A veces a un hombre apuesto se le llama «Cupido». En ese caso, el nombre
no tiene ningún significado. Pero esto nunca sucede con la Personalidad de
Dios. Siendo absoluto, todos Sus diferentes aspectos también son absolutos. No
existe diferencia entre Él, Sus nombres y Sus atributos. A Él se Le conoce por
diversos nombres. Se Le conoce como el Brahman impersonal, Paramātmā, el
Creador Todopoderoso, Nārāyaṇa, Gopīnātha, Kṛṣṇa, Govinda, y muchos otros
nombres.
Aunque cada nombre del Absoluto es absoluto en sí mismo, quien adora a
Dios como Creador del universo no puede experimentar la misma bienaventuranza
que aquellos que adoran a Dios como Nārāyaṇa. «El Creador del universo» es el
nombre predilecto de la gente materialista, pues es el más adecuado para su
complacencia de los sentidos. El concepto de «Creador» no representa por
completo el concepto de Dios. La creación es función de la energía externa de
Dios. Si se Le concibe como el Brahman impersonal, no podemos obtener
información de todas Sus potencias. Su bienaventuranza trascendental, Su
conocimiento, Sus cualidades y Su forma no están plenamente representadas en Su
aspecto impersonal. Paramātmā tampoco representa plenamente el concepto de
Dios. En el Bhagavad-gītā (18.61) se describe a Paramātmā como
el aspecto localizado de Dios en el corazón de todos los seres vivos; es sólo
una representación parcial de la Personalidad de Dios, Nārāyaṇa. Y tampoco
quien adora a Nārāyaṇa puede experimentar la bienaventuranza trascendental que
se experimenta en el servicio de Śrī Kṛṣṇa.