En las enseñanzas del Señor Caitanya, especialmente para esta degradada
era de Kali, es importante el párrafo anterior, en que explica que no importa
si una persona es un brāhmaṇa, sannyāsī o un śūdra.
La caracterísitica necesaria de un maestro espiritual es que tiene que estar
profundamente versado en el arte y la ciencia del servicio devocional. Esto es
revolucionario para el concepto estereotipado del supuesto maestro espiritual
que prevalece entre la generalidad de la gente en la India. Aquí el método
explotador recibe un golpe mortal, y esta verdad la establecen los devotos
seguidores del concepto de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
El hecho es que una persona que tiene pleno conocimiento de Śrī Kṛṣṇa puede ser maestro espiritual tanto iniciador como instructor. No
importa si esa persona es un brāhmaṇa,
un kṣatriya, un vaiśya o un śūdra. Ni
tampoco es relevante si es un brahmacārī, un gṛhastha,
un vānaprastha o un sannyāsī. El único requisito para ser un maestro espiritual es
conocer la verdad sobre Śrī Kṛṣṇa. La capacidad para serlo no depende
ciertamente de la situación específica en el sistema varṇāśrama-dharma.
Esta instrucción del Señor Caitanya, aunque aparentemente revolucionaria
para los reaccionarios oportunistas, no va en contra de las disposiciones de
las Escrituras. Siguiendo este principio, el Señor Caitanya personalmente
recibió iniciación de Śrīpād Īśvara Purī, y el Señor Nityānanda Prabhu y Advaita Prabhu recibieron
iniciación de Śrīpād Madhāvendra Purī Gosvāmī. Rasikānānda Prabhu se inició con
Śrīla Śyamānānda Prabhu, que nació en una familia no brāhmaṇa, y Śrī Ganga Nārāyaṇatī y Śrī Rāmakṛṣṇa Bhaṭṭācārya se iniciaron con Śrīla Narottama dāsa Ṭhākura, que también nació en
una familia no brāhmaṇa. En las
Escrituras antiguas está escrito que no existen consideraciones hereditarias
para llegar a ser maestro espiritual.
En el Mahābhārata y otras
Escrituras históricas hay innumerables ejemplos de gurus que no lo son por herencia, y de que la casta la determinan
las cualidades y las acciones, no la cuna. En el Śrīmad-Bhāgavatam (7.11.35), se dice que una persona
debe clasificarse en un varṇa o casta
específico según sus cualidades:
yasya yal lakṣaṇaṁ proktaṁ
puṁso varṇābhivyañjakam
yad anyatrāpi dṛśyeta
tat tenaiva vinirdiśet
puṁso varṇābhivyañjakam
yad anyatrāpi dṛśyeta
tat tenaiva vinirdiśet
Según el Bhagavad-gītā, un brāhmaṇa verdaderamente cualificado
posee nueve cualidades; un kṣatriya,
siete cualidades; un vaiśya, tres
cualidades; y un śūdra, sólo una
cualidad. Considerando las cualidades que tenga o desarrolle una persona, así
se la debe considerar. Aceptando esta fórmula de las Escrituras, el vaiṣṇava acepta un maestro espiritual
que domine el conocimiento sobre Śrī Kṛṣṇa. Un brāhmaṇa manifiesta sus cualidades de forma natural, y por esto, un
maestro espiritual que esté profundamente versado es de hecho un brāhmaṇa cualificado. La falsa noción de
que sin ser un brāhmaṇa de casta una
persona no puede ser maestro espiritual es por lo tanto un error. La persona
que ha nacido en una familia de śūdras
puede ser maestro espiritual si ha adquirido el conocimiento necesario sobre Śrī
Kṛṣṇa.
A veces podemos observar
que un vaiṣṇava puro no se somete a
las formalidades del sistema varṇāśrama-dharma
siguiendo los principios regulativos, pero eso no quiere decir que no sea un brāhmaṇa o un maestro espiritual
fidedigno. Los vaiṣṇavas determinan
el varṇa y el āśrama de una persona simplemente por sus características, y no por
su cuna. La gente necia no puede reconocer a esos vaiṣṇavas cualificados, y por esto el Señor Caitanya explícitamente
enfatiza todos los puntos mencionados con anterioridad. En esencia, no existe
diferencia entre los principios regulativos expuestos en el Hari-bhakti-vilāsa y las declaraciones
del Señor Caitanya. La diferencia ha sido creada por las elucubraciones
mentales de hombres ignorantes.