Gopāla Bhaṭṭa Gosvāmī



Gopāla Bhaṭṭa Gosvāmī

Antes de escribir el Caitanya-caritāmṛta, Śrīla Kṛṣṇa dās Kavirāja les pidió sus bendiciones a todos los devotos mayores de Vṛndāvana. Naturalmente, Gopāla Bhaṭṭa específicamente a Śrīla Kṛṣṇa dās Kavirāja que, a cambió de sus bendiciones, no usará su nombre en el Caitanya-caritāmṛta. Como resultado de esta humildad, el nombre de Gopāla Bhaṭṭa se menciona sólo en uno o dos pasajes de esa gran obra, (1) y es muy poco lo que se sabe acerca de él. Sin embargo, puede conseguirse información biográfica, estudiando la vida de Śrī Caitanya.
De acuerdo con el Caitanya-caritāmṛta, Śrī Caitanya inició Su viaje a pie por todo el Sur de la India en el verano de 1510. Después de muchos días, llegó a Śrī Raṅgam, una pequeña ciudad situada a orillas de río Kāverī en el distrito de Tanjore. Famoso como uno de los centros más importantes de adoración de Kṛṣṇa en toda la India, es, más exactamente, un centro para la adoración de Lakṣmī y Nārāyaṇa, una expansión de la divina pareja Rādhā y Kṛṣṇa. No obstante, el templo principal de Śrī Raṅgam es el templo de Viṣṇu (Nārāyaṇa) más grande de toda la India, y desde centenares de millas acuden peregrinos para ver a Raṅganath Svāmī, la Deidad de Nārāyaṇa el santuario principal.
Fue aquí donde Śrī Caitanya se encontró con Vyeṅkaṭa Bhaṭṭa y con sus hermanos, Prabodhānanda Sarasvatī y Tirumalla Bhaṭṭa. (2) Estos eran brāhmaṇas de gran erudición y acogieron a Śrī Caitanya, el mendicante viajero, como huésped en su casa. (3) Por entonces, también, Śrī Caitanya conoció al hijo de siete años de edad de Vyeṅkaṭa, Gopāla Bhaṭṭa, (4) quien un día seria conocido como Gopāla Bhaṭṭa Gosvāmī.
Los tres hermanos y el joven Gopāla Bhaṭṭa vivían cerca del templo de Raṅganath y, en consecuencia, siendo brāhmaṇas, eran sirvientes consagrados de la Deidad.
Siendo este el caso, pertenecían naturalmente a las filas de la Śrī (Rāmanuja) sampradāya, uno de los cuatro linajes auténticos de sucesión discipular. (5) Como tales, preferían el aspecto aiśvarya del Señor, adorando Su grandeza y majestad.
De hecho, su devoción a la opulenta manifestación Lakṣmī-Nārāyaṇa del Supremo era tan pura, que Śrī Caitanya sintió gran satisfacción por ellos (prabhura tuṣṭa haila mana), (6) aun cuando Él estaba enseñando la adoración de Rādhā y Kṛṣṇa. A pesar de estar complacido con su elevado nivel de devoción. Śrī Caitanya no pudo evitar promover la perspectiva original védica de la posición suprema de Kṛṣṇa. En consecuencia, cierta vez le dijo en broma a Vyeṅkaṭa Bhaṭṭa: “Tu adorable Diosa de la Fortuna, Lakṣmī, siempre permanece sobre el pecho de Nārāyaṇa, y Ella es ciertamente la mujer más casta de la creación. Sin embargo, Mi Señor es el Señor Śrī Kṛṣṇa, un pastorcito que está ocupado en atender vacas”.
“¿Por qué Lakṣmī”, continuó Śrī Caitanya, “siendo una esposa tan casta, quiere asociarse con Mi Señor? Tan sólo para asociarse con Kṛṣṇa, Lakṣmī abandono toda la felicidad trascendental de Vaikuṇṭha [el reino de Dios] y, por largo tiempo, aceptó votos y principios regulativos y practicó austeridades ilimitadas”. (7)
Vyeṅkaṭa Bhaṭṭa lo contradijo diciendo que Kṛṣṇa y Nārāyaṇa son en realidad idénticos, y que por eso es natural que Lakṣmī se acercara a Kṛṣṇa. Después de todo, Kṛṣṇa es simplemente Nārāyaṇa con otro atuendo. ¿Qué hay de malo en que Ella se acercara a Su esposo en una de Sus otras manifestaciones? El sigue siendo, en esencia, la misma persona. Por lo tanto, Su acción no puede considerarse poco casta.
Vyeṅkaṭa sí admitió, sin embargo, que Kṛṣṇa representaba una manifestación superior. “Aunque, en cierto sentido, no hay diferencia alguna entre las formas de Nārāyaṇa y Kṛṣṇa”, dijo Vyeṅkaṭa, “en Kṛṣṇa hay una especial atracción trascendental debida al rasa (relación) conyugal, y, en consecuencia, El supera a Nārāyaṇa. (8)
Śrī Caitanya replicó: “Yo sé que no hay culpa por parte de Lakṣmī, la Diosa de la Fortuna, pero aun así Ella no pudo participar en la danza rasa. Ello estaba reservado para las devotas más íntimas de Kṛṣṇa. Esto lo oímos en las escrituras reveladas”. (9)
Vyeṅkaṭa Bhaṭṭa, ahora un tanto molesto, dijo: “No puedo entender por qué a Lakṣmī no se le permitió unirse a la danza rasa. Yo soy un ser humano ordinario. Como mi inteligencia es muy limitada y me agito fácilmente, mi mente no puede entrar en el profundo océano de los pasatiempos del Señor”. (10)
A continuación, Vyeṅkaṭa reconoció la divinidad de Śrī Caitanya, y le pidió que revelara el misterio de la incapacidad de Lakṣmī para participar en la danza rasa. Al fin y al cabo, él (Vyeṅkaṭa Bhaṭṭa), como entidad viviente ordinaria, podía estar sujeto a informaciones erróneas o interpretaciones defectuosas, pero Śrī Caitanya, Él lo sabía, era la Suprema Personalidad de Dios y, como tal, tenía acceso a toda la información referente a estos temas esotéricos.
Śrī Caitanya contestó: “El Señor Kṛṣṇa tiene una característica específica. Él atrae el corazón de todos por medio de relaciones interpersonales de amor conyugal. Estas dulces relaciones alcanzan su cenit en Vrāja, el lugar más elevado del reino de Dios, y allí pueden manifestarse en cualquiera de los principales rasas, tales como el de servidumbre, amistad, expresión paternal o, por último, amor conyugal. En ese punto, la divinidad de Kṛṣṇa se vuelve poco importante y sobreviene un intercambio incomparablemente dulce”.
“Sólo aquellos que siguen los pasos de estos habitantes de Vrāja”, continuó Śrī Caitanya, “obtienen al Señor en Su aspecto más elevado y original. Allá se le conoce como Vrajendra-nandana, o el hijo de Mahārāja Nanda. Y allí El es conquistado por el amor espontáneo de Sus servidores más íntimos. Los más elevados de éstos son las gopīs [las pastorcitas amigas de Kṛṣṇa], cuyo amor por Kṛṣṇa es totalmente incondicional e inmotivado. A fin de participar en la danza rasa, uno debe seguir sus pasos”.
“La Diosa de la Fortuna”, concluyó Śrī Caitanya, “quería disfrutar de la asociación con Kṛṣṇa y, al mismo tiempo, retener Su cuerpo espiritual en la forma de Lakṣmī. Esta forma es ciertamente magnífica desde un punto de vista espiritual, con toda la opulencia y el poder de la majestad divina. Sin embargo, Ella no siguió los pasos de las gopīs en Su adoración de Kṛṣṇa. En consecuencia, ni toda la opulencia y el poder del mundo pudieron conquistarle el acceso al pasatiempo más íntimo de Kṛṣṇa”. (11)
De esta manera, Śrī Caitanya logró demostrarle a Vyeṅkaṭa Bhaṭṭa la superioridad del amor sobre el poder, de la dulzura sobre la opulencia, de Kṛṣṇa sobre Nārāyaṇa.
Fueron estas conversaciones las que conquistaron para el gauḍīyā vaiṣṇavismo no sólo a Vyeṅkaṭa Bhaṭṭa y a sus dos hermanos, sino también al joven Gopāla Bhaṭṭa Gosvāmī, quien se sentaba regularmente a escuchar estas pláticas. Así, pues, a fin de lograr cierta comprensión sobre la reacción de Gopāla Bhaṭṭa frente al diálogo de Śrī Caitanya con su padre, será útil penetrar más profundamente en la subyacente comprensión literaria de por qué el aspecto aiśvarya (majestuoso) del Señor está subordinado a Su aspecto mādhurya (amoroso).
De acuerdo con la tradición védica, los habitantes de Vrāja no están interesados en la forma majestuosa de Kṛṣṇa, Su aiśvarya-rūpa. Esta forma está reservada para adoradores tales como los de Śrī Raṅgam, quienes adoran el aspecto Viṣṇu (Nārāyaṇa). Si alcanzan la perfección, ellos, después de morir, van a uno de los ilimitados planetas Vaikuṇṭha y adoran al Señor de su corazón con temor reverencial, pues sienten inclinación por esta forma de adoración.
Pero “temor” y “reverencia” son palabras extrañas para los habitantes de Vrāja.
Ellos son amantes confidenciales del Señor, y comparten un intercambio especial que está desprovisto de la distancia creada por la formalidad y la rigidez. Su destino es la celestial Vrāja, donde el mādhurya-rūpa de Dios -Kṛṣṇa, el Amante Divino-juguetea con ellos en una variedad de relaciones íntimas. La intimidad es tan intensa que ellos se olvidan de Su Señoría y, de este modo, saborean una relación aun más profunda con El. En consecuencia, se sobrentiende que el aspecto aiśvarya es inferior porque, en él, el foco principal es la Divinidad del Señor. Su carácter dulce y Sus atributos personales pierden significado. A la inversa, en el mādhurya-rūpa del Señor, el intercambio amoroso personal pasa al primer plano y Su divinidad pierde significado.
Hay indicios de estos pensamientos en toda la literatura védica. Por ejemplo, en el décimo canto del Śrīmad Bhāgavatam se describe una escena en la cual la madre adoptiva del bebé Kṛṣṇa, Yaśodā, sospechaba que Él había comido barro. Al escudriñar dentro de Su boca para ver si en verdad lo había comido, ella vio el universo entero. El terror invadió su corazón. Perdiendo toda compostura, su natural afecto maternal fue reemplazado primero por el terror y luego por el temor reverencial, ya que comprendió la divinidad de su muy especial niño. No obstante, casi de inmediato Kṛṣṇa le permitió olvidar la experiencia y, una vez más, disfrutarlo como su propio hijo. Al recibir de este modo la misericordia de Kṛṣṇa, explica el Bhāgavatam, el corazón de Madre Yaśodā se llenó de nuevo de un intenso afecto.
En el undécimo capítulo del Bhagavad-gītā puede encontrarse otro ejemplo, allí donde Arjuna le dice a Kṛṣṇa: “Deseo ver Tu aspecto majestuoso (aiśvarya-rūpa)”.
Kṛṣṇa le concede este deseo a Arjuna mostrándole la Forma Universal. Al ver esta manifestación de Kṛṣṇa, Arjuna tiembla, atemorizado. Lo embarga la aflicción, y cualquier amistad que una vez sintiera por Kṛṣṇa lo abandona. Después de rogarle a Kṛṣṇa que regresara a Su forma más semejante a la humana, y de que Kṛṣṇa accediera, Arjuna volvió a sentir su humor de amistad íntima con Kṛṣṇa y pudo reanudar su relación. También en este episodio, después de mostrar Su Forma Universal, Kṛṣṇa manifestó Su aspecto Nārāyaṇa como una expansión de Su forma original. Incluso esto, sin embargo, no satisfizo a Arjuna. Sólo cuando Kṛṣṇa volvió a Su forma de dos brazos curvada en tres partes -Kṛṣṇa como Śyāmasundara- Arjuna se sintió suficientemente tranquilo como para saborear de nuevo su relación con Él.
Observando estos dos incidentes tomados del Śrīmad Bhāgavatam y del Bhagavad-gītā, David L. Haberman, autor y profesor de religión del William`s College, escribe:
Lo que posibilita las relaciones emocionales con Dios es el encubrimiento de la forma aterradora por la apacible forma humana. . . Esta es la característica distintiva de las relaciones entre Kṛṣṇa y los modelos ejemplares más excelsos, los habitantes de Vrāja. Kṛṣṇa se les aparece en una forma humana dulce, amorosa e infinitamente asequible llamada el mādhurya-rūpa, la forma más conducente a la atracción y al amor. Esta cualidad de Kṛṣṇa lleva a una intimidad desprovista de cualquier vacilación. (12)
Haberman, pues, coincidiría con Śrī Caitanya y con Vyeṅkaṭa Bhaṭṭa, cuando ellos convienen en que el aspecto mādhurya supera con mucho el aspecto aiśvarya.
Al respecto, Haberman concluye con estas palabras:
La revelación de la forma majestuosa (aiśvarya-rūpa) alejó la posibilidad de una relación emocional íntima, tras lo cual su encubrimiento dentro de la dulce forma humana (mādhurya-rūpa) permitió que retornara el afecto. Los gauḍīyā vaiṣṇavas desarrollaron la distinción de las dos formas hasta un nivel doctrinal, y procedieron a analizar las diversas figuras ejemplares presentadas en el Bhāgavata-purāṇa de acuerdo con su conocimiento de estas formas. Aquellos que estaban conscientes solamente de la dulce forma humana de Kṛṣṇa tendían a verlo como muy suyo (mamatā) y pudieron así establecer una relación más íntima con Él. (13)
Por cierto que la tesis de Haberman, que explica el rāgānugā bhakti sādhana, senda que consiste en seguir los pasos de los habitantes de Vrāja, fue originalmente detallada por Rūpa Gosvāmī, y esto será tratado de manera más elaborada en el siguiente capítulo. Pero, por ahora, debe mencionarse al menos que este sentido de sādhana (“procedimiento”) es muy avanzado y que, como una forma más fundamental de sādhana, Rūpa Gosvāmī recomendó el vaidhī bhakti sādhana, en el cual uno sigue las reglas y regulaciones de las escrituras bajo la dirección de un maestro espiritual fidedigno. Luego, al recibir las bendiciones del guru, uno puede proceder a seguir activamente los pasos de los devotos de Vrāja, y desarrollar amor espontáneo (rāgānugā) por Dios. El procedimiento paso a paso fue recomendado y detallado por los Seis Gosvāmīs. Sin embargo, si uno se sumerge prematuramente en el rāgānugā bhakti sādhana, uno se arriesga a una inminente caída de la senda espiritual.
Śrī Caitanya le había explicado así a Vyeṅkaṭa Bhaṭṭa la incapacidad de Lakṣmī para participar en la danza rasa, pues, aunque a Ella se la puede considerar extremadamente adelantada en cuanto a vida espiritual, Ella fue incapaz de seguir los pasos de las gopīs, quienes están situadas en la posición espiritual más avanzada.
Esto puede, asimismo, servir de advertencia a los que intenten imitar prematuramente a las gopīs, como los prākṛta-saḥajiyās [“imitadores baratos”]. Si ni siquiera Lakṣmī puede participar en estos pasatiempos, más vale que el hombre común considere seriamente la senda del vaidhī bhakti sādhana. Ciertamente, ésta es una conclusión más segura que saltar de inmediato al rāgānugā bhakti. En la teología de los Gosvāmīs, esto no puede ser más enfático: uno debe ascender gradualmente -por medio del vaidhī bhakti sādhana- para seguir los pasos de las devotas de Vrāja. Pero tal como se desarrolló el līlā (pasatiempo) expresado por Śrī Caitanya, Lakṣmī no estaba preparada para seguir esos santos pasos.
Valiéndose de este fundamento lógico y literario, Śrī Caitanya convenció a Vyeṅkaṭa de que el concepto Kṛṣṇa es superior al concepto Nārāyaṇa y, después de ser convencido, él, sus dos hermanos y el joven Gopāla Bhaṭṭa se comprometieron a convertirse en gauḍīyā vaiṣṇavas, seguidores del Señor Caitanya.
Después de discutir estos temas con Vyeṅkaṭa Bhaṭṭa durante los cuatro meses de la estación de lluvias (Cāturmāsya) y de permitir al joven Gopāla Bhaṭṭa servirlo durante todo el tiempo que estuvo allí, (14) Śrī Caitanya decidió proseguir Su gira por el Sur de la India. Cuando oyeron que iba a partir, Vyeṅkaṭa Bhaṭṭa se desmayó ante la perspectiva de la separación y el joven Gopāla lloró con lágrimas de amor. Tan sólo para apaciguar a Gopāla Bhaṭṭa, Śrī Caitanya accedió a quedarse por unos días más.
Durante esta época Gopāla Bhaṭṭa tuvo un sueño, aunque más parecía una visión espiritual. Impulsado por el deseo intenso de ver a Śrī Caitanya antes de que comenzara a practicar las severas austeridades de un renunciante, de verlo en Sus días previos a la aceptación de sannyāsa, Gopāla Bhaṭṭa tuvo la gran fortuna de visualizar la experiencia íntegra de Navadvīpa y, por la misericordia de Śrī Caitanya le reveló a Gopāla Bhaṭṭa que de hecho Él no era diferente de Śyāmasundara (Vrajendra-nandana), la forma original de dos brazos de Kṛṣṇa, tocando Su flauta, apareciendo en esa forma y luego transformándose de nuevo en Su propia forma de Śrī Caitanya. (16)
En ese mismo estado como de ensueño, Śrī Caitanya instruyó a Gopāla Bhaṭṭa: “Te encontrarás con dos joyas de personas, Rūpa y Sanātana. Yo les he dado Mi mentalidad (mano-vṛtti) (17) a fin de que publiquen Mis enseñanzas. Pero por tus discípulos, especialmente, estas enseñanzas serán propagadas a cada ciudad y aldea”. (18)
Al despertar, Gopāla Bhaṭṭa fue directamente donde Śrī Caitanya para servirlo, pero, en ese momento, Śrī Caitanya le dio las siguientes instrucciones: “Por ahora, permanece aquí y sirve a tu madre y a tu padre. Después de que ellos hayan partido de este mundo, puedes ir a Vṛndāvana y unirte a Rūpa y Sanātana. (19) Ocúpate siempre en oír y en cantar las glorias de Kṛṣṇa”. Con estas palabras, Śrī Caitanya partió de Śrī Raṅgam. El joven Gopāla Bhaṭṭa no olvidó nunca estas instrucciones, ni tampoco el sueño en el que Śrī Caitanya le permitiera tan bondadosamente participar en el Navadvīpa-līlā y le revelara Su divinidad.
Al transcurrir los años, Gopāla Bhaṭṭa aceptó a su tío, Prabodhānanda Sarasvatī, como su maestro espiritual. De él Gopāla Bhaṭṭa aprendió poesía, retórica, gramática sánscrita y el Vedanta. El recuerdo de Śrī Caitanya, sin embargo, fue la fuerza central impulsora de su vida, y así pudo derrotar todas las opiniones contrarias a las conclusiones teístas de los gauḍīyā vaiṣṇavas. El Bhakti-ratnākara describe que, con las ventajas combinadas que adquirió de la vasta erudición de Prabodhānanda Sarasvatī y del inspirador recuerdo del ejemplo e instrucciones de Śrī Caitanya, Gopāla Bhaṭṭa llegó a ser muy conocido por su conocimiento y devoción. (20) A medida que su reputación alcanzaba proporciones sin precedentes, decidió que estaba preparado para cumplir el mandato que le diera Śrī Caitanya: estaba listo para ir a Vṛndāvana.
Cuando, finalmente, Gopāla Bhaṭṭa llegó a la más sagrada de las tierras, fue recibido con gran amor por Rūpa y Sanātana.
Mientras tanto, en Jagannātha Purī, Śrī Caitanya sintió curiosidad por saber si el ahora famoso Gopāla Bhaṭṭa había llegado a Vṛndāvana. Las leyendas y rumores locales estaban viajando con rapidez, pero Śrī Caitanya deseaba una confirmación.
De modo que envió desde Su sede central en Purī una carta a Rūpa y Sanātana, quienes ya se encontraban en Vṛndāvana, y les preguntó si Gopāla Bhaṭṭa había llegado.
Pronto llegó a Purī un mensajero con la respuesta de Rūpa y Sanātana: ”¡Sí, está aquí! Todos los residentes de Vṛndāvana, como Lokanātha, Bhugarba, Kasiswar Tandit, Paramānanda y Kṛṣṇa dās, están obteniendo un gran placer de Gopāla Bhaṭṭa, quien está contándoles acerca de Tu estadía en Śrī Raṅgam y lo de Tus viajes por todo el Sur. Nosotros aceptamos a Gopāla Bhaṭṭa como a nuestro propio hermano, ya que tan pronto como llegó a Vṛndāvana, adoptó cabalmente la vida de un mendicante renunciado”. (21)
En esa misma carta, Rūpa describía un sueño en el que su Deidad de Govindadeva había solicitado que Gopāla Bhaṭṭa fuera Su pūjārī (“sacerdote”). La tradición de Vṛndāvana afirma que el Bhaṭṭa puede haber servido realmente a Govindadeva durante algún tiempo, pero se sabe que eventualmente comenzó la adoración de su propia Deidad, a la que llamó Śrī Rādhā-Rāman. Más aun, hizo construir un magnifico templo en honor de la Deidad. Este templo, el Rādhā-Rāman mandir, es hoy considerado como uno de los más importantes templos de los gauḍīyā vaiṣṇavas afuera de Bengala. Sin embargo, por la época en que la carta de Rūpa y Sanātana llegó a Purī, la Deidad (y el templo) de Rādhā-Rāman aún no se habían fundado. Por el bien de la narración biográfica, entonces, la historia de esta Deidad y del templo será revelada más adelante.
Cuando Śrī Caitanya recibió la carta de Rūpa y Sanātana, compartió gozosamente su contenido con los devotos de Purī, tales como Nityānanda Prabhu, Advaita Ācārya, Haridāsa Ṭhākura y Gadadhara Paṇḍit. Luego se puso a detallar las buenas cualidades de Gopāla Bhaṭṭa Gosvāmī, y les contó acerca de Sus cuatro meses con la familia de Gopāla Bhaṭṭa en Śrī Raṅgam.
Sobrecogido de júbilo, Śrī Caitanya despachó de inmediato un mensajero con una carta de Rūpa y Sanātana Gosvāmī. Junto con esta carta envió un paquete para Gopāla Bhaṭṭa, el cual incluía Su taparrabos y otros artículos personales.
Cuando la carta y el paquete llegaron a Vṛndāvana, Rūpa y Sanātana se llenaron de éxtasis. Gopāla Bhaṭṭa se sintió profundamente agradecido de que Śrī Caitanya le hubiera enviado Sus taparrabos, y atesoró los sagrados enseres por el resto de su vida.
Más aún, a medida que Rūpa Gosvāmī leía la carta, encontró instrucciones específicas para Gopāla Bhaṭṭa: “No te vuelvas dependiente de la seguridad ni adoptes una residencia permanente. Invierte mucho tiempo ayudando a Rūpa y a Sanātana compilar literatura trascendental y, al mismo tiempo, estudia minuciosamente esa literatura”.
Estas instrucciones las tomó muy a pecho, y muy pronto escribió un libro titulado el Saṭ-kriyā-sāra-dīpikā, un clásico sobre los principios del gauḍīyā vaiṣṇavismo. Luego editó el Hari-bhakti-vilāsa, que fue escrito por Sanātana Gosvāmī.
Además, escribió una erudita introducción al Saṭ-sandarbha de Jīva Gosvāmī y un comentario sobre el Kṛṣṇa-karṇāmṛta de Bilvamaṅgala Ṭhākura. (23)
Puesto que su contribución más importante a la literatura del gauḍīyā vaiṣṇavismo sirvió para definir los ritos y rituales de un progreso espiritual gradual, será oportuno repasar brevemente estas obras en particular. El Saṭ-kriyā-sāra-dīpikā, que aproximadamente se traduce como “La lámpara que ilumina la esencia de los rituales espirituales”, se ocupa principalmente de la vida de casado. Describe con gran cuidado los diez saṁskāras, o ritos sagrados, desde el matrimonio, la fecundación y la ceremonia de corte de cabello, hasta el comienzo del aprendizaje y el estudio de las escrituras. Con esta obra, Gopāla Bhaṭṭa Gosvāmī buscó ayudar a las personas en general brindándoles una valiosa guía sobre el matrimonio y sobre la ejecución gradual de la vida espiritual, tanto para ellas como para sus vástagos.
A continuación, compiló una obra llamada el Saṁskāra-dīpika, la cual pone en claro las reglas de comportamiento y de conducta para los sannyāsīs, o renunciantes.
Ofrece detalles que explican los nombres vaiṣṇavas de los sannyāsīs, y los rituales basados en las escrituras con los que uno puede adoptar oficialmente la vida de un mendicante viajero. Tanto el Saṭ-kriyā-sāra-dīpikā como el Saṁskāra-dīpika ofrecen pormenores sobre el sacrificio de fuego y la iniciación tal como fueron enseñados originalmente en la tradición védica.
Desde luego, su obra más importante, el Hari-bhakti-vilāsa, se atribuye generalmente a Sanātana Gosvāmī, al menos en su forma original. Se dice que Gopāla Bhaṭṭa produjo posteriormente una versión abreviada y le agregó el Dig-darśinī-ṭīkā, su comentario. Algunos dicen que el plan original para el Hari-bhakti-vilāsa procedía de Gopāla Bhaṭṭa pero que fue comenzado por Sanātana Gosvāmī. La gigantesca obra se asocia inevitablemente a ambos nombres.
El Hari-bhakti-vilāsa se conoce como un Vaiṣṇava-smṛti, y, como tal, cumple un papel importante en el estudio y la práctica del gauḍīyā vaiṣṇavismo. Compuesto de veinte capítulos, cada uno llamado un vilāsa, el libro nos lleva a través de todas las dificultades y peligros en la senda del bhakti. Con un análisis científico y detallado, el lector acompaña a Gopāla Bhaṭṭa a medida que él lo lleva a través de las reglas y regulaciones básicas hasta los niveles más elevados de la etiqueta vaiṣṇava. Debe advertirse, sin embargo, que el Hari-bhakti-vilāsa es principalmente para la India, (24) y que se pueden hacer ajustes de acuerdo a tiempo, lugar y circunstancias. Aun así, tales ajustes sólo debe hacerlos un ācārya apoderado de la sucesión discipular. Este es el veredicto de Gopāla Bhaṭṭa Gosvāmī.
Viviendo su vida como una personificación de las escrituras, su fama se extendió por toda la India y llegó a ser conocido como el hermano menor de Rūpa y Sanātana. En Vṛndāvana, su reputación como maestro en el proceso de bhakti se volvió especialmente prominente después de un viaje al río Gaṇḍakī, en Nepal. Allí, él se procuró doce śilās (piedras que son consideradas encarnaciones sagradas de Kṛṣṇa) y las trajo a su vuelta a Vṛndāvana. El viaje a Nepal y el regreso fueron arduos, pues en aquellos días significaba viajar a pie, pero Gopāla Bhaṭṭa no se amilanó. Al llegar a Vṛndāvana, sin embargo, no se sintió calificado para adorar sus sagradas piedras.
Por lo tanto, viajó de nuevo a Nepal.
Cuando puso cuidadosamente las śilās en el sagrado río mientras cantaba los mantras apropiados, las sagradas piedras saltaron espontáneamente de vuelta a sus manos. Al tratar por tres o cuatro veces de dejarlas río, descubrió que no podía hacerlo, pues el mismo fenómeno místico ocurría una y otra vez. Esto lo tomó como una señal de Kṛṣṇa de que tenía que llevarlas de nuevo a Vṛndāvana y adorarlas. Así lo hizo, y muy pronto llegó a ser conocido en Vṛndāvana como el Gosvāmī que adoraba doce śilās extraordinarias. Siempre las llevaba en una bolsa de tela que colgaba de su cuello.
En 1542, ocho años después de la desaparición de Śrī Caitanya, Gopāla Bhaṭṭa sintió la necesidad de adorar a una Deidad similar a la Deidad de Rūpa Gosvāmī. Esta necesidad se hizo especialmente intensa cuando un rico comerciante le obsequió joyas, ornamentos y finas telas para la adoración del Señor. Debido a que las śilās no tienen una forma semejante a la humana, Gopāla Bhaṭṭa consideraba que esos ornamentos no podían ser usados de manera apropiada en Su adoración. Por consiguiente, colocó todos estos artículos delante de sus śilās y oró fervientemente por instrucciones apropiadas, las cuales, al menos en aquella noche en particular, no le fueron otorgadas.
A la mañana siguiente, sin embargo, descubrió que una de las śilās, conocida como la śilā Dāmodara, se había transformado en una Deidad de Kṛṣṇa incomparablemente bella, tal como lo había deseado. Abrumado de felicidad, cayó a tierra con total humildad y se puso a ofrecer humildes oraciones y profundos elogios.
Al enterarse del milagroso suceso, Rūpa, Sanātana y muchos otros vaiṣṇavas mayores se apresuraron hacia el lugar sagrado donde Gopāla Bhaṭṭa estaba ofreciendo salutaciones de amor. (25) Todos se encontraban allí cuando llamó a la Deidad con el nombre de Śrī Rādhā-Rāmanadeva. La tradición local afirma que a la Deidad le fue dado este nombre (que significa “Kṛṣṇa, el que da placer a Rādhārāṇī”) debido a que el área donde apareció se encuentra cerca del sitio donde se llevó a cabo la danza rasa, donde Kṛṣṇa, al huir, hizo crecer el apego y el amor de Rādhārāṇī por Él.
Esta Deidad Rādhā-Rāman es adorada en el mismo lugar hoy en día, aunque el moderno templo de Rādhā-Rāman en Vṛndāvana se precia hoy de contar con un impresionante recinto. Aunque Śrī Rādhā-Rāmanadeva no tiene en sí más de doce pulgadas de altura, aún llegan peregrinos de todas partes de la India tan sólo para ver Su asombrosa belleza. Curiosamente, no hay ninguna Deidad de Rādhārāṇī en el templo, pero en el costado izquierdo de Rādhā-Rāman hay una pequeña corona de plata para testificar Su presencia.
Una vez, varios años después de que Rādhā-Rāmanadeva se apareciera a Gopāla Bhaṭṭa por vez primera, el Bhaṭṭa estaba adorando a su Deidad y quedó inundado de nostalgia por Śrī Caitanya, experimentando intensamente el amor en separación.
Recordando que en una ocasión le había prometido a su padre que adoraría a Śrī Caitanya, comenzó a sentir una falta de castidad en el hecho de adorar a su Deidad Rādhā-Rāman. Al fin y al cabo, aunque la Deidad era en cierto sentido, no diferente de Śrī Caitanya, seguía siendo una manifestación de “Kṛṣṇa” tocando Su flauta.
Tan pronto como Gopāla Bhaṭṭa empezó a sentir estas emociones, la Deidad manifestó Su aspecto como Śrī Caitanya Mahāprabhu. (26) Lágrimas de amor comenzaron a fluir, como el río Ganges, de los ojos de Gopāla Bhaṭṭa Gosvāmī era una encarnación de Anaṅga-mañjarī, la hermana menor de Śrīmati Rādhārāṇī, aunque se dice a veces que era una encarnación de Guṇa-mañjarī. (28) Sus intensos estudios y su conocimiento de las escrituras le granjearon reputación como uno de los eruditos religiosos más importantes de la India y al mismo tiempo era reconocido por su gran amor y devoción por Śrī Caitanya y por Rāmanadeva. Actualmente se le recuerda como uno de los Seis Gosvāmīs de Vṛndāvana y, hasta nuestros días, reverentes seguidores conmemoran su vida ejemplar visitando regularmente su tumba (samādhi) en el Rādhā-Rāman mandir.