46. La Superalma y la azafata viajando desde México



Śrīla Prabhupāda Uvāca 46
19 de febrero de 1975, Aerolíneas Venezolanas

Śrīla Prabhupāda influía a todos los que estaban a su alrededor. Viajar con él era una experiencia iluminadora, al comprobar la forma en que Śrīla Prabhupāda levantaba el espíritu de todo el mundo hasta el reino trascendental al visitar los templos, era extático. Sin embargo, estar con él en aviones y aeropuertos, brindaba una oportunidad distinta para observar la forma en que cambiaba la vida de aquellos que no sabían nada acerca de él. Debe haber sido su refulgencia. Podía notarse, incluso por un cuadrúpedo como yo. Una vez, alguien que pasaba dijo, “Este hombre tiene un aspecto muy maravilloso”. Otros preguntaban qué podían hacer por él.

El incidente de Aerolíneas Venezolanas es singular. Śrīla Prabhupāda, Paramahāmsa Swami, Nitāi dāsa y yo, viajábamos desde la ciudad de México a Caracas. Yo no había preparado nada de prasādam para el viaje, mas justo antes de abordar el avión, una dama vaiṣṇava me alcanzó un bolso con un poco de arroz inflado que había hecho ella para el viaje.

Poco después de partir, Śrīla Prabhupāda dijo, “Bueno, tomemos prasādam”. Yo dije, “¿Desea lo que sirven en el avión?”. De inmediato respondió, “¡No, no! Tenemos nuestro prasādam. Eso está bien”. Yo dije, “OK”. Ni siquiera pedí un plato. Bajé la bandejilla, desenrollé el envoltorio de aluminio y coloqué el arroz inflado delante de mi maestro. De inmediato empezó a comer. Terminó la mitad del mismo, aunque no era una porción muy considerable. Sin siquiera mirarme, dijo, “Está bien, ahora toma tú”. Este es el néctar por el cual estamos siempre ansiosos. Śrīla Prabhupāda siempre atendía mucho a sus acompañantes. Esta cualidad era una de las muchas que yo apreciaba tanto.

Śrīla Prabhupāda se sentó al lado de la ventanilla. Él siempre se sentaba al lado de la ventanilla. Yo estaba en el medio. Siempre me siento al lado de Śrīla Prabhupāda, a menos que me rinda a los deseos de algún miembro del GBC. Paramahāmsa estaba en el asiento para uno solo. Tomé el arroz hervido de Su Divina Gracia y lo deposité en el medio, guardando la mitad para mí y el resto para Paramahāmsa Swami.

Comíamos felices los remanentes de Śrīla Prabhupāda cuando una joven azafata que caminaba por el pasillo nos miró y espontáneamente pasó al lado de Paramahāmsa y colocó su mano en mi mahā. Asiendo un poquito lo colocó en su boca y exclamó, “Oh, esto es muy bueno. ¿Qué es?”. Tratando de guardar mi compostura, respondí. “Es arroz inflado”. Śrīla Prabhupāda la miraba sonriendo ampliamente. Nuevamente dijo ella, “Ah, esto es muy bueno”. “Me alegro que le guste”, -dije, todavía un poco desconcertado por lo que ella había hecho. “¿Desean alguna otra cosa para comer?” -preguntó.

“Bueno” -dije, “somos vegetarianos. A menos que haya algo de fruta, no podemos tomar nada”. Ella respondió ansiosamente, “Iré a la sección de primera clase y les traeré una cesta de frutas”. Estuvo de vuelta en un momento con fruta y cuchillos. Nuevamente preguntó, “¿Desean que les traiga algo más?”. Volviéndome hacia Śrīla Prabhupāda, dije, “¿Prabhupāda, le gustaría un poco de leche?”. El dijo, “Sí, leche caliente”. Yo dije, “OK, tomaremos un poco de leche caliente”. Ella se dirigió rápidamente a la primera clase y regresó de inmediato con leche caliente.

He oído hablar en muchas clases a Śrīla Prabhupāda sobre la Superalma que mora en el corazón de la entidad viviente. Sin embargo, nunca había experimentado Su presencia hasta ese día. Estoy convencido que la Superalma dentro del corazón de la azafata la inspiró a obrar de una manera tan anti-profesional.

A veces los devotos me ofrecían dinero por degustar los remanentes de Śrīla Prabhupāda. (Nunca lo tomé). Rogaban por la oportunidad de hacer algún servicio personal. Y aquí estaba esta azafata con una audacia que nunca antes nadie había tenido, por la misericordia de Kṛṣṇa y Su devoto puro.

Todas las glorias a Usted, Śrīla Prabhupāda, por distribuir su misericordia a todas las entidades vivientes que entran en contacto con Usted.

1 comentario:

  1. ¡Hermoso pasatiempo!.¡Cuan afortunada esa chica!.MMVD

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