ocuparse en el amoroso servicio trascendental de Dios tiene que despojarse definitivamente de esta idea por su propio bien. En el Caitanya-caritāmṛta se dice que la idea de volverse uno con Dios es el tipo más elevado de farsa, e incluso el más mínimo desarrollo de esta idea eliminará por completo la perspectiva del servicio devocional. Éste es el concepto erróneo más peligroso de la vida espiritual y debe abandonarse de inmediato.